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Familiares de víctimas de accidentes de aviones Boeing 737 MAX en 2018 y 2019 pidieron al Departamento de Justicia de Estados Unidos una multa al fabricante aeronáutico de unos US$24.800 millones y que sus responsables sean llevados ante la justicia. Uno de los involucrados, el director general de Boeing, Dave Calhoun, admitió la “gravedad” de la situación relativa a los controles de calidad de la producción de su compañía y prometió un “plan de acción integral” para solucionar estos problemas.
“Dado que el crimen de Boeing es el crimen corporativo más mortífero en la historia de Estados Unidos, una multa máxima de más de US$24.000 millones está legalmente justificada y es claramente apropiada”, escribió el representante de las familias de las víctimas, Paul Cassell, en una carta dirigida al Departamento de Justicia estadounidense a la que la AFP tuvo acceso.
Calhoun reconoció la “gravedad” de la situación relativa a los controles de calidad de la producción de su compañía, asegurando ante una comisión de investigación del Senado estadounidense que están logrando avances.
Sentados detrás de él, entre el público, estaban familiares de las víctimas de los accidentes registrados con modelos 737 MAX 8 de Boeing en 2018 y 2019, quienes sostenían fotografías de los fallecidos.
“Me disculpo por el dolor que hemos causado, y quiero que sepan que estamos totalmente movilizados, en su memoria, para trabajar y centrarnos en la seguridad durante el tiempo” que sea necesario, dijo Calhoun a los familiares durante el juicio.
La carta de los familiares, de 32 páginas, detalla los cálculos realizados para llegar a la suma, precisando que “entre US$14.000 y US$22.000 millones de la multa podrían suspenderse a condición de que Boeing dedique estos fondos a un supervisor independiente y a mejoras relacionadas con (...) la seguridad”.
Cassell explicó además que la misiva contiene “las opiniones de las familias en términos más generales sobre cómo se debe procesar a Boeing y a los ejecutivos responsables”.
Durante muchos meses, Boeing ha tenido problemas de producción y calidad en el montaje de sus aviones comerciales 737 MAX, 787 Dreamliner y 777.
Los 737 MAX se quedaron en tierra en todo el mundo luego de los accidentes de dos aviones de este modelo en 2018 y en 2019, con saldo de 346 muertos, a causa de defectos de concepción.
Varias auditorías e investigaciones han identificado numerosos problemas y deficiencias por “incumplimiento”, particularmente en el control de calidad.
Por ejemplo, en el caso del incidente del 5 de enero, cuando un 737 MAX 9, entregado en octubre a Alaska Airlines, perdió una puerta en pleno vuelo, según un informe preliminar de la Agencia estadounidense de Seguridad del Transporte (NTSB), varios pernos de sujeción no habían sido sustituidos tras trabajos realizados en la cadena de montaje.
El fabricante de aviones presentó a finales de mayo un “plan de acción integral”, requerido por el regulador de la aviación en Estados Unidos (FAA), para solucionar estos problemas.
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