Fentanilo y heroína: la crisis de drogas que mata más que las armas en EE. UU.
En 2020, la violencia con armas de fuego mató a casi 20.000 estadounidenses, según datos del Gun Violence Archive; menos de un tercio de las muertes por sobredosis de opioides.
Dicen que las calles de Kensington, Filadelfia, son inconfundibles: Las farolas suelen estar rotas y los callejones son absolutamente oscuros. Hay fábricas abandonadas, lotes baldíos, y en algunas tiendas hay afiches con nombres de personas desaparecidas. Hay prostitución, delincuencia, y distribuidores de droga entregando muestras gratis. Mucha gente fumando crack o metanfetamina, otros clavándose agujas en los brazos o en el cuello.
La descripción del lugar la hizo Mark, un estadounidense que resultó adicto a la oxicodona, un analgésico opioide, tras resultar herido en Irak. Él le contó al New York Times en 2018 que en Kensington la heroína la mezclaban con fentanilo, un opioide sintético. “Nunca en mi vida había estado tan enfermo. Era como si un extraterrestre de una película se me fuera a salir del pecho, cosas que nunca antes había experimentado al pasar por una desintoxicación”, contó el estadounidense.
Para el año en que Mark contó su historia, Filadelfia tenía la tasa de sobredosis más alta que cualquiera de los 10 condados más poblados de Estados Unidos. El Departamento de Salud de la ciudad estimó que 75.000 residentes eran adictos a la heroína y otros opioides, según datos publicados por el Times, y cada día, muchos de ellos viajaban a Kensington para comprar drogas.
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Ese panorama se repite desde entonces, y es tan solo una muestra de la epidemia de opioides que atraviesa EE. UU desde hace tiempos. Incluso, hace unos días, en un video publicado por el youtuber Kim Gary y que se hizo viral en redes sociales, se muestra una calle de Kensington llena de personas con drogadicción tiradas en las calles, perdidos en las drogas o deambulando sin rumbo por efecto de los narcóticos.
¿El problema? Los opioides sintéticos —incluido el fentanilo— son las drogas más asociadas con las muertes por sobredosis en Estados Unidos. Aquí algunos datos claves del fentanilo:
- Es un medicamento de prescripción y es utilizado para tratar a pacientes con dolor severo crónico o para manejar el dolor después de la cirugía.
- Sin embargo, también es fabricado ilegalmente, sobre todo en laboratorios clandestinos extranjeros, y se vende en el mercado de drogas ilegales.
- A menudo se mezcla con heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA, aumentando la probabilidad de una interacción fatal.
- Se vende ilegalmente en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados, señala en Instituto Nacional de Abuso de drogas en EE. UU.
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- Según este organismo, los efectos del fentanilo son felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar y pérdida del conocimiento.
- El problema con la producción ilícita de fentanilo es que no es una ciencia exacta; dos miligramos pueden ser letales. De hecho, algunos funcionarios han etiquetado a la droga como “muerte fabricada” porque es más barata y hasta cincuenta veces más potente que la heroína.
La epidemia de opioides en EE. UU.
Desde que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. declararon como epidemia las sobredosis por analgésicos recetados, la crisis de opioides se agravó por el tráfico ilícito de heroína y opioides sintéticos. Aquí algunas cifras:
- En 2017, el fentanilo fue parte del 59.8 % de las muertes relacionadas con opioides, comparado con el 14.3 % en 2010, según datos del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU.
- Las muertes por sobredosis que involucran opioides sintéticos aumentó a una tasa anual del 580 % durante cinco años (2012-2017).
- Mientras que el año pasado, cerca de 70.000 estadounidenses murieron por sobredosis de opioides. Esta cifra de muertes marca un aumento del 49 % desde 2018.
- “En un año, perdimos un 19 % más de estadounidenses que en la guerra de Vietnam y 30 veces el número de muertos en Afganistán”, comentó Paul Steidler, investigador del Lexington Institute a Tulsaworld. Otro dato: En 2020, la violencia con armas de fuego mató a casi 20.000 estadounidenses, según datos del Gun Violence Archive; menos de un tercio de las muertes por sobredosis de opioides.
- Más de 1.300 personas mueren en una semana por sobredosis relacionadas con opioides en EE. UU.
¿Qué pasa con el resto de las drogas?
En general, las muertes por sobredosis en el país aumentaron casi un 30 % en 2020, como resultado de un suministro más mortal y los efectos desestabilizadores del COVID-19, según datos federales publicados por el Wall Street Journal. De hecho, las 93.331 muertes estimadas por sobredosis en 2020 representan el aumento anual más pronunciado en al menos tres décadas, según cifras de julio de este año de los CDC.
Consumo de drogas por estado
Aunque la mayoría de estados en el país ha experimentado aumentos significativos en el número de muertes por sobredosis de opioides, tanto el número de personas fallecidas como el tipo de drogas que consumen los estadounidenses varían dependiendo del estado.
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Históricamente, las muertes relacionadas con el fentanilo fabricado ilícitamente se han concentrado en los 28 estados al este del río Mississippi, según datos de los CDC. Sin embargo, hubo un aumento en el número de muertes por opioides sintéticos en 10 estados al oeste: diez estados reportaron un aumento de más del 98 % en las muertes relacionadas con opioides sintéticos
Los aumentos en las muertes por sobredosis de opioides sintéticos también fueron sustanciales en otras regiones: 12 estados del sur y el Distrito de Columbia (35,4%), 6 estados del medio oeste (32,1%) y 8 estados del noreste y la ciudad de Nueva York (21,1%).
El problema no es solo en EE. UU.
Las rutas de tráfico de opioides han cambiado a nivel mundial. El 87 % de las incautaciones ilícitas de opioides farmacéuticos en el mundo se realizan en África, según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito de 2018.
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“Esta disponibilidad creó oportunidades para las ventas locales y, como resultado, un floreciente mercado de opioides en el África subsahariana, facilitado por una mayor infraestructura de transporte (en lugar de tener que atravesar altas montañas en Asia central) y la promesa de riqueza”, se lee en un estudio titulado La epidemia de opioides en África y su impacto publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. en 2018.
El problema puede ser mayor, pues la epidemia de opioides en África, combinada con la aceleración de la transmisión de enfermedades infecciosas y la escasa disponibilidad de recursos para abordar estos problemas, puede impedir que se siga avanzando hacia algunos objetivos como reducir la transmisión del VIH, explican los expertos del informe. “Se ha observado que el tráfico y el consumo de heroína en Kenia y Tanzania, por ejemplo, ha aumentado”, se lee en el estudio.
Dicen que las calles de Kensington, Filadelfia, son inconfundibles: Las farolas suelen estar rotas y los callejones son absolutamente oscuros. Hay fábricas abandonadas, lotes baldíos, y en algunas tiendas hay afiches con nombres de personas desaparecidas. Hay prostitución, delincuencia, y distribuidores de droga entregando muestras gratis. Mucha gente fumando crack o metanfetamina, otros clavándose agujas en los brazos o en el cuello.
La descripción del lugar la hizo Mark, un estadounidense que resultó adicto a la oxicodona, un analgésico opioide, tras resultar herido en Irak. Él le contó al New York Times en 2018 que en Kensington la heroína la mezclaban con fentanilo, un opioide sintético. “Nunca en mi vida había estado tan enfermo. Era como si un extraterrestre de una película se me fuera a salir del pecho, cosas que nunca antes había experimentado al pasar por una desintoxicación”, contó el estadounidense.
Para el año en que Mark contó su historia, Filadelfia tenía la tasa de sobredosis más alta que cualquiera de los 10 condados más poblados de Estados Unidos. El Departamento de Salud de la ciudad estimó que 75.000 residentes eran adictos a la heroína y otros opioides, según datos publicados por el Times, y cada día, muchos de ellos viajaban a Kensington para comprar drogas.
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Ese panorama se repite desde entonces, y es tan solo una muestra de la epidemia de opioides que atraviesa EE. UU desde hace tiempos. Incluso, hace unos días, en un video publicado por el youtuber Kim Gary y que se hizo viral en redes sociales, se muestra una calle de Kensington llena de personas con drogadicción tiradas en las calles, perdidos en las drogas o deambulando sin rumbo por efecto de los narcóticos.
¿El problema? Los opioides sintéticos —incluido el fentanilo— son las drogas más asociadas con las muertes por sobredosis en Estados Unidos. Aquí algunos datos claves del fentanilo:
- Es un medicamento de prescripción y es utilizado para tratar a pacientes con dolor severo crónico o para manejar el dolor después de la cirugía.
- Sin embargo, también es fabricado ilegalmente, sobre todo en laboratorios clandestinos extranjeros, y se vende en el mercado de drogas ilegales.
- A menudo se mezcla con heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA, aumentando la probabilidad de una interacción fatal.
- Se vende ilegalmente en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados, señala en Instituto Nacional de Abuso de drogas en EE. UU.
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- Según este organismo, los efectos del fentanilo son felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar y pérdida del conocimiento.
- El problema con la producción ilícita de fentanilo es que no es una ciencia exacta; dos miligramos pueden ser letales. De hecho, algunos funcionarios han etiquetado a la droga como “muerte fabricada” porque es más barata y hasta cincuenta veces más potente que la heroína.
La epidemia de opioides en EE. UU.
Desde que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. declararon como epidemia las sobredosis por analgésicos recetados, la crisis de opioides se agravó por el tráfico ilícito de heroína y opioides sintéticos. Aquí algunas cifras:
- En 2017, el fentanilo fue parte del 59.8 % de las muertes relacionadas con opioides, comparado con el 14.3 % en 2010, según datos del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU.
- Las muertes por sobredosis que involucran opioides sintéticos aumentó a una tasa anual del 580 % durante cinco años (2012-2017).
- Mientras que el año pasado, cerca de 70.000 estadounidenses murieron por sobredosis de opioides. Esta cifra de muertes marca un aumento del 49 % desde 2018.
- “En un año, perdimos un 19 % más de estadounidenses que en la guerra de Vietnam y 30 veces el número de muertos en Afganistán”, comentó Paul Steidler, investigador del Lexington Institute a Tulsaworld. Otro dato: En 2020, la violencia con armas de fuego mató a casi 20.000 estadounidenses, según datos del Gun Violence Archive; menos de un tercio de las muertes por sobredosis de opioides.
- Más de 1.300 personas mueren en una semana por sobredosis relacionadas con opioides en EE. UU.
¿Qué pasa con el resto de las drogas?
En general, las muertes por sobredosis en el país aumentaron casi un 30 % en 2020, como resultado de un suministro más mortal y los efectos desestabilizadores del COVID-19, según datos federales publicados por el Wall Street Journal. De hecho, las 93.331 muertes estimadas por sobredosis en 2020 representan el aumento anual más pronunciado en al menos tres décadas, según cifras de julio de este año de los CDC.
Consumo de drogas por estado
Aunque la mayoría de estados en el país ha experimentado aumentos significativos en el número de muertes por sobredosis de opioides, tanto el número de personas fallecidas como el tipo de drogas que consumen los estadounidenses varían dependiendo del estado.
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Históricamente, las muertes relacionadas con el fentanilo fabricado ilícitamente se han concentrado en los 28 estados al este del río Mississippi, según datos de los CDC. Sin embargo, hubo un aumento en el número de muertes por opioides sintéticos en 10 estados al oeste: diez estados reportaron un aumento de más del 98 % en las muertes relacionadas con opioides sintéticos
Los aumentos en las muertes por sobredosis de opioides sintéticos también fueron sustanciales en otras regiones: 12 estados del sur y el Distrito de Columbia (35,4%), 6 estados del medio oeste (32,1%) y 8 estados del noreste y la ciudad de Nueva York (21,1%).
El problema no es solo en EE. UU.
Las rutas de tráfico de opioides han cambiado a nivel mundial. El 87 % de las incautaciones ilícitas de opioides farmacéuticos en el mundo se realizan en África, según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito de 2018.
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“Esta disponibilidad creó oportunidades para las ventas locales y, como resultado, un floreciente mercado de opioides en el África subsahariana, facilitado por una mayor infraestructura de transporte (en lugar de tener que atravesar altas montañas en Asia central) y la promesa de riqueza”, se lee en un estudio titulado La epidemia de opioides en África y su impacto publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. en 2018.
El problema puede ser mayor, pues la epidemia de opioides en África, combinada con la aceleración de la transmisión de enfermedades infecciosas y la escasa disponibilidad de recursos para abordar estos problemas, puede impedir que se siga avanzando hacia algunos objetivos como reducir la transmisión del VIH, explican los expertos del informe. “Se ha observado que el tráfico y el consumo de heroína en Kenia y Tanzania, por ejemplo, ha aumentado”, se lee en el estudio.