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La política de erradicación de cultivos ilícitos que adelanta el gobierno de Gustavo Petro fue cuestionada por funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos durante una sesión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos que originalmente estaba destinado a hablar sobre Brasil.
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Brian Nichols, subsecretario para asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado, fue cuestionado por James Risch, un peso pesado del partido Republicano en el comité, por las razones de la suspensión de las labores de erradicación de la hoja de coca en el país.
“Petro ha dicho que quiere reevaluar las políticas antinarcóticos de anteriores administraciones y como parte de esa reevaluación quería tener un programa puramente manual de erradicación”, comenzó diciendo el funcionario, quien aseguró que las conversaciones se mantendrían.
“Creemos que es muy difícil tener éxito si no hay presión frente a los cultivos, especialmente antes de que un programa de erradicación voluntaria esté funcionado”, concluyó el funcionario, dejando ver las dudas de la administración Biden sobre la manera como se maneja este tema en Colombia.
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Decepción con Brasil por llegada de buques iraníes
Además, según Nichols, EE. UU. está “consternado” y “decepcionado” por el permiso otorgado por el gobierno brasileño para el atraque de dos buques de guerra iraníes.
“Hemos transmitido nuestra consternación (...) haciendo hincapié en la represión brutal del régimen iraní contra su propio pueblo, el suministro de armas a Rusia y la desestabilización” en el mundo, afirmó Nichols durante la misma audiencia.
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“Makran” y “Dena”, dos buques iraníes bajo sanciones del Departamento del Tesoro estadounidense, obtuvieron autorización para atracar en Río de Janeiro del 28 de febrero hasta el 4 de marzo.
Una decisión que preocupa a los senadores, como a Risch, quien lo considera motivo suficiente para que el presidente estadounidense Joe Biden hubiera cancelado su reunión con su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva el 10 de febrero en la Casa Blanca.
“Entendemos que nuestros países no siempre estarán de acuerdo y Brasil como nación soberana toma sus propias decisiones de política exterior”, afirmó Nichols, pero estos barcos “no tienen cabida en nuestro hemisferio”.
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