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El gobierno de Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela firmaron este sábado un acuerdo en México, en el marco de la reanudación de las negociaciones rotas en 2021.
El acuerdo, denominado de “protección social”, se anunció casi en simultáneo al alivio de sanciones contra Venezuela por parte de Estados Unidos, que permitirá que Chevron retomen parcialmente sus actividades de extracción de petróleo en Venezuela.
Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Chevron podrá retomar parte de sus actividades con la empresa de la que es copropietaria en Venezuela en conjunto con PDVSA, si se asegura que esta última “no reciba ningún ingreso de las ventas de petróleo realizadas por Chevron”, informó la AFP.
¡Ojalá estos procesos de diálogo permitan que estos tres preceptos se proyecten en un futuro!, señaló el jefe de la delegación Jorge Rodríguez. pic.twitter.com/slVH7pxgde
— Asamblea Nacional 🇻🇪 (@Asamblea_Ven) November 26, 2022
Las sanciones en cuestión se habían adoptado en 2019 con el fin de presionar la salida de Nicolás Maduro del poder.
“Las sanciones han fracasado en su objetivo de lograr un cambio político en Venezuela y sin duda pueden ofrecer una especie de “zanahoria” para que el gobierno de Maduro haga algunas concesiones”, estimó en entrevista con este diario Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker, de la Universidad de Rice, y una de las voces más influyentes en la industria petrolera,
“Nos unimos a la comunidad internacional en saludar el reinicio de negociaciones” entre las dos partes, expresó una alta fuente del gobierno estadounidense, citada por la AFP.
La mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición había sido suspendida por Maduro en octubre de 2021 a raíz de la extradición de su aliado Alex Saab a Estados Unidos, en donde enfrentaría cargos por lavado de activos.
En medio de la negociación, se espera que US$2.700 millones de fondos gubernamentales actualmente congelados por las sanciones sean descongelados y ejecutados para proyectos humanitarios a través de una cuenta administrada por Naciones Unidas.
El senador demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y opositor a una flexibilización que beneficie al régimen de Maduro, citado por la AFP, estimó que el acuerdo de este sábado es “un paso urgente y necesario para enfrentar la miseria y el sufrimiento del pueblo venezolano”.
Menéndez señaló no obstante que no se hace “ninguna ilusión” sobre la “súbita voluntad” de Nicolás Maduro de actuar en “el mejor interés de su pueblo”.
Pese a que personas como Monaldi aseguran que el asunto petrolero es fundamental en esta mesa, también señalan que la expectativa energética de parte de Estados Unidos, en medio de la crisis desatada tras la invasión rusa a Ucrania, es de largo plazo.
De acuerdo con el experto, una recuperación notable de la industria petrolera en Venezuela tardaría por lo menos dos años, lapso que una empresa como Chevron necesitaría para volver a aprovechar el máximo de su capacidad instalada actualmente.
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