¿Golpe de Estado en Brasil?: seguidores de Jair Bolsonaro invaden el Congreso
Varios buses con los seguidores del expresidente, Jair Bolsonaro, llegaron al lugar para reclamar una intervención militar para derrocar al presidente Lula da Silva. Los policías han intentado dispersar a las personas con gas lacrimógeno, pero los grupos han superado la barrera y lograron entrar al Congreso.
Varios grupos de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que defienden tesis a favor de un golpe de Estado, lograron entrar a los edificios del congreso de Brasil. Superaron una barrera policial y el acordonamiento que habían realizado las autoridades, para finalmente subir la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado.
Los bolsonaristas reclaman una intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, posesionado el pasado primero de enero. Se identifican en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil.
En medio de la situación, los policías han intentado dispersar a las personas con gas lacrimógeno. Además, la sede de la Presidencia y del Tribunal Supremo también fueron invadidas, ya que en la misma área se concentran estas sedes de los tres poderes.
Mientras tanto, el presidente Lula da Silva no está en Brasilia. El mandatario viajó a Araraquara, en Sao Paulo, donde fuertes lluvias han afectado a los habitantes de la zona.
Por su parte, Jair Bolsonaro está en Estados Unidos, desde dos días antes de la toma de posesión de Lula.
El asalto de Brasilia parece similar al del Capitolio de Estados Unidos hace dos años, pero en este caso el Congreso brasileño no está en sesión.
Miles de partidarios de Bolsonaro llevan alrededor de dos meses acampando frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, y en otras ciudades, convencidos de que las elecciones les fueron robadas.
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Varios grupos de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que defienden tesis a favor de un golpe de Estado, lograron entrar a los edificios del congreso de Brasil. Superaron una barrera policial y el acordonamiento que habían realizado las autoridades, para finalmente subir la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado.
Los bolsonaristas reclaman una intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, posesionado el pasado primero de enero. Se identifican en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil.
En medio de la situación, los policías han intentado dispersar a las personas con gas lacrimógeno. Además, la sede de la Presidencia y del Tribunal Supremo también fueron invadidas, ya que en la misma área se concentran estas sedes de los tres poderes.
Mientras tanto, el presidente Lula da Silva no está en Brasilia. El mandatario viajó a Araraquara, en Sao Paulo, donde fuertes lluvias han afectado a los habitantes de la zona.
Por su parte, Jair Bolsonaro está en Estados Unidos, desde dos días antes de la toma de posesión de Lula.
El asalto de Brasilia parece similar al del Capitolio de Estados Unidos hace dos años, pero en este caso el Congreso brasileño no está en sesión.
Miles de partidarios de Bolsonaro llevan alrededor de dos meses acampando frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, y en otras ciudades, convencidos de que las elecciones les fueron robadas.
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