Gran jurado en EE. UU. culpó a padre e hijo por tiroteo en una escuela en Georgia
Un gran jurado de Georgia, Estados Unidos, imputó formalmente al joven Colt Gray y su padre, Colin Gray, por el tiroteo en una escuela. Sería uno de los pocos ejemplos de cómo los fiscales responsabilizan a los padres de las acciones de sus hijos en tiroteos escolares.
Un gran jurado estadounidense imputó formalmente al joven Colt Gray, de 14 años, y su padre, Colin Gray, de 54, por el tiroteo ocurrido el 4 de septiembre en una escuela de secundaria de Winder, en el estado de Georgia, en el que murieron cuatro personas, dos de ellas estudiantes.
La acusación formal significa que hay pruebas suficientes para que vayan a juicio ambos casos, en los que el menor afronta 55 cargos criminales, incluidos cuatro por asesinato con malicia, cuatro por asesinato grave, además de agresión agravada y crueldad hacia los niños. Mientras, su padre, Colin Gray, es acusado de 29 cargos, incluidos asesinato en segundo grado, homicidio involuntario y conducta imprudente.
Las acusaciones se producen un día después de que el menor compareciera ante el tribunal. En esa audiencia, agentes de la Oficina de Investigaciones de Georgia e investigadores del condado de Barrow testificaron sobre los detalles de lo que llamaron el plan de Gray de matar a varias personas en la escuela Apalachee High School.
Los investigadores han dicho que el adolescente planeó cuidadosamente el tiroteo, incluso describieron que el menor tenía una “obsesión” con los tiradores escolares.
Un agente de la oficina de investigación de Georgia testificó que el chico dejó un cuaderno en su aula con instrucciones escritas a mano paso a paso para prepararse para el asalto. Incluía un diagrama de su aula de segundo período y su estimación de que podría matar a 26 personas y herir a otras 13. “Me sorprendería si llego tan lejos”, escribió el chico.
Colt Gray abrió fuego con un rifle semiautomático AR-15 en la citada escuela de secundaria de Georgia. Mató a cuatro personas, dos estudiantes y dos maestros, e hirió a nueve por causas aún desconocidas, pero al parecer con ansias de replicar la matanza perpetrada en un centro escolar de Parkland (Florida), en 2018.
Según la investigación, Colin Gray compró el arma para su hijo como regalo de Navidad en 2023, además de regalarle munición, un cargador más grande para su arma y un chaleco táctico.
Esto sucedió solo unos meses después de que el adolescente fuese investigado por presuntamente amenazar con un tiroteo escolar a través de internet, un suceso por el que fue interrogado junto a su padre.
En aquel interrogatorio, el joven negó ser responsable de las amenazas y su padre dijo que tenía armas en casa pero que estaban a resguardo del hijo.
Todos estos hechos derivaron en el arresto de Colin Gray, quien también fue acusado de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario, entre otros cargos, y, como su hijo, podría pasar el resto de su vida en prisión si es encontrado culpable.
El ataque que desató el joven Gray acabó con la vida de los estudiantes de 14 años Mason Schermerhorn y Christian Ángulo, así como con la de los maestros de matemáticas Richard Aspinwall, de 39 años, y Cristina Irimie, de 53.
La madre de Colt, Marcee Gray, que vive por separado, dijo a los investigadores que había discutido con Colin Gray en agosto, pidiéndole que asegurara sus armas y restringiera el acceso de Colt, informó The Guardian. En cambio, con el tiempo, le compró municiones al niño, una mira para armas y otros accesorios de tiro, según muestran los registros.
Después de que Colt Gray le pidió a su madre que lo internara en un “manicomio”, la familia hizo arreglos para llevarlo el 31 de agosto a un centro de tratamiento de salud mental en Atenas que ofrece tratamiento para pacientes internados, pero el plan se vino abajo cuando sus padres discutieron sobre el acceso de Colt a armas el día anterior, y su padre dijo que no tenía dinero para la gasolina, dijo un investigador.
La acusación contra Colin Gray es el último ejemplo de cómo los fiscales responsabilizan a los padres de las acciones de sus hijos en tiroteos escolares, aseguran los expertos.
“En este caso, señoría, él tenía la custodia principal de Colt”, dijo el fiscal de distrito, Brad Smith, al juez el miércoles en la audiencia preliminar de Colin Gray. “Él tenía conocimiento de las obsesiones de Colt con los tiradores escolares. Tenía conocimiento del deterioro del estado mental de Colt. Y él proporcionó las armas de fuego y la munición que Colt utilizó en esto”, puntualizó.
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Un gran jurado estadounidense imputó formalmente al joven Colt Gray, de 14 años, y su padre, Colin Gray, de 54, por el tiroteo ocurrido el 4 de septiembre en una escuela de secundaria de Winder, en el estado de Georgia, en el que murieron cuatro personas, dos de ellas estudiantes.
La acusación formal significa que hay pruebas suficientes para que vayan a juicio ambos casos, en los que el menor afronta 55 cargos criminales, incluidos cuatro por asesinato con malicia, cuatro por asesinato grave, además de agresión agravada y crueldad hacia los niños. Mientras, su padre, Colin Gray, es acusado de 29 cargos, incluidos asesinato en segundo grado, homicidio involuntario y conducta imprudente.
Las acusaciones se producen un día después de que el menor compareciera ante el tribunal. En esa audiencia, agentes de la Oficina de Investigaciones de Georgia e investigadores del condado de Barrow testificaron sobre los detalles de lo que llamaron el plan de Gray de matar a varias personas en la escuela Apalachee High School.
Los investigadores han dicho que el adolescente planeó cuidadosamente el tiroteo, incluso describieron que el menor tenía una “obsesión” con los tiradores escolares.
Un agente de la oficina de investigación de Georgia testificó que el chico dejó un cuaderno en su aula con instrucciones escritas a mano paso a paso para prepararse para el asalto. Incluía un diagrama de su aula de segundo período y su estimación de que podría matar a 26 personas y herir a otras 13. “Me sorprendería si llego tan lejos”, escribió el chico.
Colt Gray abrió fuego con un rifle semiautomático AR-15 en la citada escuela de secundaria de Georgia. Mató a cuatro personas, dos estudiantes y dos maestros, e hirió a nueve por causas aún desconocidas, pero al parecer con ansias de replicar la matanza perpetrada en un centro escolar de Parkland (Florida), en 2018.
Según la investigación, Colin Gray compró el arma para su hijo como regalo de Navidad en 2023, además de regalarle munición, un cargador más grande para su arma y un chaleco táctico.
Esto sucedió solo unos meses después de que el adolescente fuese investigado por presuntamente amenazar con un tiroteo escolar a través de internet, un suceso por el que fue interrogado junto a su padre.
En aquel interrogatorio, el joven negó ser responsable de las amenazas y su padre dijo que tenía armas en casa pero que estaban a resguardo del hijo.
Todos estos hechos derivaron en el arresto de Colin Gray, quien también fue acusado de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario, entre otros cargos, y, como su hijo, podría pasar el resto de su vida en prisión si es encontrado culpable.
El ataque que desató el joven Gray acabó con la vida de los estudiantes de 14 años Mason Schermerhorn y Christian Ángulo, así como con la de los maestros de matemáticas Richard Aspinwall, de 39 años, y Cristina Irimie, de 53.
La madre de Colt, Marcee Gray, que vive por separado, dijo a los investigadores que había discutido con Colin Gray en agosto, pidiéndole que asegurara sus armas y restringiera el acceso de Colt, informó The Guardian. En cambio, con el tiempo, le compró municiones al niño, una mira para armas y otros accesorios de tiro, según muestran los registros.
Después de que Colt Gray le pidió a su madre que lo internara en un “manicomio”, la familia hizo arreglos para llevarlo el 31 de agosto a un centro de tratamiento de salud mental en Atenas que ofrece tratamiento para pacientes internados, pero el plan se vino abajo cuando sus padres discutieron sobre el acceso de Colt a armas el día anterior, y su padre dijo que no tenía dinero para la gasolina, dijo un investigador.
La acusación contra Colin Gray es el último ejemplo de cómo los fiscales responsabilizan a los padres de las acciones de sus hijos en tiroteos escolares, aseguran los expertos.
“En este caso, señoría, él tenía la custodia principal de Colt”, dijo el fiscal de distrito, Brad Smith, al juez el miércoles en la audiencia preliminar de Colin Gray. “Él tenía conocimiento de las obsesiones de Colt con los tiradores escolares. Tenía conocimiento del deterioro del estado mental de Colt. Y él proporcionó las armas de fuego y la munición que Colt utilizó en esto”, puntualizó.
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