Guerra de las Malvinas, la antesala de la democracia en Argentina
En 1982 el dictador argentino Leopoldo Galtieri creyó que el Reino Unido ignoraría la invasión de las islas Malvinas por encontrarse a 12.000 kilómetros de distancia de ese país. No obstante, el gobierno británico, bajo el mando de Margaret Thatcher, que sufría una crisis económica y de popularidad, decidió usar este enfrentamiento militar para recuperar el apoyo de los ciudadanos.
A primera vista, la guerra de las Malvinas ocurrió por una disputa territorial entre Argentina y Reino Unido, ya que el país suramericano le disputaba al Reino Unido la soberanía sobre estas islas, que fueron ocupadas por el imperio británico en 1833. No obstante, este enfrentamiento bélico también surgió debido a los intereses políticos que presentaban los mandatarios de ambos países.
Por un lado, el dictador argentino Leopoldo Galtieri, cuya tiranía empezaba a ser cuestionada cada vez más, afrontaba un creciente rechazo por parte de los argentinos, quienes le reclamaban las violaciones a los derechos humanos que dejaron miles de muertos y más de 30.000 desaparecidos, así como la crisis económica que vivían.
Por lo tanto, Galtieri decidió invadir o “recuperar” las islas con la excusa de luchar por la soberanía nacional del país, y poder así restaurar el apoyo de la ciudadanía. De hecho, dos días antes de entrar a las Malvinas, Galtieri envió a sus oficiales a detener una protesta en la Plaza de Mayo, ubicada al frente de la Casa Rosada, el palacio presidencial, en donde cincuenta mil argentinos marcharon en contra de la dictadura. Allí, se enfrentaron con las autoridades y más de 3.000 personas resultaron detenidas.
Por otro lado, Margaret Thatcher, la primera ministra británica, decidió responder a la invasión argentina con todo su poderío militar, ya que se había convertido en una ministra impopular como consecuencia de la crisis económica que atravesaba el país. Así que vio en la guerra la excusa perfecta para volver a conseguir el apoyo de los británicos.
A primera vista, la guerra de las Malvinas ocurrió por una disputa territorial entre Argentina y Reino Unido, ya que el país suramericano le disputaba al Reino Unido la soberanía sobre estas islas, que fueron ocupadas por el imperio británico en 1833. No obstante, este enfrentamiento bélico también surgió debido a los intereses políticos que presentaban los mandatarios de ambos países.
Por un lado, el dictador argentino Leopoldo Galtieri, cuya tiranía empezaba a ser cuestionada cada vez más, afrontaba un creciente rechazo por parte de los argentinos, quienes le reclamaban las violaciones a los derechos humanos que dejaron miles de muertos y más de 30.000 desaparecidos, así como la crisis económica que vivían.
Por lo tanto, Galtieri decidió invadir o “recuperar” las islas con la excusa de luchar por la soberanía nacional del país, y poder así restaurar el apoyo de la ciudadanía. De hecho, dos días antes de entrar a las Malvinas, Galtieri envió a sus oficiales a detener una protesta en la Plaza de Mayo, ubicada al frente de la Casa Rosada, el palacio presidencial, en donde cincuenta mil argentinos marcharon en contra de la dictadura. Allí, se enfrentaron con las autoridades y más de 3.000 personas resultaron detenidas.
Por otro lado, Margaret Thatcher, la primera ministra británica, decidió responder a la invasión argentina con todo su poderío militar, ya que se había convertido en una ministra impopular como consecuencia de la crisis económica que atravesaba el país. Así que vio en la guerra la excusa perfecta para volver a conseguir el apoyo de los británicos.