Gustavo Petro y su papel para el regreso de Venezuela a la senda democrática
El presidente colombiano logró que Venezuela anunciara su intención de acercarse al sistema interamericano, es decir, que forme parte de las organizaciones regionales de las se aisló a partir de 2016.
Después de años de presionar a Nicolás Maduro con un cerco diplomático que lo único que consiguió fue que el régimen se atornillara más al poder, las instituciones se debilitaran y la migración se desbordara, Gustavo Petro está decidido a recorrer otro camino: hacer que Venezuela retorne a la senda democrática.
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Después de años de presionar a Nicolás Maduro con un cerco diplomático que lo único que consiguió fue que el régimen se atornillara más al poder, las instituciones se debilitaran y la migración se desbordara, Gustavo Petro está decidido a recorrer otro camino: hacer que Venezuela retorne a la senda democrática.
Para eso el mandatario colombiano llegó este martes a Caracas, para reunirse con su homólogo venezolano. Es la primera visita oficial de un Ejecutivo colombiano en suelo venezolano desde el año 2016 cuando Juan Manuel Santos visitó Puerto Ordaz.
Luego de un poco más de un mes de restablecer oficialmente las relaciones con el vecino país, Petro llegó a Miraflores para hablar de varios temas claves para los dos países, pero comenzó con un anuncio fundamental para la región: la invitación a Venezuela para que regrese al sistema interamericano, es decir a la Organización de Estados Americanos (OEA), a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
Maduro, en efecto, habló de una “reconciliación” con el sistema interamericano, que, no obstante, tiene el gran desafío de materializarse.
“Si Petro logra que Venezuela regrese a la instancia Interamericana en materia de derechos humanos ya sería una victoria por donde quiera que se le mire”, comentó previamente Ronal Rodríguez, vocero del Observatorio de Venezuela.
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Petro considera que este es el paso mínimo para que Venezuela retorne a la senda democrática. ¿Por qué es importante el retorno de Maduro a este sistema? De acuerdo con Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, “este es un gesto muy importante que no solo le abre a Venezuela las puertas a los organismos regionales, sino que consolida el restablecimiento de las relaciones binacionales y, algo clave, no hay paz con el ELN sin este país”.
Se refiere específicamente a que Petro considera que, sin esta medida, es muy difícil que la reapertura de la frontera y la relación binacional tome la ruta deseada. El mandatario colombiano se quejó de las trochas fronterizas, “o sea abrimos el puente, nos dimos la pela, corrimos el costo político y la economía sigue pasando por las trochas porque allí uniformados, funcionarios de allá y de acá están cobrando la comisión”.
Venezuela y las instituciones
Con el acercamiento al sistema interamericano, Maduro estaría mostrando al menos una voluntad de cambio, opinan analistas. “Ingresar al sistema de derechos humanos, al que Venezuela tiene que rendirle cuenta, sería un paso que mostraría la intención de estar más monitoreado en derechos humanos”, agrega Jaramillo.
Recordemos que en septiembre de 2013, Nicolás Maduro concretó la amenaza que Hugo Chávez hiciera en 2012 y denunció la Convención Americana de Derechos Humanos, que dejó a Venezuela fuera de la Corte IDH. Hasta entonces, Venezuela había recibido condenas en la corte por ejecuciones extrajudiciales por parte de policías y militares, destituciones irregulares de funcionarios y violaciones a la libertad de expresión.
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Después la deriva democrática se asentó más y el país entró en un aislamiento internacional mayor a partir de 2016, justo después de las elecciones en las que la oposición obtuvo un triunfo. Venezuela fue suspendida de Mercosur, Chávez se retiró de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y Unasur se acabó. “Maduro busca mostrar que se está normalizando las cosas y busca retornar a otros espacios comerciales y políticos”, dice Jaramillo.
“Venezuela se retiró de la CAN por los tratados de libre comercio que hacen Colombia y Perú con los Estados Unidos, esa es la causa por la cual Chávez decide retirar en el 2006 a Venezuela de la CAN; eso no ha cambiado ni va a cambiar en el corto plazo, pero Venezuela hoy necesita de la CAN, ese relacionamiento, porque en su autoaislamiento se dio cuenta de que eso terminó siendo muchísimo más nocivo para ellos, para sus intereses, su economía, y hoy aspira a regresar”, analizó, por su parte, Rodríguez.
En la reunión entre los presidentes, en efecto, se anunció la intención de retornar a la Comunidad Andina, de la que Venezuela salió en 2006, discusiones que deberán darse en los próximos meses. Para Jaramillo, si bien el avance no es tan rápido como se esperaba, sí va en la dirección correcta y tomará tiempo, pues “la brecha de aislamiento” es muy grande.
El experto del Observatorio de Venezuela agregó el lunes pasado que para Colombia es de interés que Venezuela regrese a ese escenario multilateral para retomar los instrumentos y la colaboración que permitirían gestionar de manera más adecuada y eficiente las fronteras y la migración.
Human Rights Watch (HRW), vale la pena recordar, le pidió hace poco al mandatario colombiano aprovechar el buen momento con Venezuela para impulsar un diálogo sobre el respeto a los derechos humanos en Venezuela, necesario para investigar las condiciones que llevaron a la crisis humanitaria que ha obligado al éxodo a más de 7,1 millones de personas.
“Colombia podría cumplir un rol clave para contribuir a que cesen las violaciones de derechos humanos en Venezuela y en la frontera con Colombia y para restablecer los derechos políticos y el Estado de derecho en Venezuela”, dijo HRW en un comunicado.
Retomar el diálogo con la oposición
Antes del encuentro, Juan Guaidó le pidió a Petro que no normalizara las violaciones de derechos humanos. “El presidente Petro decide visitar hoy al dictador Maduro y llamarlo presidente, acción que peligrosamente pudiera normalizar violaciones de derechos humanos que señalan a Maduro como responsable de la cadena de mando y la peor crisis migratoria en el mundo”, señaló en Twitter.
Guaidó le pidió a Petro que exija la celebración de elecciones libres en Venezuela, pese a que el jefe de Estado colombiano ya reconoce los comicios de 2018 que le dieron la victoria a Maduro. “Si en vez de normalizar una dictadura quiere abonar a una solución y la defensa de los Derechos Humanos, puede sumarse a la exigencia de elecciones libres y justas en Venezuela y el proceso para lograr un acuerdo en México”, agregó Guaidó.
En el encuentro, sin embargo, poco y nada se anunció sobre la mesa de diálogo con la oposición, que se levantó en octubre de 2021, cuando Maduro decidió suspender los encuentros, luego de que el empresario colombiano Alex Saab, a quien había pedido incorporar como miembro de la delegación negociadora, fuera extraditado a EE. UU.
“Petro podría convertirse en un actor influyente en Venezuela y en la región con este paso de hoy. Lula, en este momento, no se va a meter en Venezuela porque no tiene trayectoria de mediación; en cambio Colombia sí. Las últimas elecciones libres en ese país se lograron, en buena parte, gracias a las gestiones del gobierno de Juan Manuel Santos”, concluyó Jaramillo.
Rodríguez, por su parte, tiene una aproximación más conservadora en este asunto. Recuerda que Maduro “sobrevivió a la andanada del grupo de Lima, a la estrategia del cerco diplomático y eso le ha dado un viento de cola que lo favorece y que le permite poder desoír no solamente a Estados Unidos, a la Unión Europea y a Colombia, que no es un país que juegue en la misma liga que puede llegar a jugar Estados Unidos o la Unión Europea frente al caso venezolano”.
Sin embargo, sí cree que Colombia “podría abrirse un espacio para estar presente, sobre todo porque el proceso de regreso a la democracia en Venezuela también pasa por la paz total en Colombia, son procesos paralelos que tienen un montón de convergencias y que el uno no se logrará materializar sin el otro porque Venezuela ya se volvió parte del escenario de operaciones del conflicto armado, pues hoy este tiene episodios en territorio venezolano, con víctimas venezolanas, con desplazados venezolanos (…)”.
¿Rehabilitación con aroma a petróleo?
El gobierno de Joe Biden parecería en todo caso estar de manos atadas frente a Venezuela. Si bien delegaciones de Estados Unidos han visitado Caracas y han dado pasos que buscan relajar ciertas medidas, hay dos temas que preocupan a Washington y por eso están de acuerdo con los avances de Petro. La migración en la frontera sur y la guerra energética con Rusia que crean nuevas urgencias.
“Pronto puede haber anuncios. Una vez terminadas las elecciones de medio término, que se realizarán el martes 8 de noviembre, Biden podría actuar. Si Florida sigue bajo control republicano, como se anticipa, la actual administración no estaría amarrada al voto de la gran diáspora venezolana y podría dar pasos con mayor libertad”, explican analistas en Washington.
Voceros de la administración de Biden consideran que la motivación para ajustar las políticas hacia el régimen de Maduro es la migración, principalmente. El petróleo sí juega un rol clave, pero detener a miles de migrantes venezolanos que siguen llegando a sus fronteras pesa mucho también en la Casa Blanca. Mientras pasa la tormenta electoral, desde las toldas demócratas hacen todo para demostrar que nada ha cambiado frente a Maduro.
Lo dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, cuando estuvo visitando la región: “No hay cambio en la política estadounidense hacia Venezuela, pero revisaremos nuestra política de sanciones, en respuesta a las medidas constructivas del régimen de Maduro para restaurar la democracia”. Como cualquier cambio frente a Maduro enfurece a los votantes claves, Estados Unidos dijo la semana pasada que no reconocía a Maduro y seguía trabajando con Juan Guaidó y la Asamblea Nacional para restablecer la democracia.
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¿Y el petróleo? Funcionarios de la Casa Blanca le dijeron a The New York Times que las discusiones giran en torno a restablecer las exportaciones petroleras de Venezuela “si el país toma medidas para restaurar la democracia” y así podrían impulsar una gran transformación diplomática con el adversario más reacio de Washington en Sudamérica.
En un sentido similar, pero más amplio, se expresó Blinken en entrevista con este diario duranta su paso por Colombia el pasado 3 de octubre: “Queremos ver a Venezuela volver a la democracia y tener una mejor relación, pero eso depende de que el régimen tome los pasos necesarios para llevar a Venezuela de vuelta por ese camino. Si la relación de Colombia con Venezuela puede estimular eso y producir progresos, es bueno”.
Regresar al sistema interamericano sería el primer paso.
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