Henrique Capriles, el “burguesito” que quiere volver a enfrentar al chavismo
El partido Primero Justicia escogió al exgobernador del estado de Miranda como su representante para las primarias opositoras del 22 de octubre, de cara a los comicios presidenciales del otro año. Esta sería la tercera vez que Capriles aspira a llegar al Palacio de Miraflores.
“Vamos a la Venezuela del encuentro”, escribió Henrique Capriles, quien, en medio de un acto organizado por su partido, Primero Justicia, lanzó su candidatura a las primarias opositoras del 22 de octubre, de cara a las elecciones presidenciales de Venezuela, previstas para el 2024. Entre aplausos, el exgobernador del estado de Miranda mostró el documento que lo acredita como abanderado del partido y, posteriormente, abrió su discurso, prometiendo que será un “instrumento” a favor de los más desfavorecidos.
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“Vamos a la Venezuela del encuentro”, escribió Henrique Capriles, quien, en medio de un acto organizado por su partido, Primero Justicia, lanzó su candidatura a las primarias opositoras del 22 de octubre, de cara a las elecciones presidenciales de Venezuela, previstas para el 2024. Entre aplausos, el exgobernador del estado de Miranda mostró el documento que lo acredita como abanderado del partido y, posteriormente, abrió su discurso, prometiendo que será un “instrumento” a favor de los más desfavorecidos.
En su perfil en redes sociales se leen todo tipo de comentarios: “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar. Arriba Capriles”, escribió un usuario en Instagram. “¿Cómo es eso que quiere entrar nuevamente al campo de juego si ha sido expulsado?”, expresó otro más, recordando la inhabilidad política que carga sobre sus hombros. Esta restricción fue impuesta en 2017, con una duración de 15 años, por supuestas “irregularidades administrativas” durante su gestión como la cabeza del estado de Miranda. Frente a ello, la Comisión Nacional de Primarias (CNP) espera que su situación se resuelva a través de la mesa de negociación entre el Gobierno y la oposición, en caso de que el exgobernador u otro dirigente inhabilitado sea escogido en octubre.
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Entre el escepticismo, el apoyo y el rechazo, dio a conocer su aspiración a la Presidencia, y no es la primera vez que lo hace. Este es el tercer intento de llegar al Palacio de Miraflores, pues en 2012 se enfrentó al fallecido Hugo Chávez y un año después a Nicolás Maduro. De hecho, el oficialismo, desde aquellas primeras aspiraciones, lo ha tachado de ser un “burguesito que nunca trabajó”, refiriéndose a la riqueza que tiene su familia, basada en grandes empresas relacionadas con los medios de comunicación, el cine y el sector inmobiliario. Su mamá tiene ascendencia ruso-polaca, criada bajo los preceptos judíos, y su familia llegó a Venezuela huyendo de la persecución de los nazis. Su padre es descendiente de holandeses.
Desde muy joven, Capriles se ha adentrado en la política: a los 26 años fue elegido diputado del Congreso bicameral, que dejó de existir cuando Chávez asumió el poder en 1999, al lanzar una Asamblea unicameral. Además de ser gobernador de Miranda, también se desempeñó como alcalde del municipio de Baruta, en las afueras de Caracas, bajo el apoyo de Primero Justicia. Allí gobernó por dos períodos, hasta 2008. Durante su gestión, estuvo preso por cuatro meses, acusado de incitar a la violencia en un confuso incidente en la embajada de Cuba. Posteriormente, y luego de triunfar ante Diosdado Cabello, se convirtió en la cabeza del segundo estado más poblado de Venezuela.
Su más reciente candidatura a la Presidencia ya venía sonando hace días. De hecho, el pasado 1 de marzo, la presidenta de Primero Justicia, María Beatriz Martínez, afirmó que “en el 23.º aniversario [del partido] tenemos que darle un regalo a Venezuela. Desde hoy les decimos: tenemos candidato presidencial y es Henrique Capriles Radonski (…). No existe un rincón de Venezuela donde no haya un afiche de Henrique Capriles y, sobre todo, una conexión emocional con él”. En una consulta interna, las bases del partido lo eligieron a él sobre Juan Pablo Guanipa, exvicepresidente de la Asamblea Nacional, y Carlos Ocáriz, exdiputado.
En declaraciones a “El País” de España, el líder político comentó que al haber caído la figura de Juan Guaidó, se abrió una oportunidad para replantear la política que se hace desde la oposición, en aras de buscar algo de unidad. De hecho, le dijo al periódico español que es necesario que personas como él, el mismo Guaidó y Leopoldo López se pongan de acuerdo en ir todos a unas primarias y asumir al que gane como el candidato de todos.
“Lo que está claro es que el cambio no sería igual con Capriles que con Guaidó, por ejemplo”, le dijo la periodista Inés Santaeulalia en la entrevista. Él respondió: “Absolutamente distinto. Mi propuesta es de encuentro, de paz, de prosperidad, de progreso, no de cambiar un conflicto por otro. Hay algunos colegas míos que son la continuación del conflicto. Son más sexis las posiciones extremas que las posiciones moderadas, pero creo que la gente tiene claro qué es lo que quiere y no quiere conflicto, no quiere seguir en la polarización”. Interrogado sobre qué haría para gobernar con los chavistas, agregó: “Ya goberné con el chavismo cuando derroté a Diosdado Cabello en las elecciones a gobernador de Miranda. Ya pasé por lo que es desmontar la polarización para poder gobernar. Esa sigue siendo mi visión”.
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