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Ha pasado casi un mes desde que Kristhyan David, quien está a tan solo días de cumplir dos años, fue encontrado por las autoridades estadounidenses en el desierto del estado de Arizona junto a los cuerpos sin vida de su madre, la colombiana Claudia Marcela Peña, y de su hermana de 10 años.
La familia intentó cruzar la frontera de manera ilegal, guiados por un ´coyote´, como se le conoce a las personas que se aprovechan de los migrantes. Cuando las condiciones del viaje empeoraron por cuenta del clima, el grupo fue abandonado por su guía y quedaron a la deriva. Solo el pequeño sobrevivió al calor infernal de Arizona.
Acompañado por la terapeuta que lo recibió en un albergue en California tras la muerte de su mamá y su hermana, el pequeño Kristhyan David llegó el viernes a un aeropuerto en Florida para encontrarse con su padre, Hugo Morales, a quien solo había conocido por videollamadas.
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La reunión entre ambos se retrasó varios días, pues los agentes de protección fronteriza que tenían la custodia del menor debían esperar a realizarle una prueba de ADN a Morales para comprobar su paternidad.
“Es una felicidad muy grande recibir a mi hijo, pero todavía sigo con mi duelo por dentro por haber perdido a mi esposa y a mi hija. La verdadera felicidad para mí en este momento hubiera sido tenerlos a los tres juntos acá conmigo”, dijo Morales.
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Al padre del menor, quien sigue visiblemente afectado por esta tragedia, lo acompañó en este momento su madre, Cristina Pinzón, quien viajó desde Colombia para estar en el recibimiento de Kristhyan David.
“Vine a acompañarlo en este proceso de aprender a ser padre y madre a la vez”, dijo Pinzón.
Tanto Morales como su hijo tienen la recomendación de recibir apoyo psicológico para enfrentar el trauma que les ha dejado este episodio en sus vidas. El pequeño Kristhyan David ha dado señales de progreso, pues mostró mucha más calma durante el reencuentro con su padre en comparación a cuando llegó al albergue en California.
“Vamos a hacer de este niño un gran hombre”, dijo Morales.
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