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En la madrugada del miércoles, el Senado de Argentina le dio luz verde a la legalización del aborto voluntario en el país. Como señaló la senadora Anabel Fernández Sagasti, una de las legisladoras claves para la aprobación del proyecto, “el país no volverá a ser el mismo después de esta jornada”.
Tras un intenso debate, que transcurrió con algunos congresistas presentes en la sala y otros participando de forma remota, 38 senadores le dieron el sí al proyecto frente a los 29 que dijeron que votaron por el no a la aprobación. Hubo una abstención de un legislador y cuatro ausencias.
💻Con 38 votos afirmativos, 29 votos negativos y 1 abstención queda aprobado el proyecto de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y a la atención postaborto
— Senado Argentina (@SenadoArgentina) December 30, 2020
“La sociedad no va a ser la misma. El Estado no va a ser el mismo. Ya no nos van a empujar a la clandestinidad. Y habremos conquistado el poder de decidir”, sentenció Sagasti.
Miles de manifestantes a favor de la propuesta ocuparon las calles aledañas al Congreso, con afiches y banderas verdes, en una calurosa jornada del verano austral.
“Estamos muy ansiosas, tenemos mucha confianza de que efectivamente sea ley, ahora, si eso no llega a suceder vamos a seguir en la calle, porque esta lucha nació en las calles y va a seguir en las calles”, declaró a AFP Silvia Saravia, activista a favor del aborto horas antes de la decisión.
La oposición a la interrupción voluntaria del embarazo, que adoptó el color celeste para distinguirse, ha tenido como abanderadas a la Iglesia Católica y a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, promotoras también de masivas marchas callejeras.
El papa Francisco, antiguo arzobispo de Buenos Aires, publicó este martes un tuit en el que destacó que “el Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura”, un mensaje que, pese a no ser explícito, la prensa interpretó como de rechazo a la ley.
Pero la presión de los religiosos y de los sectores conservadores, que en 2018 contribuyó a que una iniciativa similar se hundiera, no impidió que se aprobara la ley en esta ocasión.
El gobierno calcula que hay entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos anuales, en un país de 45 millones de habitantes. Desde la restauración democrática en 1983, hubo más de 3000 mujeres muertas por abortos inseguros. Sin embargo, estos son solo estimados. Con esta decisión, la sociedad argentina podrá tener números concretos sobre el aborto en el país, lo que conducirá a mejores políticas públicas en materia de salud, además de, por supuesto, otorgarle a las mujeres el derecho a decidir si quieren o no ser madres.
Hay que destacar que junto al proyecto para la interrupción voluntaria del embarazo, el Senado evaluó también en esta sesión una propuesta complementaria del gobierno, el Plan de los 1.000 días, destinada a apoyar material y sanitariamente a mujeres de sectores vulnerables que deseen ser madres, para evitar que motivos económicos induzcan a un aborto.
“Esta ley no obliga a abortar. No promueve el aborto. Solo le da un marco legal y seguro (...) si mi voto ayuda a salvar que una mujer no pierda la vida, voto a favor de esta ley”, dijo el senador del gobernante Frente de Todos (FdT) Sergio Leavy, uno de los considerados clave en el debate, colocando al aborto legal más cerca de ser aprobado en Argentina.
El presidente de centro-izquierda Alberto Fernández, impulsor de la iniciativa inspirado en los principios de la organización Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, identificada con el verde, saludó la decisión del Congreso.
Hasta ahora, Argentina solo permitía el aborto en caso de violación o de riesgo de vida para la mujer, según la legislación que rige desde 1921.
¿Cuáles son las claves de la nueva ley?
- El aborto se permite hasta la semana catorce. Después de este, solo se podrá acceder al aborto en dos circunstancias: violación o si está en peligro la vida o la salud de la madre.
- En los casos de violación, las víctimas deberán denunciar el delito ante las autoridades competentes.
- Para las menores de 13 años se requiere un consentimiento informado y la asistencia de por lo menos uno de sus progenitores. Además, las adolescentes de entre 13 y 16 años deberán contar con un acompañante.
- La persona gestante deberá expresar su consentimiento por escrito.
- El profesional de salud tiene el derecho a ejercer la objeción de conciencia.
- Si una institución privada no cuenta con profesionales para realizar la interrupción del embarazo, dicha institución deberá ayudar en el proceso de comunicación con otra institución.
- Se deberá mantener la privacidad y el derecho a la intimidad de quienes recurran a las instituciones médicas para solicitar un aborto.
Esta histórica decisión podría impulsar a otras naciones de la región a seguir el camino de Argentina, país que siempre ha marcado la pauta en la agenda política del continente.