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Tras el secuestro de siete adolescentes en un rancho del estado de Zacatecas y el asesinato de seis de ellos, pues uno sobrevivió, se ha vuelto a hablar de la violencia que azota a esta región mexicana, en disputa por varios grupos criminales. Según datos oficiales, entre enero y agosto de este año fueron asesinadas 536 personas, la mayoría de ellas con arma de fuego. De hecho, el estado es uno de los que más padece de la violencia relacionada con el crimen organizado. Allí, los grupos delictivos se pelean por las rutas para traficar drogas y otros negocios ilícitos.
Desde principios de mes se registraron algunos hechos violentos en esta zona al norte de México: al menos 17 personas fueron asesinadas en distintos ataques entre la noche del sábado 2 de septiembre y la mañana del domingo 3 en tres municipios, según informó el diario La Jornada. Pero no solo eso: si la situación sigue como hasta ahora, el estado podría cerrar el 2023 con una cifra récord de desaparecidos. En tan solo los primeros ocho meses de este año, se conocieron 720 casos de personas no localizadas. La prensa local le atribuye esto a la disputa que sostienen por el control territorial los carteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación.
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El más reciente rapto de los muchachos, quienes tenían entre 14 y 18 años, ocurrió después del secuestro y posible asesinato de otros cinco jóvenes, amigos de la infancia, en Lagos de Moreno, Jalisco. En ese mismo estado, el mes pasado, fueron secuestrados y después hallados muertos cinco policías en Villa Hidalgo. A eso se suma que en Guadalupe, otra vez Zacatecas, hallaron cuatro cabezas humanas abandonadas en bolsas de plástico y que allí mismo ocurrió una masacre que dejó seis muertos. La violencia no para, y el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador lo reconoció este jueves: “Es lamentable”.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), nueve de cada diez zacatecanos se sienten inseguros en las principales ciudades donde viven. La preocupación es latente: las personas piensan que cuando salen a las calles, las pueden matar, y las cifras lo muestran. Solo en 2022 hubo 1.432 homicidios en Zacatecas: 1.261 de las víctimas fueron hombres y 621 de ellos tenían menos de 30 años. A esto se suma que, según los estudios de la entidad, cerca de la mitad de los zacatecanos no confían en las policías estatales ni municipales.
En medio de este panorama, México suma más de 420.000 muertos y unos 100.000 desaparecidos, la mayoría atribuidos a las organizaciones criminales, desde el lanzamiento de una polémica ofensiva militar antidrogas en diciembre de 2006.
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