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Informe expone la explotación en la industria de modelos webcam en Colombia

Los relatos develan un “sistema de coerción” y amenazas a modelos para “realizar ante las cámaras actos sexuales que no querían realizar”.

09 de diciembre de 2024 - 02:57 p. m.
Imagen de referencia. El informe revela prácticas reiterativas de “abusos verbales, físicos y sexuales”.
Imagen de referencia. El informe revela prácticas reiterativas de “abusos verbales, físicos y sexuales”.
Foto: EFE - Luis Gandarillas
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La industria de modelos webcam en Colombia, el millonario negocio del contenido erótico transmitido en vivo por Internet, está plagada de casos de explotación sexual y laboral, denunció Human Rights Watch (HRW) en un informe divulgado el lunes.

El negocio es redondo para empresarios, que además esquivan controles de las plataformas para la protección de menores.

Elaborado a partir de entrevistas a medio centenar de modelos webcam, el extenso reporte de la oenegé hace públicas las “condiciones horrorosas de trabajo” en los estudios de producción en la capital Bogotá (centro) y las ciudades de Medellín (noroeste), Cali y Palmira (suroeste).

También revela prácticas reiterativas de “abusos verbales, físicos y sexuales”, turnos de 18 horas sin descansos, “coacciones” para realizar actos “degradantes” y espacios en “condiciones antihigiénicas” que han afectado la salud física y mental de las trabajadoras, que han presentado “erupciones cutáneas e infecciones”.

Muchas modelos se unen a estudios “porque no disponen de la intimidad, el equipo tecnológico o la conectividad a Internet necesarios para retransmitir desde casa”.

Las empresas se quedan “hasta con el 70 por ciento” de los ingresos y comúnmente manejan los accesos a las cuentas que las modelos usan para transmitir a través de diversas plataformas, según HRW.

“Las plataformas de webcam para adultos con sede en EE.UU. y Europa deben abordar de inmediato los abusos laborales y la explotación sexual en los estudios de webcam colombianos”, enfatizó.

La investigación, para la cual colaboraron organizaciones locales de trabajadoras sexuales, recoge crudos testimonios como el de una modelo “aterrorizada ante la posibilidad de que se rompiera una botella de cristal que le habían presionado a insertarse”.

Los relatos develan un “sistema de coerción” y amenazas a modelos para “realizar ante las cámaras actos sexuales que no querían realizar”.

Aunque los testimonios recogidos por HRW eran de mayores de edad, varias personas revelaron que comenzaron a trabajar desde adolescentes en la industria de contenido erótico.

Los estudios “violaron las restricciones de edad de las plataformas al ‘reciclar’ cuentas que estaban registradas a nombre de antiguas modelos adultas”, apuntó la oenegé.

Varios entrevistados aseguraron de su lado haber visto a personas que parecían ser menores de edad en los estudios y que los productores con frecuencia fomentaban actos de modelos que “fingen ser niños” a pedido de los clientes.

El trabajo sexual, que es legal en Colombia, está bajo la mira debido a varios casos de alto perfil de explotación y violencia sexual contra niños ocurridos en 2024.

El año pasado, en el país se denunciaron 264 casos de explotación sexual, la cifra más alta en los últimos 15 años, de acuerdo con la Procuraduría.

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