Así fue el primer día del juicio político en Ecuador contra Guillermo Lasso

La Organización de Estados Americanos (OEA) anotó en un comunicado la necesidad de que el juicio “ofrezca todas las garantías de justicia y respete las normas del debido proceso”.

Bajo la manga, al mandatario le queda el mecanismo de la denominada muerte cruzada, que implica disolver el Congreso para dar paso a elecciones generales anticipadas.

Desde que está vigente la Constitución de Ecuador, aprobada en 2008, Lasso es el primer presidente en pasar por el banquillo de acusados en calidad de juicio político. De ser censurado, Lasso se convertiría en el segundo mandatario ecuatoriano en ser destituido en juicio político luego de que en 1933 fuera cesado Juan de Dios Martínez (1932-1933).

En dado caso, será subrogado por su vicepresidente Alfredo Borrero para completar el período de cuatro años.

📝 Sugerimos: Guillermo Lasso, entre la falta de legitimidad y la destitución en Ecuador

El futuro del actual líder del Ejecutivo puede tomar tres caminos diferentes: ser destituido, disolver el Congreso o permanecer en el cargo con un Legislativo dominado por la izquierda. Vale la pena mencionar que desde que llegó a su cargo como jefe de Estado, Lasso se ha visto inmerso no solo en acusaciones de corrupción sino en una situación de seguridad cada vez más deteriorada, según afirmó Daniel Pontón, máster en Política Pública a El Espectador, lo cual ha significado menos apoyo popular.

En la sesión, que arrancó en la mañana de este martes, inició con la presencia de 109 de los 137 asambleístas de la Cámara. Primero intervendrán dos voceros designados antes de dar paso a la participación de Lasso, que se prevé comience alrededor del mediodía.

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Durante dos horas, dos legisladores presentaron los argumentos en los cuales, según ellos, Lasso debería ser depuesto del Gobierno. Ahora es el turno del jefe de Estado para defenderse ante todos los congresistas y presentar pruebas que contradigan los señalamientos que lo involucran a él y a funcionarios de su gabinete en un desfalco de dinero de cerca de US$6 millones.

Luego de la intervención de Lasso, habrá derecho a la réplica y posteriormente se abrirá el debate. Se procederá a la votación luego de 72 horas de terminado el mencionado debate.

Bajo la manga, al mandatario le queda el mecanismo de la denominada “muerte cruzada”, que implica disolver el Congreso para dar paso a elecciones generales anticipadas.

“Ahí es cuando podría potencialmente haber un problema social, una inestabilidad real” por las pugnas de poder y vacíos que deja esa figura, sostuvo a la AFP el politólogo Esteban Nichols, de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito.

La disolución fue implantada por el gobierno de Correa (2007-2017) y sería la primera vez que se aplica.

Para Oyarte, este mecanismo sería una “irresponsabilidad política” que beneficiaría a la izquierda del correísmo en el caso de comicios antes de hora.

“Si bien no es seguro que obtengan la presidencia de la República, algo sí es seguro: sus parlamentarios, que hoy suman 49 de 137, subirán sus escaños”, sostuvo.

De ser censurado, Lasso se convertiría en el segundo mandatario ecuatoriano en ser destituido en juicio político luego de que en 1933 fuera cesado Juan de Dios Martínez (1932-1933).

Será subrogado por su vicepresidente Alfredo Borrero para completar el período de cuatro años.

El proceso despierta los fantasmas de la inestabilidad política que vivió Ecuador entre 1997 y 2005, cuando tres gobernantes que surgieron de las urnas fueron derrocados.

El Congreso requiere 92 de los 137 votos para cesar a Lasso, en una deliberación que podría tomar varios días. Esta es la segunda vez que el exbanquero queda entre la espada y la pared. En junio pasado el Parlamento intentó mediante votación directa destituirlo en medio de violentas protestas indígenas contra el alto costo de vida.

Al Congreso, en esa ocasión, le faltaron 12 votos para concretar la remoción por una grave crisis política y conmoción interna.

De salvarse nuevamente, Lasso no tendrá más que “ver cómo el país sigue por el despeñadero” al tener que gobernar con un Congreso opositor y sin puentes de comunicación, señaló a la AFP el constitucionalista Rafael Oyarte.

Sangrientas manifestaciones contra el gobierno y fracasos en las urnas han debilitado la imagen del mandatario.

Lasso usó una de las tres horas que tenía destinadas para su defensa y lanzó un abanico de reclamos a la oposición encabezados por un reiterado “yo los acuso”.

“Yo los acuso a ustedes de haber abandonado su rol de legisladores, ustedes no crean leyes sino que las destruyen”, aseguró.

La sesión fue suspendida hasta las 3:00 p. m. tras la intervención del presidente Guillermo Lasso.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, alegó el martes ante el Congreso su “total, evidente e incuestionable” inocencia en el presunto delito de peculado por el que la oposición de izquierda le enjuicia políticamente, con miras a destituirle del cargo.

“No hay pruebas ni testimonios relevantes. Más bien lo único que hay son informaciones que comprueban mi total, evidente e incuestionable inocencia”, declaró el gobernante de derecha en el hemiciclo, en el que la mayoría opositora requiere el voto de 92 de los 137 asambleístas para aprobar una moción de censura y destituirlo.

Durante las próximas tres horas, Guillermo Lasso deberá presentar los conocidos “descargos” ante el Congreso, es decir, los argumentos sobre los cuales intentará defenderse por la acusación de peculado.

Vale la pena mencionar que este juicio se aprobó a comienzos de mayo, por lo cual el presidente ha tenido cerca de tres semanas para preparar pruebas y un discurso que demuestre su inocencia. Desde hace meses, Lasso ha señalado que este juicio político que se ejecuta en su contra es un “infundado proceso”, lo cual ha generado más allá de un debate en la esfera política, un motivo de polarización en Ecuador entre partidos.

El presidente inicio diciendo que esto es una “ficción”, y señaló que los interpelantes “no se enteraron que las empresas públicas son entidades autónomas”. Esto en relación con el señalamiento de que mientras ha sido jefe de Estado, tuvo conocimiento de un desfalco de dineros públicos y, según la oposición, lo permitió.

En su discurso, Lasso apelará a que las acusaciones que se le achacan son ajenas a su Gobierno, pues se ha referido a que las normas que presuntamente violó existían desde antes que llegara a la Presidencia. Además, en el comienzo de su alocución señaló que los contratos “perjuiciosos” para el Estado ecuatoriano se firmaron meses antes de que ganara en las urnas y consiguiera posesionarse como cabeza del Ejecutivo.

Decenas de personas de movilizan en Quito para apoyar a Guillermo Lasso mientras de defiende ante el Congreso. El apoyo popular a Lasso se ha visto también a través de una petición en el portal Change.org, que hasta el momento reúne más de 20.000 firmas para que el actual jefe de Estado permanezca en el Ejecutivo.

A pocos minutos de la intervención de Guillermo Lasso, los congresistas se preparan para escuchar qué tiene que decir el jefe de Estado frente a las acusaciones de peculado. En su alocución se espera que el presidente hable no solo de los señalamientos de malversación de fondos, sino de otras medidas que respalden su imagen mientras ha ocupado el Ejecutivo.

En la primera parte del juicio político se presentaron varios videos y audios en que se mostraba cómo, según la oposición, Lasso tenía conocimiento de que unos contratos que se encontraban vigentes acarreaban pérdidas para el Estado ecuatoriano, y aún así, alegan los legisladores, Lasso decidió mantenerlos activos.

Viviana Veloz, la legisladora encargada de dar las primeras pruebas del juicio político, concluyó que a Lasso solo le quedan tres opciones: la renuncia, la destitución y la cárcel. En su alocución, Veloz criticó todo el sistema de Gobierno de Guillermo Lazo, incluida su gestión, los miembros de su gabinete político y las decisiones que para ella y los integrantes de la oposición, constituyeron un “fracaso” en términos de Gobierno.

Por su parte, el congresista Esteban Torres continuó con la interpelación mencionando que “el juicio político contra Lasso es legítimo”, esto debido a que Lasso ha expresado a sus seguidores que este proceso es un ataque a la democracia.

Además, Torres cuestionó la política de seguridad que Lasso ha mantenido durante su Gobierno. Solo en los dos años que ha fungido como presidente, el jefe de Estado ha instaurado medidas “debatibles” como dar vía libre al porte de armas a los civiles y permitir que, en las cárceles, especialmente en Guayaquil, haya habido disturbios y más de medio centenar de asesinatos.

“Si el presidente es censurado y destituido, como espero; lo sustituirá el vicepresidente... El actual mandatario ha fracasado”, acotó Torres.

La principal acusación que ha surgido en este juicio político es que Lasso, durante su presidencia, conocía que había contratos activos en Ecuador que tendrían riesgos y perjuicios para la economía del país. No obstante, asegura la oposición, Lasso decidió que estos acuerdos siguieran celebrándose.

De acuerdo con El Universo, un periódico ecuatoriano, en el juicio los legisladores han acusado que Lasso removió a un funcionario que intentó poner fin a estos contratos al tratarse de un asunto que ponía en riesgo la economía estatal.

Según las denuncias, el presidente continuó con un contrato firmado antes de su posesión para el transporte de crudo con el grupo internacional Amazonas Tanker, que dejó pérdidas por más de US#6 millones.

Ante el panorama en que posiblemente se decrete que Lasso debe salir de la presidencia, el jefe de Estado podría utilizar una herramienta constitucional bautizada como “muerte cruzada”. Esta figura jurídica fue implantada por el gobierno de Correa (2007-2017) y establece que el “Presidente de la República del Ecuador (pueda) disolver la Asamblea Nacional, llamar a elecciones generales y gobernar por decreto durante seis meses”, según asegura el diario El Comercio.

Esteban Nichols, politólogo de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito asegura que usar esta medida “podría potencialmente haber un problema social, una inestabilidad real” por las pugnas de poder y vacíos que deja.

El ministro de Gobierno, Henry Cucalón, reiteró esta mañana que Lasso comparecerá ante la Asamblea y le “va a hablar al país a través de la Legislatura”.

“El presidente de la República no ha cometido peculado alguno” y los acusadores “no han presentado prueba alguna, pero por el talante democrático que tiene el jefe de Estado va a cumplir con su palabra, va a presentarse a la Asamblea”, dijo en la televisión Gamavisión.

La sesión de este martes inició con la entonación del himno nacional de Ecuador y con una larga lectura del caso y sus preámbulos por parte del secretario del Legislativo.

Lasso ha insistido en que este juicio político es un atentado a la democracia y un ataque contra su gestión, mientras que la oposición, que tiene un alto porcentaje en el Congreso, ha emprendido una campaña en la que pretenden que antes de finalizar este año, el presidente deje el cargo y haya una transición hacia otro jefe de Estado.

Sin embargo, en el inicio del juicio se ha criticado la gestión de Lasso e incluso se han presentado videos con la música de la película “El Padrino”, en relación a lo que varios de los legisladores consideran una mafia desde el seno de la Presidencia.

Además, las encuestas demuestran que solo un 13 % de la población apoya al actual presidente, esto debido en gran medida a su gestión y la gran cantidad de pruebas que se han presentado estos últimos meses que lo relacionan con el escándalo de corrupción por el que es juzgado.

En Quito y otras ciudades principales varias decenas de manifestantes se concentran a observar el juicio político contra Lasso. El presidente, que ha negado cualquier vínculo con la corrupción a través de declaraciones y su círculo político, ha buscado respaldo popular ante las acusaciones de corrupción que se le achacan desde hace un año.

Viviana Veloz, legisladora que inicio el juicio político, se dirigió a la Asamblea criticando la gestión de Guillermo Lasso desde que llegó a la jefatura de Estado. La congresista señaló que desde incluso antes de ganar en los comicios, Lasso ya conocía hechos de corrupción en empresas públicas.

El Congreso requiere 92 de los 137 votos para cesar a Lasso, que en junio de 2022 tuvo que comparecer ante la Asamblea. En aquella ocasión, el Parlamento intentó mediante votación directa destituirlo en medio de violentas protestas indígenas contra el alto costo de vida. Ese proyecto no avanzó debido a que faltaron 12 votos legislativos para removerlo de la presidencia.

De salvarse nuevamente, Lasso no tendrá más que “ver cómo el país sigue por el despeñadero” al tener que gobernar con un Congreso opositor y sin puentes de comunicación, señaló el constitucionalista Rafael Oyarte.

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La Organización de Estados Americanos (OEA) anotó en un comunicado la necesidad de que el juicio “ofrezca todas las garantías de justicia y respete las normas del debido proceso”.

Bajo la manga, al mandatario le queda el mecanismo de la denominada muerte cruzada, que implica disolver el Congreso para dar paso a elecciones generales anticipadas.

Desde que está vigente la Constitución de Ecuador, aprobada en 2008, Lasso es el primer presidente en pasar por el banquillo de acusados en calidad de juicio político. De ser censurado, Lasso se convertiría en el segundo mandatario ecuatoriano en ser destituido en juicio político luego de que en 1933 fuera cesado Juan de Dios Martínez (1932-1933).

En dado caso, será subrogado por su vicepresidente Alfredo Borrero para completar el período de cuatro años.

📝 Sugerimos: Guillermo Lasso, entre la falta de legitimidad y la destitución en Ecuador

El futuro del actual líder del Ejecutivo puede tomar tres caminos diferentes: ser destituido, disolver el Congreso o permanecer en el cargo con un Legislativo dominado por la izquierda. Vale la pena mencionar que desde que llegó a su cargo como jefe de Estado, Lasso se ha visto inmerso no solo en acusaciones de corrupción sino en una situación de seguridad cada vez más deteriorada, según afirmó Daniel Pontón, máster en Política Pública a El Espectador, lo cual ha significado menos apoyo popular.

En la sesión, que arrancó en la mañana de este martes, inició con la presencia de 109 de los 137 asambleístas de la Cámara. Primero intervendrán dos voceros designados antes de dar paso a la participación de Lasso, que se prevé comience alrededor del mediodía.

📝 Sugerimos: Ecuador y su peor crisis política en 40 años: esto es lo que debe saber

Durante dos horas, dos legisladores presentaron los argumentos en los cuales, según ellos, Lasso debería ser depuesto del Gobierno. Ahora es el turno del jefe de Estado para defenderse ante todos los congresistas y presentar pruebas que contradigan los señalamientos que lo involucran a él y a funcionarios de su gabinete en un desfalco de dinero de cerca de US$6 millones.

Luego de la intervención de Lasso, habrá derecho a la réplica y posteriormente se abrirá el debate. Se procederá a la votación luego de 72 horas de terminado el mencionado debate.

Bajo la manga, al mandatario le queda el mecanismo de la denominada “muerte cruzada”, que implica disolver el Congreso para dar paso a elecciones generales anticipadas.

“Ahí es cuando podría potencialmente haber un problema social, una inestabilidad real” por las pugnas de poder y vacíos que deja esa figura, sostuvo a la AFP el politólogo Esteban Nichols, de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito.

La disolución fue implantada por el gobierno de Correa (2007-2017) y sería la primera vez que se aplica.

Para Oyarte, este mecanismo sería una “irresponsabilidad política” que beneficiaría a la izquierda del correísmo en el caso de comicios antes de hora.

“Si bien no es seguro que obtengan la presidencia de la República, algo sí es seguro: sus parlamentarios, que hoy suman 49 de 137, subirán sus escaños”, sostuvo.

De ser censurado, Lasso se convertiría en el segundo mandatario ecuatoriano en ser destituido en juicio político luego de que en 1933 fuera cesado Juan de Dios Martínez (1932-1933).

Será subrogado por su vicepresidente Alfredo Borrero para completar el período de cuatro años.

El proceso despierta los fantasmas de la inestabilidad política que vivió Ecuador entre 1997 y 2005, cuando tres gobernantes que surgieron de las urnas fueron derrocados.

El Congreso requiere 92 de los 137 votos para cesar a Lasso, en una deliberación que podría tomar varios días. Esta es la segunda vez que el exbanquero queda entre la espada y la pared. En junio pasado el Parlamento intentó mediante votación directa destituirlo en medio de violentas protestas indígenas contra el alto costo de vida.

Al Congreso, en esa ocasión, le faltaron 12 votos para concretar la remoción por una grave crisis política y conmoción interna.

De salvarse nuevamente, Lasso no tendrá más que “ver cómo el país sigue por el despeñadero” al tener que gobernar con un Congreso opositor y sin puentes de comunicación, señaló a la AFP el constitucionalista Rafael Oyarte.

Sangrientas manifestaciones contra el gobierno y fracasos en las urnas han debilitado la imagen del mandatario.

Lasso usó una de las tres horas que tenía destinadas para su defensa y lanzó un abanico de reclamos a la oposición encabezados por un reiterado “yo los acuso”.

“Yo los acuso a ustedes de haber abandonado su rol de legisladores, ustedes no crean leyes sino que las destruyen”, aseguró.

La sesión fue suspendida hasta las 3:00 p. m. tras la intervención del presidente Guillermo Lasso.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, alegó el martes ante el Congreso su “total, evidente e incuestionable” inocencia en el presunto delito de peculado por el que la oposición de izquierda le enjuicia políticamente, con miras a destituirle del cargo.

“No hay pruebas ni testimonios relevantes. Más bien lo único que hay son informaciones que comprueban mi total, evidente e incuestionable inocencia”, declaró el gobernante de derecha en el hemiciclo, en el que la mayoría opositora requiere el voto de 92 de los 137 asambleístas para aprobar una moción de censura y destituirlo.

Durante las próximas tres horas, Guillermo Lasso deberá presentar los conocidos “descargos” ante el Congreso, es decir, los argumentos sobre los cuales intentará defenderse por la acusación de peculado.

Vale la pena mencionar que este juicio se aprobó a comienzos de mayo, por lo cual el presidente ha tenido cerca de tres semanas para preparar pruebas y un discurso que demuestre su inocencia. Desde hace meses, Lasso ha señalado que este juicio político que se ejecuta en su contra es un “infundado proceso”, lo cual ha generado más allá de un debate en la esfera política, un motivo de polarización en Ecuador entre partidos.

El presidente inicio diciendo que esto es una “ficción”, y señaló que los interpelantes “no se enteraron que las empresas públicas son entidades autónomas”. Esto en relación con el señalamiento de que mientras ha sido jefe de Estado, tuvo conocimiento de un desfalco de dineros públicos y, según la oposición, lo permitió.

En su discurso, Lasso apelará a que las acusaciones que se le achacan son ajenas a su Gobierno, pues se ha referido a que las normas que presuntamente violó existían desde antes que llegara a la Presidencia. Además, en el comienzo de su alocución señaló que los contratos “perjuiciosos” para el Estado ecuatoriano se firmaron meses antes de que ganara en las urnas y consiguiera posesionarse como cabeza del Ejecutivo.

Decenas de personas de movilizan en Quito para apoyar a Guillermo Lasso mientras de defiende ante el Congreso. El apoyo popular a Lasso se ha visto también a través de una petición en el portal Change.org, que hasta el momento reúne más de 20.000 firmas para que el actual jefe de Estado permanezca en el Ejecutivo.

A pocos minutos de la intervención de Guillermo Lasso, los congresistas se preparan para escuchar qué tiene que decir el jefe de Estado frente a las acusaciones de peculado. En su alocución se espera que el presidente hable no solo de los señalamientos de malversación de fondos, sino de otras medidas que respalden su imagen mientras ha ocupado el Ejecutivo.

En la primera parte del juicio político se presentaron varios videos y audios en que se mostraba cómo, según la oposición, Lasso tenía conocimiento de que unos contratos que se encontraban vigentes acarreaban pérdidas para el Estado ecuatoriano, y aún así, alegan los legisladores, Lasso decidió mantenerlos activos.

Viviana Veloz, la legisladora encargada de dar las primeras pruebas del juicio político, concluyó que a Lasso solo le quedan tres opciones: la renuncia, la destitución y la cárcel. En su alocución, Veloz criticó todo el sistema de Gobierno de Guillermo Lazo, incluida su gestión, los miembros de su gabinete político y las decisiones que para ella y los integrantes de la oposición, constituyeron un “fracaso” en términos de Gobierno.

Por su parte, el congresista Esteban Torres continuó con la interpelación mencionando que “el juicio político contra Lasso es legítimo”, esto debido a que Lasso ha expresado a sus seguidores que este proceso es un ataque a la democracia.

Además, Torres cuestionó la política de seguridad que Lasso ha mantenido durante su Gobierno. Solo en los dos años que ha fungido como presidente, el jefe de Estado ha instaurado medidas “debatibles” como dar vía libre al porte de armas a los civiles y permitir que, en las cárceles, especialmente en Guayaquil, haya habido disturbios y más de medio centenar de asesinatos.

“Si el presidente es censurado y destituido, como espero; lo sustituirá el vicepresidente... El actual mandatario ha fracasado”, acotó Torres.

La principal acusación que ha surgido en este juicio político es que Lasso, durante su presidencia, conocía que había contratos activos en Ecuador que tendrían riesgos y perjuicios para la economía del país. No obstante, asegura la oposición, Lasso decidió que estos acuerdos siguieran celebrándose.

De acuerdo con El Universo, un periódico ecuatoriano, en el juicio los legisladores han acusado que Lasso removió a un funcionario que intentó poner fin a estos contratos al tratarse de un asunto que ponía en riesgo la economía estatal.

Según las denuncias, el presidente continuó con un contrato firmado antes de su posesión para el transporte de crudo con el grupo internacional Amazonas Tanker, que dejó pérdidas por más de US#6 millones.

Ante el panorama en que posiblemente se decrete que Lasso debe salir de la presidencia, el jefe de Estado podría utilizar una herramienta constitucional bautizada como “muerte cruzada”. Esta figura jurídica fue implantada por el gobierno de Correa (2007-2017) y establece que el “Presidente de la República del Ecuador (pueda) disolver la Asamblea Nacional, llamar a elecciones generales y gobernar por decreto durante seis meses”, según asegura el diario El Comercio.

Esteban Nichols, politólogo de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito asegura que usar esta medida “podría potencialmente haber un problema social, una inestabilidad real” por las pugnas de poder y vacíos que deja.

El ministro de Gobierno, Henry Cucalón, reiteró esta mañana que Lasso comparecerá ante la Asamblea y le “va a hablar al país a través de la Legislatura”.

“El presidente de la República no ha cometido peculado alguno” y los acusadores “no han presentado prueba alguna, pero por el talante democrático que tiene el jefe de Estado va a cumplir con su palabra, va a presentarse a la Asamblea”, dijo en la televisión Gamavisión.

La sesión de este martes inició con la entonación del himno nacional de Ecuador y con una larga lectura del caso y sus preámbulos por parte del secretario del Legislativo.

Lasso ha insistido en que este juicio político es un atentado a la democracia y un ataque contra su gestión, mientras que la oposición, que tiene un alto porcentaje en el Congreso, ha emprendido una campaña en la que pretenden que antes de finalizar este año, el presidente deje el cargo y haya una transición hacia otro jefe de Estado.

Sin embargo, en el inicio del juicio se ha criticado la gestión de Lasso e incluso se han presentado videos con la música de la película “El Padrino”, en relación a lo que varios de los legisladores consideran una mafia desde el seno de la Presidencia.

Además, las encuestas demuestran que solo un 13 % de la población apoya al actual presidente, esto debido en gran medida a su gestión y la gran cantidad de pruebas que se han presentado estos últimos meses que lo relacionan con el escándalo de corrupción por el que es juzgado.

En Quito y otras ciudades principales varias decenas de manifestantes se concentran a observar el juicio político contra Lasso. El presidente, que ha negado cualquier vínculo con la corrupción a través de declaraciones y su círculo político, ha buscado respaldo popular ante las acusaciones de corrupción que se le achacan desde hace un año.

Viviana Veloz, legisladora que inicio el juicio político, se dirigió a la Asamblea criticando la gestión de Guillermo Lasso desde que llegó a la jefatura de Estado. La congresista señaló que desde incluso antes de ganar en los comicios, Lasso ya conocía hechos de corrupción en empresas públicas.

El Congreso requiere 92 de los 137 votos para cesar a Lasso, que en junio de 2022 tuvo que comparecer ante la Asamblea. En aquella ocasión, el Parlamento intentó mediante votación directa destituirlo en medio de violentas protestas indígenas contra el alto costo de vida. Ese proyecto no avanzó debido a que faltaron 12 votos legislativos para removerlo de la presidencia.

De salvarse nuevamente, Lasso no tendrá más que “ver cómo el país sigue por el despeñadero” al tener que gobernar con un Congreso opositor y sin puentes de comunicación, señaló el constitucionalista Rafael Oyarte.

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