Insurrección en Brasil: ¿es hora de replantear el diseño de los edificios de poder?
Cada insurrección trae un fascinante debate sobre la arquitectura de los edificios de poder. En medio de la admiración por los diseños de Niemeyer, surge la pregunta sobre cómo hacer para ofrecer más seguridad en la Plaza de los Tres Poderes.
Camilo Gómez Forero
En medio del caos que supone una insurrección, como la vista en Estados Unidos en 2021 o la de Brasil del pasado domingo, hay un grupo de personas a las que las invade un sorprendente estado de fascinación, intriga y meditación cuando esto sucede; un estado que supera la preocupación e incertidumbre que sacude al resto por un ataque violento de este calibre: hablamos de los arquitectos.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
En medio del caos que supone una insurrección, como la vista en Estados Unidos en 2021 o la de Brasil del pasado domingo, hay un grupo de personas a las que las invade un sorprendente estado de fascinación, intriga y meditación cuando esto sucede; un estado que supera la preocupación e incertidumbre que sacude al resto por un ataque violento de este calibre: hablamos de los arquitectos.
“Es enormemente preocupante que estos manifestantes de extrema derecha tengan tanto desprecio por la democracia y el arte, pero debo admitir que la arquitectura de Niemeyer se veía maravillosa bajo la ocupación”, escribió Richard Truscott, uno de los tantos arquitectos que reaccionó al violento intento de los bolsonaristas de tomarse el poder en Brasil.
Al igual que Truscott, Nuno Montenegro, un arquitecto portugués, se mostró maravillado por la obra maestra de Oscar Niemeyer, artífice del diseño de Brasilia, la capital de Brasil desde 1960 y por ende de la Plaza de los Tres Poderes, objeto del ataque de los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro. También manifestó preocupación por su legado.
“Oscar Niemeyer imaginó una arquitectura libre de barreras, muros y fronteras. Una visión poética de una sociedad libre y responsable. Hoy, esta visión está amenazada por la ignorancia y la violencia”, escribió Montenegro.
Niemeyer, un símbolo de la arquitectura y cultura de Brasil, dijo sobre su proyecto que “parecía como si naciera una nueva sociedad, con todas las barreras tradicionales dejadas de lado”. La accesibilidad era fundamental para él, y por eso redujo los soportes de construcción para que las estructuras parecieran elevadas en el aire. Incluso sus tejados fueron más accesibles. La Unesco lo llamó un “ejemplo definitivo de urbanismo modernista del silo XX”. Era una visión utópica de progreso construido sobre ideales de igualitarismo.
🌎 Le puede interesar: Bolsonaro fue hospitalizado en Estados Unidos. ¿Qué se sabe?
Pero los arquitectos no son los únicos, por supuesto: Oliver Staley, editor de The Observer, dijo tras el ataque en Brasilia que “sin nada más, el caos nos da la oportunidad de admirar la arquitectura de Oscar Niemeyer de nuevo”. Y Kelsey Ables, de The Washington Post, dedicó un artículo entero sobre la arquitectura futurista de Niemeyer que le dio a la insurrección una suerte de “telón de fondo de ciencia ficción”. La arquitectura y el diseño de los edificios de poder parece ser una conversación tan necesaria como el futuro político de un país, luego de un intento de golpe.
Y es que la fascinación por la arquitectura tras un evento caótico como el visto en Brasilia no es nuevo. Luego del ataque protagonizado por trumpistas al Capitolio de Estados Unidos, arquitectos, periodistas y expertos en seguridad se dedicaron a admirar, en primer lugar, y a examinar el diseño de los edificios de poder en la capital y la solidez de las medidas de seguridad para evitar que algo así ocurriera de nuevo.
“Las reacciones del público moderno al ataque al Capitolio revelan cuánto valoramos la arquitectura como simbólica, hasta en los detalles. Los informes y artículos de reflexión que condenan el ataque al Capitolio como símbolo de nuestro país no sorprenden. Pero lea los informes y las respuestas, y verá repetidas referencias a ventanas rotas, puertas rotas, personas que forzaron el acceso a las habitaciones y profanaron pasillos y rotondas. Procesamos la violencia dentro de un contexto arquitectónico. Y entendemos el asalto al edificio del Capitolio como un asalto no solo a una estructura y sus detalles arquitectónicos, sino como un asalto a lo que entendemos que significa la arquitectura”, escribió Elizabeth W. Thill, doctora en Arqueología Clásica de la Universidad de Carolina del Norte-Chapel.
Al igual que el Capitolio en Washington D. C. —ciudad que también fue construida con el objetivo de convertirse en la capital del país—, la Plaza de los Tres Poderes ilustra las necesidades contrapuestas de la arquitectura moderna de un edificio público: tener un acceso abierto a las instituciones, algo clave para una sociedad libre y democrática, pero que pueda proteger a las personas, y sobre todo al poder, de un ataque. Sobre esto, el Capitolio y la Plaza de los Tres Poderes tenían visiones diferentes: el primer edificio se mostraba como un bastión, y la segunda mostraba cualidades de una meseta libre. Las dos fracasaron en su misión de proteger.
“No pude evitar notar la ironía de ver edificios saqueados cuando habían sido diseñados con precisión para ser accesibles para todos”, le dijo arès el-Dahdah, profesor de la Universidad Rice que ha escrito sobre la arquitectura moderna de Brasil, a The Washington Post.
📄 Le recomendamos: La sombra del pasado militarista en Brasil
La historia, y los detalles ofrecidos por expertos en la arquitectura de estos edificios, señalan un punto crucial sobre el diseño de estos: con cada acto de terrorismo, el diseño se reajusta para ofrecer más seguridad ante bombas, por ejemplo. Pero nadie pensaba en la posibilidad de un ataque doméstico.
“Después del atentado con camión bomba en la ciudad de Oklahoma en 1995, por parte de extremistas antigubernamentales, las ciudades de todo el país comenzaron una ola de construcción de muros protectores e improvisaron jardineras de concreto alrededor de edificios sensibles… Reemplazamos jardineras de concreto deterioradas del Capitol Hill con un fuerte anillo perimetral vehicular diseñado para conectar secciones existentes de paredes decorativas con bolardos de acero. Pero a través de nuestras sesiones de planificación de seguridad con múltiples agencias de seguridad federal, nadie planteó el espectro de una insurrección masiva hacia el Capitolio. La posibilidad de una turba de terrorismo doméstico nunca se planteó”, contó Alan M. Hantman, décimo arquitecto del Capitolio a cargo de los arreglos del edificio entre 1997 y 2007, a USA Today.
Estos edificios, el Capitolio y todos los ubicados en la Plaza de los Tres Poderes en Brasil, son un tesoro de la arquitectura moderna, pero los ataques que han sufrido en los últimos dos años señalan la urgencia de que estos y otros edificios en el mundo reconsideren fortalecer sus medidas de seguridad ante un hipotético ataque doméstico. Hantman tiene una idea de lo que podría hacerse para no arruinar el diseño original y, en este caso, los países del Golfo podrían ser una inspiración.
“Al elaborar estrategias para el futuro, creo que debemos evitar el espectro de crear una Zona Verde amurallada permanente en el corazón de nuestra nación, como las de Bagdad o Islamabad, para proteger al gobierno y a los funcionarios electos de nuestros propios ciudadanos. La arquitectura puede mitigar una variedad de amenazas a la seguridad, pero solo puede ser efectiva si se usa junto con una vigilancia policial profesional en el sitio y una comunicación efectiva e inteligencia compartida que se traduzca en la acción necesaria”, señala el arquitecto estadounidense.
Pero, sobre todo, Hantman pide trabajar en el respeto de la Constitución. Esto es lo único, dice, que protegerá las instituciones democráticas y promoverá la confianza entre partidos políticos. “Solo esa combinación de esfuerzos puede proteger a nuestro país contra la insurrección. Los muros de hormigón armado y las vallas de acero que rodean Capitol Hill no son la respuesta”, concluyó.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Le invitamos a verlas en El Espectador.