Jet de Kylie Jenner contamina en una semana lo mismo que un colombiano promedio al año
La empresaria es cuestionada por cómo su estilo de vida afecta al planeta. No es la única. Según Naciones Unidas, el 1 % de la población más rica del mundo produce el doble de las emisiones de carbono combinadas del 50 % más pobre.
Kylie Jenner no había salido de una polémica cuando ya estaba entrando en otra. La modelo y empresaria estadounidense, conocida por participar de la serie Keeping Up With the Kardashians, fue acusada de tener muy poca conciencia con la clase trabajadora luego de publicar el fin de semana una fotografía en la que se abraza con su pareja, el rapero Travis Scott, en la que aparecen de fondo sus dos jets privados estacionados.
“¿Quieres tomar el tuyo o el mío?”, escribió la menor de las Jenner en el mensaje que acompaña la publicación.
La alusión a la fortuna de la que gozan ella y Scott incomodó a sus seguidores en todo el mundo, quienes se enfrentan a los efectos de la inflación. El mensaje quedó claro: ambos cuentan con mucho dinero, el suficiente para tener una aeronave cada uno. Pero no sería la falta de conciencia de clase en estos momentos la gota que rebasó la copa y le significó una ola de reproches en redes sociales.
Esta semana, el jet privado de Jenner, el “Kylie Air”, realizó un vuelo de 17 minutos de duración para ir desde Camarillo, California, hasta Van Nuys, ubicado en el mismo estado. El recorrido es de aproximadamente 65 kilómetros, similar a la distancia que hay entre Bogotá y Villavicencio. En carro, ir de Camarillo a Van Nuys toma 45 minutos en automóvil. No es mucha la diferencia: quien quiera que haya estado a bordo de la aeronave solo se ahorró 25 minutos de tráfico. ¿A qué costo?
No hay que tener muchos conocimientos de mecánica o aeronáutica para saber que una aeronave gasta mucho más combustible que un automóvil. Según los cálculos, el vuelo en el jet de Jenner generó 0,24 toneladas métricas de dióxido de carbono. El viaje en automóvil habría generado 0,02 toneladas métricas. Es un costo significativo para el medio ambiente, y una muestra enorme sobre la desigualdad: una persona promedio es responsable de 4,9 toneladas métricas de emisiones en países como Reino Unido. En Colombia, según el Ministerio de Medio Ambiente, una persona es responsable de 1,6 toneladas de emisiones de CO₂ al año.
Pongamos esto en perspectiva: seis viajes en el jet de Jenner, como el que hizo de Camarillo a Van Nuys, contaminan lo mismo que un colombiano en un año. Hay que recordar que los aviones privados, como el “Kylie Air” de Jenner, un Bombardier Global 7500, pueden causar de 5 a 14 veces más contaminación que los aviones comerciales. Es por eso que los activistas que alertan sobre el calentamiento global piden que estas aeronaves se queden en tierra.
Esta historia fue expuesta por la cuenta @CelebJets, la cual vigila los viajes de jets privados de celebridades para denunciar su impacto al medio ambiente. Lo que encontró esta cuenta es que este no es el único vuelo de menos de 20 minutos que tiene Jenner en su historial, y es que esta no es la primera vez que la celebridad causa polémica por su estilo de vida. En 2019, la empresaria recibió críticas por ir a recoger en su jet a su hermana, Kendall, para llevarla a cenar. La cuenta también ha publicado el historial de viajes cortos de otros famosos, como el boxeador Floyd Mayweather.
Luego del vuelo de Camarillo a Van Nuys, el “Kylie Air” fue hasta Palm Springs, lo que tomó 29 minutos y generó el doble de emisiones que el primer viaje. En automóvil, el recorrido habría tomado dos horas. La aeronave propiedad de Jenner habría realizado por lo menos cinco viajes en la última semana de menos de 30 minutos cada uno. En pocas palabras: el “Kylie Air” ocasionó en una semana más contaminación que la que podrá ocasionar la persona que escribió o leyó este artículo en todo el año.
“Kylie Jenner: criminal climática a tiempo completo. Nunca se debe permitir que estos aviones despeguen”, escribió el director de teatro Jack MacGregor, furioso por la noticia.
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La élite contaminante
Parece que nos ensañamos con Jenner, pero el problema va más allá de su figura. La élite contaminante, entre la que se encuentra esta empresaria, es decir, el 5 % de los más ricos en el mundo, contribuyó con el 37 % del crecimiento de las emisiones de gases contaminantes entre 1990 y 2015. Según Naciones Unidas, el 1 % de la población más rica del mundo produce el doble de las emisiones de carbono combinadas del 50 % más pobre.
Hace un par de años, el profesor de Gestión de Servicios de la Universidad de Lund, Stefan Gossling, realizó un estudio sobre los aviones privados de las personas ricas. Sus hallazgos fueron muy importantes: las celebridades causan 10,000 veces más emisiones de carbono que una persona promedio.
Gossling rastreó a través de las redes sociales, solo con fines de su investigación, la información de los viajes de personas como Paris Hilton y Bill Gates. Según sus cálculos, el fundador de Microsoft fue responsable de la emisión de al menos 1.600 toneladas de CO₂ en 2019.
“Destacar el alcance de esta disparidad es clave dado que la humanidad ha acordado estabilizar el calentamiento global en 2 °C. Para lograr este objetivo, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse drásticamente. El Acuerdo de París acepta que la carga debería repartirse mejor: los países que emiten mucho por ciudadano deberían hacer mayores contribuciones a la descarbonización”, destacó Gossling.
Para el profesor Gossling, “es claro que los gobiernos deben seguir al público y prestar más atención al consumo para frenar la creciente clase de personas muy ricas que contribuyen de manera muy significativa a las emisiones y alientan a todos los demás a aspirar a estilos de vida tan dañinos”.
La conclusión: el mundo necesita que los ricos cambien radicalmente su estilo de vida para poder luchar contra la crisis climática. Acá están algunos de sus efectos:
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Kylie Jenner no había salido de una polémica cuando ya estaba entrando en otra. La modelo y empresaria estadounidense, conocida por participar de la serie Keeping Up With the Kardashians, fue acusada de tener muy poca conciencia con la clase trabajadora luego de publicar el fin de semana una fotografía en la que se abraza con su pareja, el rapero Travis Scott, en la que aparecen de fondo sus dos jets privados estacionados.
“¿Quieres tomar el tuyo o el mío?”, escribió la menor de las Jenner en el mensaje que acompaña la publicación.
La alusión a la fortuna de la que gozan ella y Scott incomodó a sus seguidores en todo el mundo, quienes se enfrentan a los efectos de la inflación. El mensaje quedó claro: ambos cuentan con mucho dinero, el suficiente para tener una aeronave cada uno. Pero no sería la falta de conciencia de clase en estos momentos la gota que rebasó la copa y le significó una ola de reproches en redes sociales.
Esta semana, el jet privado de Jenner, el “Kylie Air”, realizó un vuelo de 17 minutos de duración para ir desde Camarillo, California, hasta Van Nuys, ubicado en el mismo estado. El recorrido es de aproximadamente 65 kilómetros, similar a la distancia que hay entre Bogotá y Villavicencio. En carro, ir de Camarillo a Van Nuys toma 45 minutos en automóvil. No es mucha la diferencia: quien quiera que haya estado a bordo de la aeronave solo se ahorró 25 minutos de tráfico. ¿A qué costo?
No hay que tener muchos conocimientos de mecánica o aeronáutica para saber que una aeronave gasta mucho más combustible que un automóvil. Según los cálculos, el vuelo en el jet de Jenner generó 0,24 toneladas métricas de dióxido de carbono. El viaje en automóvil habría generado 0,02 toneladas métricas. Es un costo significativo para el medio ambiente, y una muestra enorme sobre la desigualdad: una persona promedio es responsable de 4,9 toneladas métricas de emisiones en países como Reino Unido. En Colombia, según el Ministerio de Medio Ambiente, una persona es responsable de 1,6 toneladas de emisiones de CO₂ al año.
Pongamos esto en perspectiva: seis viajes en el jet de Jenner, como el que hizo de Camarillo a Van Nuys, contaminan lo mismo que un colombiano en un año. Hay que recordar que los aviones privados, como el “Kylie Air” de Jenner, un Bombardier Global 7500, pueden causar de 5 a 14 veces más contaminación que los aviones comerciales. Es por eso que los activistas que alertan sobre el calentamiento global piden que estas aeronaves se queden en tierra.
Esta historia fue expuesta por la cuenta @CelebJets, la cual vigila los viajes de jets privados de celebridades para denunciar su impacto al medio ambiente. Lo que encontró esta cuenta es que este no es el único vuelo de menos de 20 minutos que tiene Jenner en su historial, y es que esta no es la primera vez que la celebridad causa polémica por su estilo de vida. En 2019, la empresaria recibió críticas por ir a recoger en su jet a su hermana, Kendall, para llevarla a cenar. La cuenta también ha publicado el historial de viajes cortos de otros famosos, como el boxeador Floyd Mayweather.
Luego del vuelo de Camarillo a Van Nuys, el “Kylie Air” fue hasta Palm Springs, lo que tomó 29 minutos y generó el doble de emisiones que el primer viaje. En automóvil, el recorrido habría tomado dos horas. La aeronave propiedad de Jenner habría realizado por lo menos cinco viajes en la última semana de menos de 30 minutos cada uno. En pocas palabras: el “Kylie Air” ocasionó en una semana más contaminación que la que podrá ocasionar la persona que escribió o leyó este artículo en todo el año.
“Kylie Jenner: criminal climática a tiempo completo. Nunca se debe permitir que estos aviones despeguen”, escribió el director de teatro Jack MacGregor, furioso por la noticia.
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La élite contaminante
Parece que nos ensañamos con Jenner, pero el problema va más allá de su figura. La élite contaminante, entre la que se encuentra esta empresaria, es decir, el 5 % de los más ricos en el mundo, contribuyó con el 37 % del crecimiento de las emisiones de gases contaminantes entre 1990 y 2015. Según Naciones Unidas, el 1 % de la población más rica del mundo produce el doble de las emisiones de carbono combinadas del 50 % más pobre.
Hace un par de años, el profesor de Gestión de Servicios de la Universidad de Lund, Stefan Gossling, realizó un estudio sobre los aviones privados de las personas ricas. Sus hallazgos fueron muy importantes: las celebridades causan 10,000 veces más emisiones de carbono que una persona promedio.
Gossling rastreó a través de las redes sociales, solo con fines de su investigación, la información de los viajes de personas como Paris Hilton y Bill Gates. Según sus cálculos, el fundador de Microsoft fue responsable de la emisión de al menos 1.600 toneladas de CO₂ en 2019.
“Destacar el alcance de esta disparidad es clave dado que la humanidad ha acordado estabilizar el calentamiento global en 2 °C. Para lograr este objetivo, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse drásticamente. El Acuerdo de París acepta que la carga debería repartirse mejor: los países que emiten mucho por ciudadano deberían hacer mayores contribuciones a la descarbonización”, destacó Gossling.
Para el profesor Gossling, “es claro que los gobiernos deben seguir al público y prestar más atención al consumo para frenar la creciente clase de personas muy ricas que contribuyen de manera muy significativa a las emisiones y alientan a todos los demás a aspirar a estilos de vida tan dañinos”.
La conclusión: el mundo necesita que los ricos cambien radicalmente su estilo de vida para poder luchar contra la crisis climática. Acá están algunos de sus efectos:
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