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Los senadores y congresistas que solicitaron recortar la ayuda financiera directa que recibe la Policía Nacional de Colombia no quitan el dedo del renglón. Al interior del Congreso, algunos políticos estadounidenses hacen lo que está a su alcance para que la Administración de Joe Biden “envíe una señal contundente al Gobierno colombiano”.
El congresista Jim McGovern, uno de los que apoyó la solicitud, habló con la Agencia Anadolu y aseguró que además de sugerir y apoyar el recorte financiero a la ayuda directa que recibe la Policía colombiana, está enfocado en evitar que el dinero de los contribuyentes estadounidenses sea utilizado para “dañar a los colombianos” que ejercen su derecho a protestar.
“Hemos alentado a la Administración de Biden a enviar una señal contundente al Gobierno colombiano de que estamos muy preocupados por lo que está sucediendo. Sugerí que suspendamos la asistencia de seguridad a Colombia, y ahora quiero asegurarme de que nada de nuestro dinero se vaya a la Policía Nacional, ya que se ha utilizado de la manera que hemos visto en los videos cuando la Policía está provocando a manifestantes inocentes y pacíficos”, dijo McGovern.
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La respuesta de parte de la Administración Biden a la crisis política y social en Colombia fue criticada entre los congresistas en Estados Unidos. McGovern considera que esta no fue la más acertada y de ahí que ahora la presión se esté enfocando en el recorte al apoyo financiero a la Policía colombiana.
Estados Unidos, bajo la Administración Biden, ya recortó en los últimos seis meses presupuesto de ayuda financiera para las policías y otras instituciones de El Salvador, Honduras y Guatemala, por señalamientos de violaciones a derechos humanos y corrupción hacia funcionarios públicos, policías y diputados de estos países.
La violencia se desató en Colombia hace más de dos meses, después de que el presidente Iván Duque anunciara una reforma tributaria que despertó el descontento nacional, en medio de la crisis económica que viven muchos colombianos por la pandemia de COVID-19.
Durante las protestas, que iniciaron el pasado 28 de abril en el marco del llamado paro nacional, decenas de personas han fallecido y otras han resultado heridas debido a la violenta represión con la que Policía intentó detener a los manifestantes. Además, al menos dos policías fallecieron y otros miembros de la fuerza pública también fueron lesionados en enfrentamientos durante las protestas.
McGovern es el presidente del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes del Congreso, que tiene una gran influencia en la política estadounidense, pues ahí se decide si una propuesta de ley debe pasar de esa instancia al Senado. Los recortes presupuestarios a la ayuda financiera hacia los países de Centroamérica pasaron primero por las manos de ese grupo.
Las imágenes en Estados Unidos han resultado perturbadoras para los congresistas, que han expresado públicamente su rechazo a la violencia en el territorio colombiano.
Según McGovern, los colombianos están cansados de la situación social y política y las protestas son un derecho de todos los ciudadanos de cualquier país del mundo. Por eso está dispuesto a seguir presionando para que la Policía que intenta reprimir a los manifestantes no reciba dinero estadounidense.
“Es realmente horrible lo que está pasando, tenemos que estar pendientes de las ventas comerciales de equipos al ESMAD en Colombia, para asegurarnos de que no estén comprando balas o cualquier tipo de equipo antidisturbios que se pueda usar o especialmente que se haya usado contra los manifestantes. La gente está protestando porque está cansada del Gobierno”, aseguró el congresista.
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Y continuó: “El Gobierno no está prestando atención al hecho de que la pobreza está creciendo, el desempleo está creciendo, la pandemia de COVID-19 se ha manejado mal, los jóvenes no ven un futuro. Por eso los colombianos están saliendo a la calle, están diciendo que ya es suficiente. En los países democráticos la gente tiene derecho a protestar”.
Ante los señalamientos de algunos sectores y de congresistas republicanos que aseguran que la izquierda y otros sectores venezolanos están detrás de las protestas en Colombia, McGovern señala que estas son excusas para no asumir la responsabilidad que tiene el gobierno de Duque y para desestimar la presión de los colombianos.
“Cuando el Gobierno de Colombia responde que las protestas son solo un montón de izquierdistas o que estos son manifestantes inspirados en hechos de otros países, o que los venezolanos son responsables… ¡Por favor! Esto está sucediendo en todo el país. Hay una gran insatisfacción y el Gobierno colombiano tiene que llegar a resolverlo para responderles a los ciudadanos, pero lo que no debe hacer es sancionar con ese tipo de reacción violenta que vemos por parte de la Policía colombiana”, apuntó.
McGovern también señala que el clima de violencia y la falta de atención o respuesta a los problemas de pobreza y desempleo sin violencia por parte del Gobierno no solo daña la imagen que Colombia ha construido internacionalmente y que le ha costado construir, sino que también pone en riesgo el clima de inversión extranjera en el país.
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“Vemos a la gente protestando pacíficamente y vemos a la Policía responder violentamente. Eso es inaceptable, es un crimen contra los derechos humanos. ¿Cree que a los inversionistas les gustaría invertir en un país donde la pobreza crece y va en la dirección equivocada? Colombia es un país increíble, con posibilidades infinitas, con potencial, pero, ¿cree que las empresas internacionales o estadounidenses querrían invertir en un país donde la Policía está brutalizando a los manifestantes pacíficos?”, dijo el congresista.
McGovern tenía un viaje a Colombia programado en dos semanas para reunirse con representantes de algunos sectores. Sin embargo, decidió aplazarlo debido al alza de casos de COVID-19 que afecta al país.
Centroamérica, otro desafío
En los primeros seis meses de la Administración Biden, la política exterior de Estados Unidos ha tenido que sumar varios desafíos importantes en Latinoamérica. Además de Colombia, la Casa Blanca ha tenido que lidiar con la crisis social y política que afecta sus relaciones en Centroamérica, donde Nicaragua y El Salvador son el centro de atención.
Algunos analistas predijeron que el efecto “Trump” alcanzaría a Latinoamérica en los primeros meses de gobierno de Biden. La falta de interés por parte de Estados Unidos en el enfoque de derechos humanos y de acercamiento a los países latinoamericanos fue evidente durante la administración de Donald Trump.
La represión que se observa en Colombia y en Nicaragua en contra de las protestas de los ciudadanos o los ataques a periodistas que se han presentado en El Salvador, Honduras y también Nicaragua, son similares a los que emprendió Trump en Estados Unidos durante su gestión.
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“Donald Trump le hizo cosas horribles a este país. Sus ataques a nuestra prensa libre de manera regular, su burla sobre las respuestas violentas a las protestas de la gente… tal vez algunos de los líderes en América Latina piensen que ese es el modelo para seguir. Y no lo es. Donald Trump perdió y perdió porque la mayoría de la gente de este país se preocupa por nuestra democracia y por los derechos humanos”, dijo McGovern.
Varios congresistas también han expresado su preocupación ante la situación de Nicaragua, donde en las últimas semanas el gobierno de Daniel Ortega apresó a varios opositores y periodistas. En los últimos meses el Gobierno nicaragüense ha sido también señalado por la violencia de la Policía hacia los ciudadanos, por la represión y por violaciones a los derechos humanos.
“Estamos profundamente preocupados también por lo que está pasando en Nicaragua. Daniel Ortega se ha convertido en un autócrata, no queda nada en él que se parezca a ninguna de las prioridades que tenía cuando llegó al poder hace años y años. Su historial de derechos humanos es horrible, el arresto de todos sus opositores políticos es simplemente inaceptable”, señaló el congresista.