Joe Manchin, ¿el hombre más poderoso de Washington?
Los demócratas necesitan que todos los miembros de su bancada estén unidos para pasar los proyectos de ley de la agenda del presidente Joe Biden. Uno de ellos se ha convertido en un dolor de cabeza.
Joe Biden puede estar sentado en la Oficina Oval de la Casa Blanca, pero es Joe Manchin, senador de West Virginia, quien puede ser considerado realmente como el hombre más poderoso de Washington en la actualidad. Bajo el sistema que rige el Senado, este demócrata conservador ostenta una posición extremadamente dominante sobre el resto de sus colegas del Partido Demócrata. Y él lo sabe, por lo que no aceptará ningún cambio en el sistema que implique perder su amplio poder.
“¿Disfrutas tu posición como el senador más poderoso?”, le preguntó Chris Wallace, periodista de Fox News, a Manchin a principios de marzo. “Deseo que no, eso sería horrible”, contestó el senador. “He visto el poder destruir a las personas, buenas personas, porque abusan de él”, complementó. Wallace, como otros republicanos, también reconocen que están ante una figura de poder de muy alto nivel.
Pero antes de entender por qué Manchin se convirtió en el senador poderoso que tiene contra las cuerdas a los demócratas, es importante saber quién es él y de dónde surgió. Después de todo, su nombre no fue relevante sino hasta después de las pasadas elecciones generales en Estados Unidos.
Manchin se bautizó a sí mismo como un “demócrata conservador moderado”. No es un liberal cualquiera: es el demócrata más republicano que hay en el país. Como muestra de ello están las estadísticas: fue el senador demócrata que más apoyó a los candidatos para conformar el gabinete del expresidente Donald Trump. Vota constantemente con los republicanos en los proyectos de ley y trabaja más con ellos que con sus colegas demócratas, según los números recogidos por FiveThirtyEight.
Vea también: Los republicanos son un problema para la democracia en Estados Unidos
El senador Manchin se graduó de Administración de Empresas de la Universidad de West Virginia tras conseguir una beca deportiva en 1965, pero no fue sino hasta casi 20 años después que comenzó su carrera en la política. Fue criado en Farmington, un pequeño pueblo minero del estado, lo que dio forma a algunas de sus posiciones políticas.
En 1982 fue elegido para la Cámara estatal, y cuatro años más tarde ascendió al Senado occidental donde permaneció hasta 1996. Después de eso continuó su carrera en la Gobernación de West Virginia, primero como secretario de Estado y luego como gobernador hasta 2010, cuando decidió lanzarse al Senado de Estados Unidos. Manchin logró un escaño en el Legislativo que ha sostenido durante ya tres periodos.
Cabe resaltar que las victorias de Manchin en la contienda por el Senado son consideradas como algunas de las más impresionantes en la política estadounidense en el siglo XXI debido a que fueron de un demócrata en un estado tan plenamente republicano. A diferencia de estos otros demócratas, logró sobrevivir en un estado que es el segundo más republicano de la nación por votación presidencial, y si no fuera por él, probablemente los votos a favor de Trump habrían sido más amplios en este estado.
Con el ascenso de Trump en 2017, Manchin comenzó a gozar de una posición privilegiada, pues al ser un demócrata con posiciones tan conservadoras en un estado tan republicano, el partido del expresidente comenzó a cortejarlo. Así, Manchin quedó más cerca de Trump que del propio partido al que pertenecía, pues tiene grandes choques con este en debates polémicos como el acceso al aborto, la posesión de armas, las políticas sobre medio ambiente, los derechos de la comunidad LGBT, salud, impuestos y el aumento al salario mínimo.
De hecho el expresidente republicano lo invitó a la Torre Trump para hablar. Luego de esto el senador se convirtió en una especie de “traductor” de las ideas del Estados Unidos de Trump para los liberales. Esto representaba un cambio total de la relación que tuvo con el expresidente Barack Obama, con quien no compartió tanto espacio por su inconformidad con su agenda progresista.
Aquella cercanía con Trump le valió a Manchin un gran desprecio de los miembros de su partido. Lo llegaron a calificar como un “enemigo de la pureza del partido” o un “demócrata solo de nombre”. Pero, ¿por qué es tan importante su papel entonces dentro del partido?
La situación actual es la siguiente: el Senado tiene 50 votos para los republicanos y 50 para los demócratas (48 demócratas y dos independientes). Y la vicepresidenta Kamala Harris sería la clave para romper con un empate en los votos. Pero no es tan fácil como parece. Hemos explicado con anterioridad, en el Legislativo hay una figura conocida como el ‘filibuster’, la cual hace que un partido requiera de por lo menos 60 votos para pasar una legislación importante.
Le puede interesar: ¿Qué es el ‘filibuster’ y por qué atormenta al Senado de Estados Unidos?
Esta regla arcaica ha sido condenada por la mayoría de los miembros del Partido Demócrata porque interrumpe el correcto funcionamiento del Senado, y les impide continuar con la agenda del presidente. Así que han pedido su eliminación. ¿Es posible? Por supuesto, pero para eliminar ese obstruccionismo necesitan contar con el voto de Manchin.
Manchin, quien ha estado en contra de la mayoría de propuestas de la agenda del presidente Biden, no ve con buenos ojos la eliminación del filibuster. Después de todo, con el obstruccionismo presente y las reglas tal y como están, los demócratas necesitan el sello de aprobación para toda las legislaciones, debido a la división del Senado. Claro, Kamala Harris es quien rompe el empate, pero para que ella lo haga se necesita un empate de todas maneras, y el voto de Manchin es clave para ello.
Una muestra del poder de Manchin fue el pasado proyecto de ley de alivio económico por la pandemia. Para darle su voto a los demócratas en esta importante legislación, el senador de West Virginia presionó para una mayor limitación y control en la elegibilidad de los pagos.
“La razón por la que Manchin se ha convertido en el centro de gravedad legislativo es obvia si no se dice: la amenaza implícita es que si no obtiene exactamente lo que quiere, emitirá un voto decisivo contra el proyecto de ley final, matándolo de una sola vez porque es casi seguro que habrá cero votos republicanos para la aprobación final, sin importar lo que haya en la legislación”, destaca David Sirota, columnista de The Guardian.
Y mientras Manchin parece estar satisfecho con su posición y feliz de ejercer su poder, Biden, quien ostenta la oficina más importante del planeta, se ha negado a confrontarlo para que acompañe su agenda y la de su partido. Hay proyectos clave que vienen en camino: aumento del salario mínimo y derecho al voto, y el presidente necesita que toda su bancada, sin excepción alguna, lo acompañe.
“Manchin considera que el Partido Republicano incluye personas con las que puede trabajar y parece pensar que el mayor problema en política es que los funcionarios electos de ambos lados no son lo suficientemente bipartidistas. Esta diferencia de puntos de vista entre Manchin y gran parte del resto del partido puede ser irreconciliable. Pero si no se reconcilian, el punto de vista de Manchin ganará, porque tiene un voto decisivo y parece muy dispuesto a utilizarlo”, destacó Perry Bacon, escritor del portal FiveThirtyEight.
Le recomendamos: La pelea de Washington DC por convertirse en un estado
Joe Biden puede estar sentado en la Oficina Oval de la Casa Blanca, pero es Joe Manchin, senador de West Virginia, quien puede ser considerado realmente como el hombre más poderoso de Washington en la actualidad. Bajo el sistema que rige el Senado, este demócrata conservador ostenta una posición extremadamente dominante sobre el resto de sus colegas del Partido Demócrata. Y él lo sabe, por lo que no aceptará ningún cambio en el sistema que implique perder su amplio poder.
“¿Disfrutas tu posición como el senador más poderoso?”, le preguntó Chris Wallace, periodista de Fox News, a Manchin a principios de marzo. “Deseo que no, eso sería horrible”, contestó el senador. “He visto el poder destruir a las personas, buenas personas, porque abusan de él”, complementó. Wallace, como otros republicanos, también reconocen que están ante una figura de poder de muy alto nivel.
Pero antes de entender por qué Manchin se convirtió en el senador poderoso que tiene contra las cuerdas a los demócratas, es importante saber quién es él y de dónde surgió. Después de todo, su nombre no fue relevante sino hasta después de las pasadas elecciones generales en Estados Unidos.
Manchin se bautizó a sí mismo como un “demócrata conservador moderado”. No es un liberal cualquiera: es el demócrata más republicano que hay en el país. Como muestra de ello están las estadísticas: fue el senador demócrata que más apoyó a los candidatos para conformar el gabinete del expresidente Donald Trump. Vota constantemente con los republicanos en los proyectos de ley y trabaja más con ellos que con sus colegas demócratas, según los números recogidos por FiveThirtyEight.
Vea también: Los republicanos son un problema para la democracia en Estados Unidos
El senador Manchin se graduó de Administración de Empresas de la Universidad de West Virginia tras conseguir una beca deportiva en 1965, pero no fue sino hasta casi 20 años después que comenzó su carrera en la política. Fue criado en Farmington, un pequeño pueblo minero del estado, lo que dio forma a algunas de sus posiciones políticas.
En 1982 fue elegido para la Cámara estatal, y cuatro años más tarde ascendió al Senado occidental donde permaneció hasta 1996. Después de eso continuó su carrera en la Gobernación de West Virginia, primero como secretario de Estado y luego como gobernador hasta 2010, cuando decidió lanzarse al Senado de Estados Unidos. Manchin logró un escaño en el Legislativo que ha sostenido durante ya tres periodos.
Cabe resaltar que las victorias de Manchin en la contienda por el Senado son consideradas como algunas de las más impresionantes en la política estadounidense en el siglo XXI debido a que fueron de un demócrata en un estado tan plenamente republicano. A diferencia de estos otros demócratas, logró sobrevivir en un estado que es el segundo más republicano de la nación por votación presidencial, y si no fuera por él, probablemente los votos a favor de Trump habrían sido más amplios en este estado.
Con el ascenso de Trump en 2017, Manchin comenzó a gozar de una posición privilegiada, pues al ser un demócrata con posiciones tan conservadoras en un estado tan republicano, el partido del expresidente comenzó a cortejarlo. Así, Manchin quedó más cerca de Trump que del propio partido al que pertenecía, pues tiene grandes choques con este en debates polémicos como el acceso al aborto, la posesión de armas, las políticas sobre medio ambiente, los derechos de la comunidad LGBT, salud, impuestos y el aumento al salario mínimo.
De hecho el expresidente republicano lo invitó a la Torre Trump para hablar. Luego de esto el senador se convirtió en una especie de “traductor” de las ideas del Estados Unidos de Trump para los liberales. Esto representaba un cambio total de la relación que tuvo con el expresidente Barack Obama, con quien no compartió tanto espacio por su inconformidad con su agenda progresista.
Aquella cercanía con Trump le valió a Manchin un gran desprecio de los miembros de su partido. Lo llegaron a calificar como un “enemigo de la pureza del partido” o un “demócrata solo de nombre”. Pero, ¿por qué es tan importante su papel entonces dentro del partido?
La situación actual es la siguiente: el Senado tiene 50 votos para los republicanos y 50 para los demócratas (48 demócratas y dos independientes). Y la vicepresidenta Kamala Harris sería la clave para romper con un empate en los votos. Pero no es tan fácil como parece. Hemos explicado con anterioridad, en el Legislativo hay una figura conocida como el ‘filibuster’, la cual hace que un partido requiera de por lo menos 60 votos para pasar una legislación importante.
Le puede interesar: ¿Qué es el ‘filibuster’ y por qué atormenta al Senado de Estados Unidos?
Esta regla arcaica ha sido condenada por la mayoría de los miembros del Partido Demócrata porque interrumpe el correcto funcionamiento del Senado, y les impide continuar con la agenda del presidente. Así que han pedido su eliminación. ¿Es posible? Por supuesto, pero para eliminar ese obstruccionismo necesitan contar con el voto de Manchin.
Manchin, quien ha estado en contra de la mayoría de propuestas de la agenda del presidente Biden, no ve con buenos ojos la eliminación del filibuster. Después de todo, con el obstruccionismo presente y las reglas tal y como están, los demócratas necesitan el sello de aprobación para toda las legislaciones, debido a la división del Senado. Claro, Kamala Harris es quien rompe el empate, pero para que ella lo haga se necesita un empate de todas maneras, y el voto de Manchin es clave para ello.
Una muestra del poder de Manchin fue el pasado proyecto de ley de alivio económico por la pandemia. Para darle su voto a los demócratas en esta importante legislación, el senador de West Virginia presionó para una mayor limitación y control en la elegibilidad de los pagos.
“La razón por la que Manchin se ha convertido en el centro de gravedad legislativo es obvia si no se dice: la amenaza implícita es que si no obtiene exactamente lo que quiere, emitirá un voto decisivo contra el proyecto de ley final, matándolo de una sola vez porque es casi seguro que habrá cero votos republicanos para la aprobación final, sin importar lo que haya en la legislación”, destaca David Sirota, columnista de The Guardian.
Y mientras Manchin parece estar satisfecho con su posición y feliz de ejercer su poder, Biden, quien ostenta la oficina más importante del planeta, se ha negado a confrontarlo para que acompañe su agenda y la de su partido. Hay proyectos clave que vienen en camino: aumento del salario mínimo y derecho al voto, y el presidente necesita que toda su bancada, sin excepción alguna, lo acompañe.
“Manchin considera que el Partido Republicano incluye personas con las que puede trabajar y parece pensar que el mayor problema en política es que los funcionarios electos de ambos lados no son lo suficientemente bipartidistas. Esta diferencia de puntos de vista entre Manchin y gran parte del resto del partido puede ser irreconciliable. Pero si no se reconcilian, el punto de vista de Manchin ganará, porque tiene un voto decisivo y parece muy dispuesto a utilizarlo”, destacó Perry Bacon, escritor del portal FiveThirtyEight.
Le recomendamos: La pelea de Washington DC por convertirse en un estado