John F. Kennedy, el legado de un guerrero que renació en el idealismo
En entrevista con El Espectador, Carolyn Eisenberg, profesora de historia y política exterior estadounidense en la Universidad Hofstra, habla sobre el legado del presidente John F. Kennedy en la historia de Estados Unidos.
María José Barrios Figueroa
Carolyn Eisenberg todavía recuerda cuando John F. Kennedy visitó New Jersey y pisó su barrio. El equipo de quien ser convertiría en presidente sabía que en ese estado no tenía todavía los votos que esperaban obtener, así que decidieron hacer un mitin. Miles de personas irían a verlo hablar, entre ellas, el vecino de Carolyn, que llevaba consigo una pancarta que decía “voten por Kennedy, es un pésimo golfista”.
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Carolyn Eisenberg todavía recuerda cuando John F. Kennedy visitó New Jersey y pisó su barrio. El equipo de quien ser convertiría en presidente sabía que en ese estado no tenía todavía los votos que esperaban obtener, así que decidieron hacer un mitin. Miles de personas irían a verlo hablar, entre ellas, el vecino de Carolyn, que llevaba consigo una pancarta que decía “voten por Kennedy, es un pésimo golfista”.
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“Ah sí, soy un pésimo golfista, pero me interesa lo que hagamos internacionalmente. Estoy interesado en cómo se ve Estados Unidos. No me encontrarán en un campo de golf cuando asuntos importantes tengan que ser tratados”, dijo JFK después de verlo.
Eisenberg, profesora de historia y política exterior estadounidense en la Universidad Hofstra, cuenta que ese es uno de los momentos que más llenan de orgullo a su vecino. Las palabras de Kennedy serían, entre otras cosas, lo que marcaría su figura para la posteridad. Sus discursos, su figura y su campaña marcarían el inicio de una nueva forma de hacer política en Estados Unidos.
Sobre el mandato de Kennedy y su legado en la historia estadounidense, esto fue lo que le contó la profesora Eisenberg a El Espectador:
¿Cuál cree que fue el impacto económico de Kennedy a largo plazo?
Creo que es un poco confuso decir cuáles fueron las políticas que realmente tuvieron un impacto positivo en la economía. Para ser clara, no soy economista. Él tenía un acercamiento muy conservador para salvar la economía en términos de concentrarse en bajar los impuestos y demás. Pero creo que cuando lo vemos de ahí en adelante, un factor crítico fue que terminó haciendo un gasto sustancial en términos militares y también en programas domésticos, que era algo opuesto a la forma en la que pensaba inicialmente, al menos en términos de presupuesto. Trataría de tener un presupuesto balanceado. Pero terminó teniendo una variedad de cosas que costaron dinero.
Sobre el movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos, se dice que John F. Kennedy tenía una relación complicada con el reverendo Martin Luther King, una de las figuras de liderazgo más importantes del movimiento. ¿Podría explicar un poco más de esto?
Kennedy no era, a pesar de cómo es recordado, un héroe de los derechos civiles, para nada. Pero hay ciertos episodios que probaron ser de gran ayuda para él. Por ejemplo, durante la campaña presidencial de 1960, cuando Martin Luther King fue encarcelado en Georgia, el hermano de Kennedy tuvo la brillante idea de que sería bueno para él que llamara la familia del reverendo, y lo hizo. Eso se convirtió luego en panfletos de propaganda que circularían por todo el sur de Chicago y otros lados.
De alguna forma, obtener el voto de la comunidad negra en el norte significaba que su propósito sería mostrarse como una persona por los derechos civiles. En términos prácticos, su idea era que no introduciría ninguna legislación de derechos civiles sino hasta su segundo periodo presidencial. Lo otro es, y esto no es tan conocido, el esfuerzo de Robert Kennedy como fiscal general y también como candidato para apaciguar las protestas de los movimientos por los derechos civiles, que era una presión continua desde la Casa Blanca. Así fueran manifestaciones por la libertad o la desegregación en ciudades del sur, siempre había como este encontronazo de “sí, sí, somos empáticos con ustedes. Sí, es una gran idea tener igualdad. Amamos eso. Pero ¿podrían, por favor, no hacer lo que pensaban hacer?”.
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El ejemplo más sorprendente de esto fue en la marcha de Washington de 1963, que Kennedy quería disuadir, así como otros líderes demócratas. Había mucha presión, informal y formal, en los líderes de la marcha para frenar el proyecto. Incluso, había mucho miedo alrededor de la marcha porque, de una u otra forma, la Casa Blanca estaba alimentando la idea de que, si ibas a la manifestación, esta sería peligrosa y habría mucha violencia. Y eso no ocurrió, sino que terminó siendo un gran evento y fue mucho más grande y algo muy importante, más de lo que se había anticipado. Solo cuando se terminó fue que los Kennedy lo aceptaron.
Añadido a esto hay otro ejemplo. Aún con la presión por parte de JFK y de Bobby Kennedy hacia los líderes del movimiento de derechos civiles, ellos continuaron haciendo lo que hacían, en términos de protestas y desafiando la discriminación en ciudades sureñas. No escuchaban a los Kennedy.
Una de las cosas que sorprendió a Kennedy fue la respuesta violenta que había a este tipo de movimientos, que incluía hasta el bombardeo hacia una iglesia en Birmingham en la que niñas pequeñas fueron asesinadas. Eran confrontaciones que él había esperado evitar, pero crearon una situación que no podía ignorar. Por eso, el año antes de su muerte, introdujo una ley por los derechos civiles, que no era lo planeado, pero era necesario teniendo en cuenta lo que estaba ocurriendo en el país.
Uno de los problemas que Kennedy consideraba importantes en su política exterior eran la amenaza comunista y la carrera armamentista nuclear. ¿Qué tanto impacto tuvo en el largo plazo?
Una de las cosas que me doy cuenta en mis cursos sobre este periodo de tiempo es que mis estudiantes no saben mucho de esto. Su imagen de los Kennedy es que eran personas de paz, y es muy difícil hacerles entender que Kennedy era un guerrero de la Guerra Fría (cold warrior) y que se presentó contra Nixon alegando que la administración Eisenhower había sido demasiado débil. Si miras esos debates presidenciales, Kennedy culpa a Eisenhower por dejar que los comunistas crecieran y ganaran. Eso era lo que haría, sería un mejor guerrero de la Guerra Fría (cold warrior).
Él se presentaba como un guerrero completo, con algunas ideas progresistas. Principalmente, está tratando de acabar con el comunismo, entonces hay muchas piezas en esa historia.
Ahora, sobre la crisis de los misiles en Cuba, también ese fue un momento importante en su mandato.
La crisis de los misiles es, creo yo, un momento definitivo para Jack Kennedy. Primero, estaba atrapado porque había venido diciendo que no había misiles en Cuba, cuando sí los había. Entonces siente que es imperativo actuar, que es su reacción apenas descubre que sí hay misiles. Bobby fue un halcón sobre la crisis de los misiles, incluso si trató de cubrirlo después. Pero la reacción inicial fue “ellos no pueden tener misiles y les vamos a demostrar lo que somos capaces de hacer”. Pero al final, incluso cuando sus consejeros le estaban dando consejos terribles, JFK hizo un trato con los rusos. Así fue como terminó.
Muy pocos saben eso, él reclamó una gran victoria porque sacó los misiles, pero prometió cosas a cambio, como no invadir Cuba, que probablemente lo habrían hecho si las cosas hubieran sido diferentes. También sobre los misiles que Estados Unidos tendría que sacar de Turquía. Bobby le dijo al embajador ruso que eso tenía que ser secreto, que, si los rusos decían algo, todo el acuerdo se caería.
Hay muchas implicaciones para esa historia. El presidente Kennedy no podía empezar a comprender la enormidad de esa crisis. De hecho, habían estado muy cerca de una guerra nuclear y cualquier cosa pudo haberla iniciado. Después de los hechos, él estaba comenzando a ver lo descabellado que había sido y empieza a pensar en la urgencia de acabar con la carrera nuclear, que es completamente opuesto a lo que había dicho cuando fue candidato para presidente.
Ahí es cuando da su famoso discurso en una universidad, que está muy enfocado en la necesidad de que Estados Unidos se lleve bien con la Unión Soviética y, en particular, para hacer algo sobre la amenaza nuclear. Entonces se involucra en una negociación con los rusos.
Al final de su vida hay un gran cambio, es mucho más realista que antes. Yo creo que la crisis de los misiles fue un tipo de renacimiento para que él viera lo grave que eran estas políticas sobre lo nuclear. Además de lo importante que era que no escuchara a sus consejeros y deja de hacerlo. Esa es una gran ventaja porque estos guerreros de la Guerra Fría, como Dean Acheson, habían cometido graves errores. Kennedy comienza a darse cuenta de que son irresponsables, de alguna forma.
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¿Qué cree que es lo que la gente más recuerda del mandato de Kennedy?
Esa es una pregunta interesante, porque en los temas internos, él no pudo hacer mucho. Me refiero a que tenía un Congreso hostil, tiene muchas personas sureñas en los Comités. Él no logra avanzar con la mayoría de los programas que tenía pensados a nivel interno. Pero creo que por lo que es recordado, y es una de las cosas que hace que su asesinato sea tan sorprendente, es que puso una nota de idealismo en nuestra política.
Cualquiera que fuera la realidad, como las operaciones secretas que estaba apoyando, cuando él hablaba, en su campaña y en los últimos momentos de su presidencia, estaba enfatizando valores que la gente apreciaba, como la paz, la necesidad de hacer frente a nuestros enemigos. También la importancia de derechos civiles, a regañadientes, aunque viene en torno eso, es presionado, pero recapacita. En general, la necesidad de adaptar políticas sociales que eran más igualitarias de lo que habíamos hecho en el pasado.
Para personas que tenían mi edad, que estábamos en la universidad, lo que él representaba eran los aspectos más elevados de la política. Yo creo que ese es su legado. La gente no lo recuerda por lo que hizo sobre nada. Pero recuerdan que era un presidente dignificado, que articulaba virtudes públicas y que tenía un efecto inspirador, creo yo, en mucha gente joven.
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