Las agencias de seguridad no solo no prestaron la suficiente atención a las amenazas; el auge de los grupos de extrema derecha, el surgimiento de nuevas teorías conspirativas y las batallas legales de Trump para revertir los resultados electorales, fueron elementos que aportaron al incremento de la violencia.
Foto: AFP - ALEX EDELMAN
Han pasado 308 días desde que una turba pro-Trump se tomó el Capitolio de Estados Unidos, la peor profanación del Congreso desde que las fuerzas británicas lo quemaron en 1814. Durante los 187 minutos más críticos de la historia reciente del país, cinco personas murieron y 140 policías fueron agredidos. Aunque los hechos siguen siendo materia de investigación por parte de las autoridades, un informe del Washington Post da cuenta sobre cómo la insurrección no fue un acto espontáneo ni un hecho aislado.