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Keiko Fujimori insistió durante más de un mes en que las elecciones de Perú estuvieron marcadas por el fraude. La candidata interpuso una serie de recursos para intentar demostrar su teoría del fraude pero los observadores internacionales y las autoridades locales desmintieron una a una sus sospechas.
También Estados Unidos declaró que se trató de “elecciones libres, justas, accesibles y pacíficas”, que constituyeron un “modelo de democracia en la región”.
Fujimori ha agotado en la práctica todas las vías legales para anular la elección alegando “graves irregularidades”.
Este lunes, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) declaró formalmente que Pedro Castillo es el nuevo presidente electo de Perú. El órgano electoral (ONPE), que llegó al 100% del escrutinio hace cuatro semanas, dio este lunes a Castillo 50,12% de los votos contra 49,87% para Fujimori.
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La candidata fujimorista no tuvo más remedio que aceptar la derrota. Dijo que reconocía los resultados que promulgue el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
“Voy a reconocer los resultados porque es lo que manda la ley y la Constitución que he jurado defender. La verdad va a terminar de salir a la luz de todas maneras”, manifestó en una conferencia de prensa. “Fuerza Popular ha accionado todos los recursos legales que le permitía la ley. Mientras tanto, los peruanos han visto que Perú Libre nos ha robado miles de votos el día de la elección”, indicó.
“La defensa de la democracia no termina con la promulgación ilegítima de Pedro Castillo. Esta defensa recién empieza”, añadió.
El JNE, que ha revisado las impugnaciones de votos, tenía previsto proclamar al nuevo gobernante el 15 de julio, pero la demora de uno de sus cuatro magistrados en firmar las actas causó un nuevo retraso.
Tras un quinquenio de convulsiones políticas que llevaron a Perú a tener tres presidentes en cinco días en noviembre de 2020, el país ha vivido bajo tensión desde el balotaje debido a la demora en conocerse oficialmente al vencedor y las denuncias de “fraude” planteadas por Fujimori, aunque sin aportar pruebas contundentes.
El conteo del órgano electoral (ONPE), que llegó al 100% hace cuatro semanas, dio a Castillo 50,12% de los votos contra 49,87% para Fujimori.
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El nuevo mandatario debe asumir el 28 de julio, día en que expira el mandato de Sagasti y en el que Perú conmemora el bicentenario de su independencia.
El camino hacia la proclamación se allanó el lunes luego que el JNE terminó de revisar las 270 impugnaciones de actas de votación que presentó el partido Fuerza Popular de Fujimori para anular miles de votos en mesas que favorecían a su adversario.
Fujimori, que enfrenta su tercer balotaje, había insinuado que no iba a reconocer la victoria de su rival si el JNE lo proclama ganador. “Dicen que en pocas horas o días van a consumar el fraude en mesa y nosotros les decimos que no vamos a aceptarlo”, declaró Fujimori en un mitin en Lima.
Fujimori pidió el 28 de junio a Sagasti que solicitara una “auditoría internacional” de los comicios, pero su pedido fue rechazado. El gobierno argumentó que la ley le prohíbe inmiscuirse en la contienda electoral y que cualquier irregularidad debe ser resuelta por el JNE.