La apuesta demócrata que no les gusta a los ricos en EE. UU.
Un nuevo proyecto, promovido por el Partido Demócrata y liderado por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, propone una reestructuración radical de la infraestructura del país amigable con el medio ambiente y capaz de generar millones de empleos en un futuro. Sin embargo, la idea ha caído mal en el Partido Republicano y otros sectores del país.
redacción internacional
Cuando Alexandria Ocasio-Cortez fue elegida senadora de Estados Unidos por el Partido Demócrata, el pasado 6 de noviembre, se sospechaba que daría de qué hablar en el futuro. No tardó mucho en hacerlo. Hace unos días, la congresista más joven en la historia del país, junto con el senador Ed Markey, lideró la presentación del Green New Deal, un colosal proyecto que pretende generar millones de empleos y subir la tasa de impuestos a las clases altas, mientras transforma la infraestructura energética de Estados Unidos.
Las voces republicanas saltaron de inmediato, como era de esperarse, y personajes del mundo financiero y tecnológico también han hecho sus reparos. Sin embargo, esta es la arriesgada apuesta demócrata para las elecciones presidenciales de 2020, en las que probablemente se tendrán que enfrentar al actual mandatario, Donald Trump.
Una de las críticas más fuertes que se le han hecho al proyecto, y a Ocasio-Cortez de paso, es que es más una declaración de principios que un plan factible de realizar, lo cual no corresponde a las promesas que se hicieron en campaña. La senadora, por su parte, confía en que el documento es la solución a largo plazo para el país.
El plan, entre otras cosas, pretende reemplazar el 100 % la emisión de gases de efecto invernadero de los procesos de manufactura y transporte.
Además, incluye proyectos como “actualizar todos los edificios existentes en los Estados Unidos y construir nuevos edificios para alcanzar máxima eficiencia energética, eficiencia de agua, seguridad, asequibilidad y durabilidad y se garantiza un empleo con un salario adecuado para sostener una familia, garantía familiar y médica adecuada, vacaciones pagadas y seguridad de jubilación para todas las personas de los Estados Unidos”.
Otro de los puntos calientes es el fiscal. Y es que el Partido Demócrata pretende subir los impuestos a las rentas más altas del país. Mientras la senadora Elizabeth Warren propuso una tasa a la riqueza, que busca gravar a los patrimonios de más de US$50 millones con un 2 % anual, Ocasio-Cortez planteó un alza de la tasa impositiva marginal al 70 %, desde el actual 37 %, a las rentas de más de US$10 millones.
La senadora de 29 años aseguró: “Habrá un momento en que la gente va a tener que empezar a pagar su parte correspondiente en impuestos. Quiere decir que a medida que subes la escalera de ingresos, deberías contribuir en mayor medida”.
Por su parte, Donald Trump utilizó el momento para intentar radicalizar las revolucionarias ideas y atraer a los demócratas moderados, advirtiendo sobre la posible entrada del socialismo al país. “Creo que es muy importante que los demócratas sigan adelante con su Green New Deal. Sería grandioso para la llamada ‘huella de carbono’ eliminar permanentemente aviones, autos, vacas, petróleo, gasolina y al Ejército; incluso si ningún otro país hace lo mismo. ¡Brillante!”, aseguró en su cuenta de Twitter.
La cuestión es hasta qué punto estas propuestas pueden atraer a los votantes en 2020. “El ambicioso Green New Deal se lee más como directrices para una sociedad ideal que como una propuesta política definida”, indicó Samantha Gross, investigadora del centro de estudios Brookings. Y como tal, para la experta, tiene diversas interpretaciones en función del punto de vista político, lo que muestra su indefinición.
“Algunos demócratas lo ven como una prueba del compromiso con el clima de los potenciales candidatos para 2020. Otros en la izquierda se quejan de que no aboga por una total eliminación del uso de combustibles fósiles. En la derecha, por su parte, se describe como un ejemplo de la llegada del socialismo”, aseguró Gross.
Cuando Alexandria Ocasio-Cortez fue elegida senadora de Estados Unidos por el Partido Demócrata, el pasado 6 de noviembre, se sospechaba que daría de qué hablar en el futuro. No tardó mucho en hacerlo. Hace unos días, la congresista más joven en la historia del país, junto con el senador Ed Markey, lideró la presentación del Green New Deal, un colosal proyecto que pretende generar millones de empleos y subir la tasa de impuestos a las clases altas, mientras transforma la infraestructura energética de Estados Unidos.
Las voces republicanas saltaron de inmediato, como era de esperarse, y personajes del mundo financiero y tecnológico también han hecho sus reparos. Sin embargo, esta es la arriesgada apuesta demócrata para las elecciones presidenciales de 2020, en las que probablemente se tendrán que enfrentar al actual mandatario, Donald Trump.
Una de las críticas más fuertes que se le han hecho al proyecto, y a Ocasio-Cortez de paso, es que es más una declaración de principios que un plan factible de realizar, lo cual no corresponde a las promesas que se hicieron en campaña. La senadora, por su parte, confía en que el documento es la solución a largo plazo para el país.
El plan, entre otras cosas, pretende reemplazar el 100 % la emisión de gases de efecto invernadero de los procesos de manufactura y transporte.
Además, incluye proyectos como “actualizar todos los edificios existentes en los Estados Unidos y construir nuevos edificios para alcanzar máxima eficiencia energética, eficiencia de agua, seguridad, asequibilidad y durabilidad y se garantiza un empleo con un salario adecuado para sostener una familia, garantía familiar y médica adecuada, vacaciones pagadas y seguridad de jubilación para todas las personas de los Estados Unidos”.
Otro de los puntos calientes es el fiscal. Y es que el Partido Demócrata pretende subir los impuestos a las rentas más altas del país. Mientras la senadora Elizabeth Warren propuso una tasa a la riqueza, que busca gravar a los patrimonios de más de US$50 millones con un 2 % anual, Ocasio-Cortez planteó un alza de la tasa impositiva marginal al 70 %, desde el actual 37 %, a las rentas de más de US$10 millones.
La senadora de 29 años aseguró: “Habrá un momento en que la gente va a tener que empezar a pagar su parte correspondiente en impuestos. Quiere decir que a medida que subes la escalera de ingresos, deberías contribuir en mayor medida”.
Por su parte, Donald Trump utilizó el momento para intentar radicalizar las revolucionarias ideas y atraer a los demócratas moderados, advirtiendo sobre la posible entrada del socialismo al país. “Creo que es muy importante que los demócratas sigan adelante con su Green New Deal. Sería grandioso para la llamada ‘huella de carbono’ eliminar permanentemente aviones, autos, vacas, petróleo, gasolina y al Ejército; incluso si ningún otro país hace lo mismo. ¡Brillante!”, aseguró en su cuenta de Twitter.
La cuestión es hasta qué punto estas propuestas pueden atraer a los votantes en 2020. “El ambicioso Green New Deal se lee más como directrices para una sociedad ideal que como una propuesta política definida”, indicó Samantha Gross, investigadora del centro de estudios Brookings. Y como tal, para la experta, tiene diversas interpretaciones en función del punto de vista político, lo que muestra su indefinición.
“Algunos demócratas lo ven como una prueba del compromiso con el clima de los potenciales candidatos para 2020. Otros en la izquierda se quejan de que no aboga por una total eliminación del uso de combustibles fósiles. En la derecha, por su parte, se describe como un ejemplo de la llegada del socialismo”, aseguró Gross.