La catastrófica situación de Haití
Antes del asesinato del presidente Jovenel Moïse, los haitianos se enfrentaban con una situación extrema: pandemia, violencia desbordada y pobreza. Stephane Doyon, coordinador de las oficinas de Sudán del Sur, Libera, Haití y Etiopía de Médicos Sin Fronteras (MSF) explica la situación.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha trabajado en Haití durante cerca de 30 años. Esta organización gestiona un hospital en el barrio de Tabarre de Puerto Príncipe para pacientes con quemaduras graves o lesiones traumáticas, y ha admitido a más de 600 pacientes traumatizados desde enero de 2021, la mayoría de los cuales sufrieron lesiones por violencia.
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También apoya la atención de la salud materna, sexual y reproductiva en Port-a-Piment, en la provincia de Sud de Haití, y brinda atención a las sobrevivientes de violencia sexual y de género en Puerto Príncipe y Gonaïves. En la zona de Delmas 5 de la capital, MSF proporciona agua, saneamiento y atención médica a las personas que han sido desplazadas por los enfrentamientos armados. MSF también gestiona un centro de emergencia en el barrio de Martissant de la capital, que permanece cerrado tras un ataque armado contra la instalación el 26 de junio.
Antes del magnicidio del presidente, Jovenel Moïse, ya el país vivía una situación muy delicada por la pandemia, la violencia y otra serie de problemas que durante años han sido desatendidos. Stephane Doyon, coordinador de las oficinas de Sudán del Sur, Libera, Haití y Etiopía de Médicos Sin Fronteras (MSF) cuenta cómo es Haití, para poder entender cómo se vive en la nación más pobre y olvidada de América Latina.
¿Cómo está la situación sanitaria en Haití en el marco del covid-19? La campaña de vacunación no ha iniciado…
Haití experimenta una segunda ola de Covid que inició a finales de abril. Las condiciones de seguridad no permitieron el desarrollo de una respuesta al nivel de las necesidades de salud. De hecho, uno de los dos centros de tratamiento de enfermedades en Puerto Príncipe tuvo que parar sus actividades debido a las amenazas de las pandillas.
El otro centro, con una capacidad de 100 camas, modula su capacidad al ritmo de la inseguridad que a veces impide la el abastecimiento de elementos esenciales como el oxígeno. Médicos Sin Fronteras tenía planeado aumentar por lo menos la capacidad en 20 camas en Martissant pero la situación de inseguridad no permitió eso. Las vacunas todavía están en espera. Haití se demoró mucho en hacer su pedido y hasta ahora no ha recibido nada de Covax.
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El 60% de su población está por debajo del umbral de la pobreza. ¿Por qué parece que ningún esfuerzo de la comunidad internacional sirve?
Desde 2018 hubo un crecimiento gradual en la inseguridad y en la desestabilización del país. Las pandillas controlan un 40 por ciento de la ciudad de Puerto Príncipe, inclusivo sus entradas o salidas. Adicional a los problemas económicos que afectan al sector salud (no se pagan salarios completos, los hospitales no tienen como sostenerse) la situación de inseguridad también ha afectado al personal de salud y constantemente son víctimas de violencia.
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Por ejemplo, uno fue víctima de un secuestro y una enfermera perteneciente a una organización religiosa recientemente murió por un disparo en la calle. También vale la pena señalar que nuestro centro de salud de Martissant no funciona desde hace dos semanas debido a que la calle en donde está ubicado se ha convertido en un campo de batalla en donde se escuchan muchos disparos todos los días. Salir de la casa es un riesgo. En mayo, uno de nuestros servidores fue asesinado en un atraco cuando se devolvía a casa del hospital. La gente vive con un miedo generalizado y la verdad es que la situación es catastrófica.
¿Cómo funciona el acceso a servicios básicos como salud, alimentación, o educación, en ?
En 2018, el gobierno subvencionaba el precio del petróleo y otras commodities. Sin embargo, se quedó sin recursos para continuar y alzó los precios en un día, lo cual generó una serie de protestas que terminaron en saqueos durante varios días, no solamente en la capital del país sino en otros lugares de la isla. Después se descubrió un caso de corrupción. Allí estallan las protestas con más fuerza, se presenta un aumento de criminalidad y la institucionalidad prácticamente no ha existido.
La Policía intentó crear un sindicato y en esta institución se presentó una degradación gradual, incluso en su capacidad operativa, por lo cual las pandillas tomaron más fuerza. Hoy Haití está ante en un vacío institucional: cuando asesinan a un presidente, debe gobernar el presidente de la Asamblea, pero actualmente no hay.
Como decía, la situación es catastrófica. Ya lo era en 2019, cuando abrimos el hospital de cirugía y traumatóloga. Y, de hecho, cuando abrimos las vacantes de trabajo para 300 personas, se presentaron 3.400 personas, lo que es una muestra de la situación de desempleo que enfrenta el país.
¿Cuál es el estado actual del hospital de Médicos sin Fronteras en Puerto Príncipe tras el ataque armado? ¿Qué tipo de servicios prestan allí?
Ahora seguimos con nuestro hospital para traumas severos, y la mayoría son heridos por la violencia y víctimas de quemaduras graves. Hemos recibido más de 700 pacientes desde enero y también estamos atendiendo, en otras clínicas, casos de violencia sexual. La situación es incierta, la verdad. Todo el mundo fue sorprendido por el asesinato del presidente.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha trabajado en Haití durante cerca de 30 años. Esta organización gestiona un hospital en el barrio de Tabarre de Puerto Príncipe para pacientes con quemaduras graves o lesiones traumáticas, y ha admitido a más de 600 pacientes traumatizados desde enero de 2021, la mayoría de los cuales sufrieron lesiones por violencia.
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Antes del magnicidio del presidente, Jovenel Moïse, ya el país vivía una situación muy delicada por la pandemia, la violencia y otra serie de problemas que durante años han sido desatendidos. Stephane Doyon, coordinador de las oficinas de Sudán del Sur, Libera, Haití y Etiopía de Médicos Sin Fronteras (MSF) cuenta cómo es Haití, para poder entender cómo se vive en la nación más pobre y olvidada de América Latina.
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El otro centro, con una capacidad de 100 camas, modula su capacidad al ritmo de la inseguridad que a veces impide la el abastecimiento de elementos esenciales como el oxígeno. Médicos Sin Fronteras tenía planeado aumentar por lo menos la capacidad en 20 camas en Martissant pero la situación de inseguridad no permitió eso. Las vacunas todavía están en espera. Haití se demoró mucho en hacer su pedido y hasta ahora no ha recibido nada de Covax.
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¿Cómo funciona el acceso a servicios básicos como salud, alimentación, o educación, en ?
En 2018, el gobierno subvencionaba el precio del petróleo y otras commodities. Sin embargo, se quedó sin recursos para continuar y alzó los precios en un día, lo cual generó una serie de protestas que terminaron en saqueos durante varios días, no solamente en la capital del país sino en otros lugares de la isla. Después se descubrió un caso de corrupción. Allí estallan las protestas con más fuerza, se presenta un aumento de criminalidad y la institucionalidad prácticamente no ha existido.
La Policía intentó crear un sindicato y en esta institución se presentó una degradación gradual, incluso en su capacidad operativa, por lo cual las pandillas tomaron más fuerza. Hoy Haití está ante en un vacío institucional: cuando asesinan a un presidente, debe gobernar el presidente de la Asamblea, pero actualmente no hay.
Como decía, la situación es catastrófica. Ya lo era en 2019, cuando abrimos el hospital de cirugía y traumatóloga. Y, de hecho, cuando abrimos las vacantes de trabajo para 300 personas, se presentaron 3.400 personas, lo que es una muestra de la situación de desempleo que enfrenta el país.
¿Cuál es el estado actual del hospital de Médicos sin Fronteras en Puerto Príncipe tras el ataque armado? ¿Qué tipo de servicios prestan allí?
Ahora seguimos con nuestro hospital para traumas severos, y la mayoría son heridos por la violencia y víctimas de quemaduras graves. Hemos recibido más de 700 pacientes desde enero y también estamos atendiendo, en otras clínicas, casos de violencia sexual. La situación es incierta, la verdad. Todo el mundo fue sorprendido por el asesinato del presidente.