El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, en el Auditorio Andrew W. Mellon en Washington.
Foto: EFE - YURI GRIPAS / POOL
Desde el primer debate presidencial, la presión sobre Joe Biden para demostrar que podría ser la voz que represente a Estados Unidos dentro y fuera del país no ha cesado. Cada aparición pública es una prueba y la cumbre número 75 de la OTAN para discutir el apoyo a Ucrania no es la excepción. De acuerdo con analistas, la reelección del presidente no solo definiría el futuro del país, sino también el de la organización.
Por Juliana Castellanos Guevara
Periodista e internacionalista javeriana interesada en el análisis de temas de política internacional, ciencia y tecnología.ljcastellanos@elespectador.com