La defensa de Trump acusa a Stormy Daniels de extorsionarlo antes de las elecciones
Los abogados de Trump llegaron a pedir la anulación del juicio penal que transcurre en su contra, alegando que el testimonio de la actriz de cine para adultos es “extremadamente perjudicial” para una causa que es esencialmente sobre registros contables relacionados con las elecciones.
Stormy Daniels regresó este jueves al estrado de los testigos en el histórico juicio contra Donald Trump, en el que la defensa del expresidente proseguía su implacable interrogatorio.
La exactriz de cine para adultos está en el centro del caso que ha sentado en el banquillo al primer expresidente de Estados Unidos, acusado de disfrazar un pago de US$130.000 para que ella mantuviera silencio sobre una relación sexual que sostuvo con él, la cual el magnate siempre ha negado, con el fin de que no interfiriera en las elecciones de 2016, que ganó frente a Hillary Clinton.
Trump, de 77 años, está acusado de falsificar 34 documentos comerciales para reembolsar a su entonces abogado Michael Cohen el pago a la actriz, que este hizo pasar como gastos legales de la empresa familiar Trump Organization.
Los abogados del republicano, que describen a Daniels como “sórdida, avariciosa y poco fiable”, la acusan de “extorsionar” al magnate republicano, en plena campaña para las elecciones presidenciales de noviembre frente a Joe Biden. “Quería que la verdad quedara impresa con un rastro de papel de algún tipo, ya fuera una entrevista, un video o dinero”, dijo la actriz en la reanudación del interrogatorio este jueves.
En esta jornada, la abogada del exmandatario, Susan Necheles, sugirió que la historia de Daniels sobre el supuesto encuentro sexual con Donald Trump en 2006 tenía inconsistencias, y lo comparó con una entrevista que la actriz hizo en 2011 con la revista In Touch, en la que dijo que Trump estaba acostado en la cama cuando ella salió del baño y pensó para sí misma: “Oh, aquí vamos”. La fiscal comentó: “Tu historia ha cambiado completamente ¿no?”.
A lo largo de casi cinco horas, Daniels, de 45 años, hizo el martes una descripción gráfica del supuesto encuentro con el magnate inmobiliario en un torneo de golf en 2006, bajo su mirada impertérrita. Ella describió la pijama del magnate, sus calzoncillos, la posición sexual y comentó que no llevaba preservativo. Y, aunque “no fue amenazada verbal ni físicamente”, dijo que se había “sentido avergonzada por no haberlo impedido, por no haber dicho que no”.
Los abogados de Trump llegaron a pedir la anulación del juicio, alegando que su testimonio es “extremadamente perjudicial” para una causa que es esencialmente sobre registros contables relacionados con las elecciones. El juez Juan Merchan ordenó la continuación del juicio, pero reconoció que parte del testimonio de Daniels habría sido “mejor no decirlo”.
“Se lo están inventando”: Donald Trump sobre el juicio penal
El jueves, en declaraciones a los periodistas a la entrada del tribunal, Trump dijo que el juicio es un “caso Frankenstein”. A su parecer, “el fiscal se lo está inventando sobre la marcha”. Merchan le prohibió a Trump, que durante años ha llamado a Daniels “cara de caballo” y proferido otros insultos groseros, hablar públicamente de los testigos, el jurado y personal de la Corte. El expresidente dijo que ha presentado un recurso contra la orden de silencio ante un tribunal de apelación, pero no dio más detalles.
En un post en Truth Social el miércoles, el republicano se quejó de la prohibición, diciendo que le “cercenaron injustamente” su “derecho constitucional a la libertad de expresión”. “Es difícil sentarse y escuchar las mentiras y declaraciones falsas que se hacen contra ti, sabiendo que si respondes, incluso de la manera más modesta, un juez corrupto y altamente conflictivo te dice que serás puesto en prisión, tal vez por un largo período de tiempo”, dijo.
Además del caso de Nueva York, Trump ha sido acusado en Washington y Georgia de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020 y en Florida por presunta manipulación indebida de documentos clasificados tras dejar la Casa Blanca, pero ese caso ha sido aplazado indefinidamente.
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Stormy Daniels regresó este jueves al estrado de los testigos en el histórico juicio contra Donald Trump, en el que la defensa del expresidente proseguía su implacable interrogatorio.
La exactriz de cine para adultos está en el centro del caso que ha sentado en el banquillo al primer expresidente de Estados Unidos, acusado de disfrazar un pago de US$130.000 para que ella mantuviera silencio sobre una relación sexual que sostuvo con él, la cual el magnate siempre ha negado, con el fin de que no interfiriera en las elecciones de 2016, que ganó frente a Hillary Clinton.
Trump, de 77 años, está acusado de falsificar 34 documentos comerciales para reembolsar a su entonces abogado Michael Cohen el pago a la actriz, que este hizo pasar como gastos legales de la empresa familiar Trump Organization.
Los abogados del republicano, que describen a Daniels como “sórdida, avariciosa y poco fiable”, la acusan de “extorsionar” al magnate republicano, en plena campaña para las elecciones presidenciales de noviembre frente a Joe Biden. “Quería que la verdad quedara impresa con un rastro de papel de algún tipo, ya fuera una entrevista, un video o dinero”, dijo la actriz en la reanudación del interrogatorio este jueves.
En esta jornada, la abogada del exmandatario, Susan Necheles, sugirió que la historia de Daniels sobre el supuesto encuentro sexual con Donald Trump en 2006 tenía inconsistencias, y lo comparó con una entrevista que la actriz hizo en 2011 con la revista In Touch, en la que dijo que Trump estaba acostado en la cama cuando ella salió del baño y pensó para sí misma: “Oh, aquí vamos”. La fiscal comentó: “Tu historia ha cambiado completamente ¿no?”.
A lo largo de casi cinco horas, Daniels, de 45 años, hizo el martes una descripción gráfica del supuesto encuentro con el magnate inmobiliario en un torneo de golf en 2006, bajo su mirada impertérrita. Ella describió la pijama del magnate, sus calzoncillos, la posición sexual y comentó que no llevaba preservativo. Y, aunque “no fue amenazada verbal ni físicamente”, dijo que se había “sentido avergonzada por no haberlo impedido, por no haber dicho que no”.
Los abogados de Trump llegaron a pedir la anulación del juicio, alegando que su testimonio es “extremadamente perjudicial” para una causa que es esencialmente sobre registros contables relacionados con las elecciones. El juez Juan Merchan ordenó la continuación del juicio, pero reconoció que parte del testimonio de Daniels habría sido “mejor no decirlo”.
“Se lo están inventando”: Donald Trump sobre el juicio penal
El jueves, en declaraciones a los periodistas a la entrada del tribunal, Trump dijo que el juicio es un “caso Frankenstein”. A su parecer, “el fiscal se lo está inventando sobre la marcha”. Merchan le prohibió a Trump, que durante años ha llamado a Daniels “cara de caballo” y proferido otros insultos groseros, hablar públicamente de los testigos, el jurado y personal de la Corte. El expresidente dijo que ha presentado un recurso contra la orden de silencio ante un tribunal de apelación, pero no dio más detalles.
En un post en Truth Social el miércoles, el republicano se quejó de la prohibición, diciendo que le “cercenaron injustamente” su “derecho constitucional a la libertad de expresión”. “Es difícil sentarse y escuchar las mentiras y declaraciones falsas que se hacen contra ti, sabiendo que si respondes, incluso de la manera más modesta, un juez corrupto y altamente conflictivo te dice que serás puesto en prisión, tal vez por un largo período de tiempo”, dijo.
Además del caso de Nueva York, Trump ha sido acusado en Washington y Georgia de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020 y en Florida por presunta manipulación indebida de documentos clasificados tras dejar la Casa Blanca, pero ese caso ha sido aplazado indefinidamente.
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