Manifestantes encienden una fogata en Lima, durante una manifestación contra el gobierno de Dina Boluarte.
Foto: AFP - LUCAS AGUAYO
La relación entre política y economía es un vínculo cercano, recíproco. Ambas ciencias van de la mano dentro de los hilos de poder de una nación. Si hay un gobierno endeble, la economía flaquea al instante; si los trabajadores de algún país no reciben lo suficiente, su primer destino de protesta será la sede política más cercana. Por curioso que parezca, la situación de Perú es todo lo contrario a este matrimonio entre política y economía. El país inca, que vive una crisis política hace poco menos de una década, le ha construido una armadura...
Por Tomás Tarazona Ramírez
Periodista de investigación con énfasis en conflicto, memoria y paz.ttarazona@elespectador.com
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación