Este viernes se cumple el segundo aniversario del magnicidio de Jovenel Moïse, el último presidente haitiano electo por voluntad popular, cuyo asesinato fue el último empujón en una espiral que parece no tener retorno y dejó al descubierto un país con una institucionalidad completamente hueca e inexistente.
Por Hugo Santiago Caro
Periodista y productor radial javeriano. Ganador del Premio Nacional de Periodismo del CPB 2021 a mejor tesis de grado. Ha escrito para El Tiempo y Bacánika. @HugoCaroJhcaro@elespectador.com