Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Chanel Tapper, una californiana de 34 años, ostenta desde 2010 el récord Guinness por tener la lengua más larga del mundo en una mujer: 9,75 centímetros, una extensión mayor que una bombilla mediana o una tarjeta de crédito.
“Honestamente, la mejor reacción que puedo recibir cuando alguien ve mi lengua es que griten”, dijo recientemente en una entrevista publicada por Guinness World Records.
“Gritan de susto o de horror a veces, y eso me encanta porque es una respuesta dramática. Me hace reír”.
Tapper descubrió su talento desde joven. A los 11 años ya se había ganado la atención de sus compañeros al sacar la lengua en clase como una travesura.
“Siempre reaccionaban diciendo lo larga que era”, recordó. Poco después, un video en el que aparecía mostrando su lengua se hizo viral en los primeros días de YouTube, captando la atención global.
Su consagración oficial llegó en 2010, cuando fue invitada a un evento en Los Ángeles para que se le midiera formalmente. Tapper superó a otras dos competidoras y rompió la marca anterior por casi dos centímetros, una diferencia notable considerando que el promedio de longitud de lengua femenina es mucho menor.
Además de su fama en redes sociales y medios, Chanel ha demostrado que su lengua no es solo una rareza anatómica, sino también una herramienta para trucos únicos: puede remover bloques de Jenga, voltear vasos plásticos, tocarse la nariz y el mentón, e incluso levantar cucharas enrollándolas con la lengua.
“Me gusta hacer cosas divertidas y tontas como esa. Eso es lo que hace que mi lengua sea divertida, poder hacer cosas fuera de lo común con ella”, dijo a Guinness.
Su inusual habilidad también le ha abierto puertas fuera de Estados Unidos. Tapper ha sido invitada a campañas de publicidad internacionales. Una de las más recordadas fue su participación en Welcome to Successful Living, de la marca italiana Diesel, en la que su lengua fue pintada de azul y verde para una sesión de fotos junto a otros poseedores de récords Guinness.
“Lo mejor de tener este récord ha sido poder viajar y conocer a otros que también tienen habilidades o características extraordinarias”, dijo Tapper a Guinness. “Es divertido, y además me ha permitido ver partes del mundo que nunca había conocido”.
Aunque algunos la comparan con personajes de ficción como el villano Venom de Marvel, Tapper se toma todo con humor.
“Es mi rareza favorita”, aseguró a The Guardian.
Su historia, a medio camino entre lo insólito y lo inspirador, muestra cómo algo aparentemente trivial puede convertirse en una oportunidad para celebrar lo distinto y hacer reír —o gritar— al mundo entero.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
🌏📰🗽 Le puede interesar nuestro plan superprémium, que incluye acceso total a El Espectador y a la suscripción digital de The New York Times. ¡Suscríbase!
📧 📬 🌍 Si le interesa recibir un resumen semanal de las noticias y análisis de la sección Internacional de El Espectador, puede ingresar a nuestro portafolio de newsletters, buscar “No es el fin del mundo” e inscribirse a nuestro boletín. Si desea contactar al equipo, puede hacerlo escribiendo a mmedina@elespectador.com
