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Hace unos días, el representante demócrata James P. McGovern, una de las voces más influyentes de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y varios miembros de la Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos (TLHRC), de la que McGovern es vicepresidente, le enviaron una carta al Departamento de Estado, en donde le expresan su “profunda preocupación” por el incremento de amenazas y ataques contra los defensores de los derechos humanos en Colombia. En entrevista con El Espectador, McGovern explica la urgencia de terminar con la impunidad en el país y la necesidad de castigar a los responsables de los falsos positivos.
Usted dice que en Colombia han aumentado las amenazas contra defensores de derechos humanos. Sin embargo, el Gobierno dice todo lo contrario. ¿A quién creerle?
En este momento, el gobierno colombiano necesita reconocer públicamente y responder claramente a las amenazas, ataques y desapariciones de defensores de derechos humanos. Se necesitan acciones concretas más que palabras. Para mí, el principal problema es que sigue la impunidad, existe una ausencia de investigaciones que lleven a un proceso y castigo de los responsables. Mientras la impunidad sea la norma, las violaciones de los derechos humanos van a continuar.
Usted ha enviado muchas cartas al Departamento de Estado pidiendo más atención en este tema. ¿Qué resultado tienen estas comunicaciones?
Ahora el Departamento de Estado parece más receptivo para hablar sobre estos abusos. Pero aún con nuestras preocupaciones, la situación se sigue deteriorando.
Le pidió a la embajada de su país en Bogotá y al Departamento de Estado presionar más al gobierno de Colombia para que investigue estos hechos. ¿A qué clase de presión se refiere?
Colombia es una nación soberana, así que nosotros nunca forzaremos al Gobierno a hacer algo que no considere de su mejor interés. Estados Unidos da asistencia, beneficios comerciales y tiene otros asuntos bilaterales que se podrían seguir empantanando debido a la impunidad.
Uno de los candidatos más opcionados para ganar la presidencia en Colombia es Juan Manuel Santos. ¿Cómo ve el tema de los derechos humanos con un nuevo gobierno?
Espero que cualquiera que salga elegido como próximo presidente de Colombia se comprometa a trabajar más agresivamente en la deteriorada situación de derechos humanos. Sobre Juan Manuel Santos, le digo que es un líder capaz, con quien he conversado sobre el tema. Pero a pesar de sus esfuerzos de promover el tema dentro de las Fuerzas Armadas, los “falsos positivos” ocurrieron bajo su vigilancia y eso ha aumentado las preguntas y preocupaciones entre muchos miembros del Congreso y el gobierno de Estados Unidos.
Se ha dicho que Washington está considerando certificar a Colombia en derechos humanos el próximo mes de agosto. ¿Eso es posible?
Dado el incremento de las amenazas y ataques contra los defensores de derechos humanos, sumados a la falta de procesamientos en los casos de los “falsos positivos” y las ejecuciones extrajudiciales, no creo que EE. UU. certifique al país.
¿Qué puede hacer Washington en el tema de los falsos positivos, además de expresar su preocupación?
Este no es un tema que tenga que manejar la administración de Barack Obama. Sólo el gobierno colombiano puede cambiar la historia de impunidad.
Si ustedes constantemente le manifiestan la preocupación al gobierno colombiano, ¿por qué los pocos resultados?
Mejorar la situación de derechos humanos depende de romper la cultura de la impunidad. Desde la perspectiva de muchos de nosotros en el Congreso, el tema de los derechos humanos no se acaba, y esperamos que la próxima administración en Colombia tenga mejores resultados.