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El gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgó este miércoles, 1° de septiembre, la ley de aborto más radical en todo Estados Unidos.
¿Qué hace la ley?
- La nueva ley prohíbe los abortos después de las seis semanas de embarazo, tan pronto ccomo se detecte actividad cardíaca. Esto es mucho antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
- Además, la ley permitirá que ciudadanos privados demanden a los proveedores de servicios de aborto o a cualquiera que ayude a una mujer a abortar. Esto dificulta mucho más el trabajo de las clínicas de aborto como Planned Parenthood, que ya tenían serios problemas para operar.
- Por último, cabe destacar que esta ley no hará excepciones para casos de violación o incesto. Todas estas especificaciones convierten a la nueva ley en una de las más estrictas del país.
Los grupos en contra del aborto, como Texas Right to Life, han establecido una línea de atención para recibir “denuncias anónimas” sobre quiénes pueden estar incumpliendo con la ley. Esto sugiere que habrá una avalancha de denuncias contra las clínicas abortistas.
¿Por qué es preocupante?
Como ocurre con las restricciones al aborto en todo el país, son las mujeres de bajos ingresos y pertenecientes a las comunidades afro y latinas quienes se ven más damnificadas.
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Las mujeres de Texas pueden abortar en otros estados más liberales. Sin embargo, muchas no cuentan con recursos para desplazarse, por lo que hay gran preocupación sobre el futuro de quienes no cuentan con la capacidad para realizar un aborto fuera del estado. Con la nueva ley, el 85 % de las mujeres tendrían dificultades para abortar.
El territorio de Texas ya hacía que el estado fuera uno de los más difíciles para acceder al aborto. Con su gran cantidad de desiertos, las pacientes que buscaban interrumpir su embarazo debían viajar hasta 160 kilómetros para recibir atención médica.
En este escenario, las mujeres se enfrentan a dar a luz sin que lo deseen o a interrumpir su embarazo sin supervisión médica.
Con la promulgación de la ley de Texas, otros estados del país de tendencia conservadora podrían animarse a replicar este modelo. Todo esto es preocupante para los grupos a favor del aborto.
“El acceso al aborto será arrojado al caos absoluto”, dice Amanda Williams, directora ejecutiva del grupo de apoyo al aborto Lilith Fund, quien ya desafió la ley en los tribunales.
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En profundidad:
Varios estados con líderes republicanos han tratado de adoptar una ley similar. Sin embargo, ninguno ha tenido éxito. Lo que hizo Texas, en resúmen, fue darle el poder a los privados para entablar demandas civiles a los proveedores de aborto, en lugar de exigirle a los funcionarios públicos control para estas clínicas. Así se abrió el camino para el control estricto del aborto.
Es una ley extraña y escrita para saltarse la revisión judicial antes de entrar en vigencia. Un texano que se oponga a la ley no tendrá a nadie a quién demandar para evitar que la ley surta efecto, como señala Ian Millihiser en Vox.
Millihiser explica que para que un ciudadano detenga una ley, este debe demandar a un funcionario estatal encargado de hacer cumplir esa ley. Ejemplo: si Texas aprueba una ley para que la junta médica del estado despoje a las clínicas de abortos de sus licencias, un ciudadano puede demandar a la junta médica.
Pero en este caso no hay un funcionario a quién demandar porque el estatuto establece que son los privados quienes establecen las demandas contra los proveedores del servicio de aborto. Esto complica mucho más las cosas.
Whole Woman’s Health, un grupo de clínias defensor del derecho al aborto, presentó un caso en la Corte Suprema contra la ley de Texas, más conocida como SB 8. Este caso es conocido como Whole Woman’s Health v. Jackson. El grupo buscaba que la Corte bloqueara la ley. Sin embargo, el máximo tribunal, con una estremecedora mayoría de magistrados con tendencia republicana, no actuó sobre el caso. Así que acá estamos ahora. Con la pregunta de si esta ley es constitucional o inconstitucional, pero sin un tribunal que responda.
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La ley también presagia un ataque más explícito al derecho al aborto en el país. En octubre, la Corte Suprema se reunirá para escuchar argumentos para anular el fallo del caso Roe v. Wade, que dio vía libre al acceso al aborto en el país. En este caso, los magistrados podrían reescribir la jurisprudencia y marcar el final de ese icónico fallo. El futuro del aborto en Estados Unidos no es alentador para los defensores del derecho al aborto.
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