Distintas organizaciones han colaborado para levantar campamentos cerca del muro fronterizo. Imagen de la visita que realizó Médicos Sin Fronteras a la zona.
Foto: Christopher Lee
“Es hermoso porque es abierto, hay flores, se ve muy bonito. Pero en este desierto hay más de 5.000 muertos”. Quien habla es Dora Rodríguez y sabe lo que dice porque si no fuera por “la gracia de Dios” ella formaría parte de esa cifra. Llegó a Estados Unidos en los años 80, luego de tres intentos de cruzar el desierto. En los primeros dos, terminó detenida y deportada. Su viaje inaugural en un avión lo hizo esposada de pies y manos. No existían los muros fronterizos de hoy, pero “ya en ese tiempo la agencia de migración aplicaba el regreso...