La maniobra desesperada de Bolsonaro: crear un comité de crisis contra el COVID-19
El presidente de Brasil afirmó que el comité se reunirá semanalmente con las autoridades para decidir el rumbo del que se le da a la estrategia contra el COVID-19.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, bajo presión por el agravamiento de la pandemia de coronavirus en el país, anunció el miércoles la creación de un comité de crisis, esbozando un cambio de rumbo ante una tragedia que con frecuencia buscó minimizar.
El mandatario ultraderechista informó de esa iniciativa tras reunirse en Brasilia con representantes de los demás poderes y con un grupo de gobernadores, al día siguiente de que Brasil registrara por primera vez más de 3.000 muertos por coronavirus en 24 horas, con un total que bordea los 300.000. “Hemos resuelto crear una coordinación junto a los gobernadores, bajo el mando del presidente del Senado, y un comité que se reunirá semanalmente con las autoridades para decidir el rumbo del combate al coronavirus”, dijo Bolsonaro.
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En la reunión “imperó la solidaridad y la intención de reducir los efectos de la pandemia. La vida antes que nada”, declaró. Bolsonaro ya había defendido su política frente al covid-19 en un discurso a la nación el martes por la noche, con fondo de cacerolazos de protesta en las principales ciudades del país.
Por la tarde, en su primera rueda de prensa tras asumir el cargo, el nuevo ministro de Salud, Marcelo Queiroga, anunció la creación de una “secretaría especial para el combate a la pandemia” y se comprometió a triplicar “en el corto plazo” la tasa diaria actual de vacunación, a un millón por día. “Vamos a mirar para adelante, vamos a dejar de generar calor, vamos a generar luz, eso es lo que Brasil necesita”, dijo.
Preguntado por si habrá orientación nacional en relación a las medidas de cuarentena aplicadas caóticamente por estados y municipios, y criticadas por Bolsonaro, el cardiólogo respondió: “Vamos a buscar una manera de disciplinar ese movimiento [de la gente], ese distanciamiento, para que se evite esa figura del lockdown”.
Esos esbozos de “reorientación” difícilmente sacarán al presidente del foco de las críticas, en momentos en que los hospitales alertan del riesgo de colapso por la falta de camas de cuidados intensivos y de tubos de oxígeno y otros insumos médicos.
“El presidente mintió al decir que ‘en ningún momento el gobierno dejó de tomar medidas importantes para combatir el coronavirus y para combatir el caos económico’. En los últimos doce meses, Bolsonaro minimizó la pandemia, provocó aglomeraciones, habló contra el uso de máscaras y frenó las negociaciones para obtener vacunas”, escribió el diario Folha de S. Paulo.
El esbozo de cambio de actitud de Bolsonaro no le impidió referirse una vez más a lo que el llama tratamientos precoces, que incluyen medicamentos sin pruebas científicas de eficacia contra el covid, como la cloroquina y la hidroxicloroquina.
“Hemos discutido también la posibilidad de tratamientos precoces. Eso queda en manos del ministro de Salud, que respeta el derecho y el deber del médico en el tratamiento de sus pacientes con medicamentos off-label [uso fuera de sus indicaciones clínicas]”, afirmó.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, bajo presión por el agravamiento de la pandemia de coronavirus en el país, anunció el miércoles la creación de un comité de crisis, esbozando un cambio de rumbo ante una tragedia que con frecuencia buscó minimizar.
El mandatario ultraderechista informó de esa iniciativa tras reunirse en Brasilia con representantes de los demás poderes y con un grupo de gobernadores, al día siguiente de que Brasil registrara por primera vez más de 3.000 muertos por coronavirus en 24 horas, con un total que bordea los 300.000. “Hemos resuelto crear una coordinación junto a los gobernadores, bajo el mando del presidente del Senado, y un comité que se reunirá semanalmente con las autoridades para decidir el rumbo del combate al coronavirus”, dijo Bolsonaro.
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En la reunión “imperó la solidaridad y la intención de reducir los efectos de la pandemia. La vida antes que nada”, declaró. Bolsonaro ya había defendido su política frente al covid-19 en un discurso a la nación el martes por la noche, con fondo de cacerolazos de protesta en las principales ciudades del país.
Por la tarde, en su primera rueda de prensa tras asumir el cargo, el nuevo ministro de Salud, Marcelo Queiroga, anunció la creación de una “secretaría especial para el combate a la pandemia” y se comprometió a triplicar “en el corto plazo” la tasa diaria actual de vacunación, a un millón por día. “Vamos a mirar para adelante, vamos a dejar de generar calor, vamos a generar luz, eso es lo que Brasil necesita”, dijo.
Preguntado por si habrá orientación nacional en relación a las medidas de cuarentena aplicadas caóticamente por estados y municipios, y criticadas por Bolsonaro, el cardiólogo respondió: “Vamos a buscar una manera de disciplinar ese movimiento [de la gente], ese distanciamiento, para que se evite esa figura del lockdown”.
Esos esbozos de “reorientación” difícilmente sacarán al presidente del foco de las críticas, en momentos en que los hospitales alertan del riesgo de colapso por la falta de camas de cuidados intensivos y de tubos de oxígeno y otros insumos médicos.
“El presidente mintió al decir que ‘en ningún momento el gobierno dejó de tomar medidas importantes para combatir el coronavirus y para combatir el caos económico’. En los últimos doce meses, Bolsonaro minimizó la pandemia, provocó aglomeraciones, habló contra el uso de máscaras y frenó las negociaciones para obtener vacunas”, escribió el diario Folha de S. Paulo.
El esbozo de cambio de actitud de Bolsonaro no le impidió referirse una vez más a lo que el llama tratamientos precoces, que incluyen medicamentos sin pruebas científicas de eficacia contra el covid, como la cloroquina y la hidroxicloroquina.
“Hemos discutido también la posibilidad de tratamientos precoces. Eso queda en manos del ministro de Salud, que respeta el derecho y el deber del médico en el tratamiento de sus pacientes con medicamentos off-label [uso fuera de sus indicaciones clínicas]”, afirmó.