La nacionalidad española para la descendencia de los exiliados del franquismo

La abogada Máchelin Díaz, que trabaja en temas de extranjería, migración y asilo, y que lidera la Ruta Nacionalízate LMD, visitó Colombia. En medio de la gira que está dando por varios países de la región, con la idea de socializar la Ley de Memoria Democrática, con la que los descendientes de los españoles que huyeron de la Guerra Civil o se exiliaron a causa de la dictadura pueden obtener la nacionalidad española, comenta que los principales obstáculos para beneficiarse de ella son el acceso a las citas, pues en algunos países todavía no se han habilitado los turnos, aunque, según dice, no es el caso del consulado en Bogotá, y la petición de las pruebas del exilio, de por qué salieron del país, que pueden ser difíciles de conseguir.

La abogada Máchelin Díaz, que trabaja en temas de extranjería, migración y asilo, y que lidera la Ruta Nacionalízate LMD, visitó Colombia. En medio de la gira que está dando por varios países de la región, con la idea de socializar la Ley de Memoria Democrática, con la que los descendientes de los españoles que huyeron de la Guerra Civil o se exiliaron a causa de la dictadura pueden obtener la nacionalidad española, comenta que los principales obstáculos para beneficiarse de ella son el acceso a las citas, pues en algunos países todavía no se han habilitado los turnos, aunque, según dice, no es el caso del consulado en Bogotá, y la petición de las pruebas del exilio, de por qué salieron del país, que pueden ser difíciles de conseguir.

Para aquellos españoles que salieron entre 1936 y 1955 pueden aportar el pasaporte sellado a la entrada de los países a los cuales se dirigieron o cualquier documento que los sitúe en el lugar en el que se asentaron, como una carta de extranjería o un certificado de matrimonio como prueba. Para quienes se exiliaron entre 1955 y 1978 no solo es obligatorio mostrar algunos de los documentos ya mencionados, sino también se necesita un certificado dado a través de víctimas del franquismo, de alguna organización española, o estar inscrito en organismos como refugiados o exiliados en aquella época.

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Para poder acceder a la nacionalidad por esta vía la persona debe tener claro el sustento de su petición. Es decir, quienes están cobijados en esta ley son los hijos de madre o padre español, que por consecuencia del exilio perdieron o renunciaron a la nacionalidad española; los hijos mayores de edad de las personas que obtuvieron la nacionalidad por la Ley de Memoria Histórica, la antecesora de la Ley de Memoria Democrática; los hijos de las mujeres españolas que perdieron la nacionalidad, por ejemplo, al casarse con un extranjero, y todos los hijos mayores de edad de todas las personas que apliquen a la nacionalidad por la Ley de Memoria Democrática. “Si aplico por ser hija o por ser nieta y soy mayor de edad, y además tengo un hijo que lo es, él puede aplicar. Si aplico por ser nieta, mi hijo va a aplicar por ser bisnieto”, asegura la abogada.

Por el corto tiempo de vigencia que tiene la ley, pues se aprobó hace cuatro meses, Díaz asegura que todavía es muy pronto para saber cuántas personas en Colombia han aplicado a ella, aunque para enero se estimaba que había más de 200 aplicaciones. Lo que sí reconoce es que el seguimiento a la ley está avanzando en el país. A la par, la mayoría de las solicitudes se están dando en Argentina, México y Cuba, pues los españoles, en esa época, migraron masivamente a esos tres países, sumado a que el Consulado de Miami suele tener varias aplicaciones de los cubanos que viven allá. “Ya nos pasó con la Ley de Memoria Histórica: ese consulado colapsó”, agrega. Pero así como en Latinoamérica hay solicitantes, en lugares lejanos, como Nueva Zelanda, Singapur e Indonesia, también los hay. Hay muchos descendientes de españoles regados por el mundo.

La Ley de Memoria Democrática cobija a la descendencia de las víctimas del franquismo, incluso aquí en Latinoamérica. ¿Por qué ocurre esto ahora?

Esta iniciativa prevé la adquisición de la nacionalidad española como una manera de enmendar y de reparar el daño ocasionado a todas las víctimas de la Guerra Civil española, del franquismo y de la época de la transición. Esto, que incluye los derechos de origen y los derechos de la nacionalidad española, no solo se contempla para las personas que en ese momento salieron de España, entre 1936 y 1978, sino que también da saltos generacionales a toda la descendencia del exilio, por ejemplo, aquí en Colombia.

Se lo pregunto porque España ha tratado de construir un aparato legal para reparar a las víctimas del franquismo en torno a la verdad y a la no repetición. ¿Esta ley tiene algo que ver con esos esfuerzos que se vienen gestando desde tiempo atrás?

Esta ley tiene que ver con los esfuerzos destinados a reparar el daño causado, enmendarlo y que sea una verdad histórica de todo lo vivido en esa época. Esta ley toma lugar para que se conozcan todas las persecuciones que vivieron muchos españoles, y no solo es la nacionalidad española, que es lo que nos compete específicamente a nosotros, pero es también la búsqueda de los cuerpos de muchas personas que al día de hoy están en fosas comunes. En medio de ello, nuestro trabajo es buscar a todos los descendientes españoles en el exterior, colaborando con las asociaciones que los agrupan, el consulado y las autoridades públicas para difundir la legislación.

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La Ley de Memoria Democrática se aprobó en octubre de 2022. Si bien lleva pocos meses funcionando, ¿cómo ha sido su experiencia alrededor de ella?

De momento iniciamos la Ruta Nacionalízate. El primer país fue Perú y el segundo Colombia. Le siguen Argentina (donde actualmente está), México, República Dominicana y Cuba. Desde el despacho de abogados en Madrid hemos tenido una cercanía directa con relación a las barreras y las controversias que se están viviendo en los consulados, sobre todo donde hay mayores solicitudes. Por ejemplo, acaban de publicar 200 turnos en Argentina, pero no lo habían hecho desde diciembre. No es posible hablar de manera generalizada, cada consulado establece cuáles son las vías de canalización de las solicitudes y eso está a discreción de ellos. Cada consulado nos da los tiempos de resolución, la forma de aplicar y los criterios que van a tener en cuenta con relación a la aplicación. Por ejemplo, el Consulado de España en La Habana pide muchos documentos. Además, en Cuba no existe la apostilla, sino las legalizaciones, las cuales, ahora mismo, se están demorando cinco meses.

¿El tiempo de vigencia de la ley, que es hasta 2024, también podría ser un obstáculo? Es decir, ¿por qué se limitó hasta el próximo año?

La ley tiene posibilidad de prórroga por un año más, si el Consejo de Ministros lo aprueba, y es temporal por temas un poco políticos. De hecho, esta ley está siendo muy criticada por la oposición. Incluso, hay juristas españoles y extranjeros que si bien no van en contra de la ley, sí van en contra de la instrucción que desarrolla la ley, que ha dado rienda suelta a obtener la nacionalidad por diferentes vías. Muchos de los juristas, además de algunas asociaciones, están abogando para que deroguen la ley, pues entienden que se está utilizando por motivos políticos. Entonces, es temporal porque el gobierno actual no estará siempre y porque no es una política de Estado. Las asociaciones de descendientes de españoles están peleando porque los derechos de la nacionalidad española para todas estas personas se prevean de manera permanente en el Código Civil. Esto le quitaría la temporalidad al hecho de adquirir la nacionalidad española.

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