La policía de EE. UU. usa música de Los Beatles para censurar videos de abusos
Al reproducir música protegida por derechos de autor mientras se realiza una transmisión en vivo, las transmisiones en vivo pueden ser eliminadas. Esto es lo que estarían buscando algunos policías al poner canciones como Yesterday mientras hablan con los ciudadanos que los están grabando.
Julian Reyes, un oficial de policía de Beverly Hills, está acusado de reproducir la canción Yesterday de The Beatles en su celular mientras era grabado por el activista Sennett Devermont con el objetivo de detener su filmación en Instagram. Hay que recordar que al sonar una canción protegida por derechos de autor mientras se realiza una transmisión en vivo, los filtros algorítmicos de la plataforma se activan y la grabación puede ser eliminada.
Las infracciones repetidas del uso de canciones, como Yesterday, pueden conducir incluso a la suspensión de la cuenta. Esta sería una nueva estrategia de la policía en Estados Unidos para provocar la baja de videos de abusos policiales de internet, denuncia Vice, pues el de Reyes no sería el único caso de este tipo. Días atrás, el sargento Billy Fair, también de la policía de Beverly Hills, reprodujo la canción Santeria de Sublime en su teléfono después de darse cuenta que lo estaban grabando y guardó silencio mientras sonaba.
Esta distópica y singular estrategia que usa los derechos de autor como arma de censura no resulta tan descabellada si se tiene en cuenta que en 2020, durante las protestas del movimiento Black Lives Matter, varios videos fueron eliminados de redes sociales porque sonaba música de fondo.
Los investigadores Nick Simmons y Adam Holland de Lumen Database, organización que examina la eliminación de derechos de autor en las redes sociales, señalan que si bien esas bajas pudieron ser accidentales, no había que descartar que esta estrategia pudiera ser aprovechada por terceros con otros objetivos. Incluso Simmons y Holland apuntan a que los profesores preocupados porque sus conferencias sean copiadas han “discutido la posibilidad de aprovechar la forma en que los sistemas automáticos detectan la música de fondo” para reducir la frecuencia con la que sus videos y grabaciones se repitan en plataformas en línea.
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“Las fuerzas del orden, o cualquier persona de cualquier ideología que buscara evitar que los videos de un evento en particular se compartieran en línea, solo necesitan asegurarse de que el audio protegido por derechos de autor esté presente con una claridad y un volumen suficientemente reconocibles en el fondo de una protesta u otro evento. Es una perspectiva realmente escalofriante”, destacan los investigadores de Lumen Database.
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Julian Reyes, un oficial de policía de Beverly Hills, está acusado de reproducir la canción Yesterday de The Beatles en su celular mientras era grabado por el activista Sennett Devermont con el objetivo de detener su filmación en Instagram. Hay que recordar que al sonar una canción protegida por derechos de autor mientras se realiza una transmisión en vivo, los filtros algorítmicos de la plataforma se activan y la grabación puede ser eliminada.
Las infracciones repetidas del uso de canciones, como Yesterday, pueden conducir incluso a la suspensión de la cuenta. Esta sería una nueva estrategia de la policía en Estados Unidos para provocar la baja de videos de abusos policiales de internet, denuncia Vice, pues el de Reyes no sería el único caso de este tipo. Días atrás, el sargento Billy Fair, también de la policía de Beverly Hills, reprodujo la canción Santeria de Sublime en su teléfono después de darse cuenta que lo estaban grabando y guardó silencio mientras sonaba.
Esta distópica y singular estrategia que usa los derechos de autor como arma de censura no resulta tan descabellada si se tiene en cuenta que en 2020, durante las protestas del movimiento Black Lives Matter, varios videos fueron eliminados de redes sociales porque sonaba música de fondo.
Los investigadores Nick Simmons y Adam Holland de Lumen Database, organización que examina la eliminación de derechos de autor en las redes sociales, señalan que si bien esas bajas pudieron ser accidentales, no había que descartar que esta estrategia pudiera ser aprovechada por terceros con otros objetivos. Incluso Simmons y Holland apuntan a que los profesores preocupados porque sus conferencias sean copiadas han “discutido la posibilidad de aprovechar la forma en que los sistemas automáticos detectan la música de fondo” para reducir la frecuencia con la que sus videos y grabaciones se repitan en plataformas en línea.
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