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El 2022 en pocos días se ha convertido en un año oscuro para la prensa de México y del mundo. En lo que va del año, cinco periodistas han sido asesinados en este país. La última persona que murió fue Marcos Solis Islas de 31 años, hijo y sobrino de los periodistas, Marco Antonio Solis y Víctor Islas, respectivamente.
Solis recibió cuatro tiros a las afueras de su casa en la ciudad de Tijuana, fue su padre quien lo encontró sin vida y lo notificó por Facebook. Hace unos días, también fueron asesinados otros dos periodistas más en esta ciudad. Tijuana ha sido calificada como una de las ciudades más peligrosas del mundo, de acuerdo con ABC.
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Después de dispararle al joven periodista, los sicarios dejaron una sábana con un mensaje amenazante proveniente de los cárteles, con el siguiente texto: “Llegó la administración nueva de la ‘A’. Así van a quedar todos lo que no se quieran alinear a la empresa y sigan vendiendo para esa gente, pura gente del Sr. Cabezón y Sr. Aquiles. Att: H5″.
De acuerdo con este citado medio, hasta el momento, solo una persona ha sido detenida cuando intentaba huir del tiroteo. El sospechoso fue identificado como Fidel ‘N’ de 25 años, originario de Tlaxcala.
Solis trabajaba junto con su padre en el portal de noticias Notiredes. Allí dirigía el contenido publicado y lo editaba. Sin embargo, hace más de un año y medio que no trabajaba como periodista. Según reportaron varios medios de comunicación a ABC, la última nota que publicó Solis fue en octubre del 2019 y, de acuerdo con su padre, dejó el periodismo a un lado por motivos personales. Hasta la fecha no se sabe por qué Solis fue asesinado y tampoco se ha podido establecer una conexión entre su asesinato y su labor como periodista, de acuerdo con San Diego Union Tribune.
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Por otra parte, la Fiscalía General mediante un comunicado afirmó que “reitera su compromiso de trabajar por el bienestar y seguridad de todos los bajacalifornianos sin importar su profesión, así como de brindar la protección y facilidades necesarias para que los representantes de los medios de comunicación puedan realizar su labor en forma libre y segura”.
Este no fue el único asesinato en la noche del sábado en Tijuana. En promedio, en esta ciudad se registran siete muertes violentas por día. De hecho, la misma noche que Solis fue asesinado, otras tres personas más murieron, uno fue baleado mientras comía en un puesto ambulante y otros dos fueron encontrados en un contenedor de plásticos; allí encontraron a una persona amordazada y con una bolsa en su cabeza. Hasta la fecha van 18 homicidios en febrero y 157 este año, según ABC.
De acuerdo con este citado medio “asesinatos a sangre fría, secuestros y violaciones ocurren en medio de un panorama con altos índices de pobreza. La lucha enfervorecida entre los cárteles de Sinaloa y Tijuana mezclado con el comercio de estupefacientes generan el cóctel aterrador. Un contexto violento que, pese a las amenazas, el autocuidado y la censura a las que se someten a diario los periodistas no dejaba ninguna víctima mortal entre el gremio desde 2004″, describe el reportero Juan Miguel Hernández que ejerce como redactor y locutor de radio en Tijuana.
Sin embargo, en menos de un mes han asesinado a tres periodistas, incluyendo a Solis, en Tijuana. El 17 de enero, el fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel, fue asesinado al frente de su casa, cuando se disponía a ir a trabajar.
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Asimismo, menos de una semana después, el 23 de enero, la periodista Lourdes Maldonado, también fue asesinada a tiros frente de su casa. Hasta el momento, un solo hombre fue detenido y puesto en libertad en relación con el caso del fotoperiodista, referente al caso de Maldonado no se ha anunciado ningún arresto, de acuerdo con RT.