Lo que pasó el fin de semana en Brasilia evoca el golpe de Estado de 1964 y la dictadura que posteriormente se instauró en el país. Por eso el llamado de los bolsonaristas para una intervención militar, con la idea de derrocar el gobierno de Lula da Silva, “no es extraño”, según los analistas, pero ocurre en un contexto en el que la democracia brasileña parece estar fortalecida.