La UE apuesta por los emprendimientos de venezolanos en Colombia

Hay mensajes que a veces se olvidan, pero que son tan importantes que se debe hacer lo posible para tenerlos siempre presentes. Es lo que piensa Felipe Muñoz, jefe de la Unidad de Migraciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al mencionar cómo Colombia se ha convertido en un referente regional e incluso mundial frente al manejo de las migraciones. El caso colombiano ha sido un ejemplo en todo el continente, y Muñoz, quien fue gerente de la frontera colombiana, lo recuerda. Sin embargo, los colombianos aún no dimensionan la importancia de los procesos que se desarrollan en el país.

El trabajo de Colombia frente a la migración ha sido tan notable y ejemplar que la Unión Europea ha apoyado con grandes sumas de dinero al Gobierno Nacional para que continúe adelantando sus proyectos para la acogida e integración de los migrantes. El viernes, en un encuentro entre instituciones colombianas, organizaciones internacionales y los donantes europeos desarrollado en Cúcuta, el grupo de los veintisiete reafirmó que cree en Colombia al anunciar un nuevo apoyo presupuestario de 35.000 millones de pesos (8 millones de euros), el cual estará dirigido al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para que se promuevan los emprendimientos de migrantes y colombianos y colombianas para aumentar la empleabilidad.

“Colombia hizo lo que pocos países logra hacer: maximizar los beneficios de la migración tanto para los migrantes como para el propio país receptor”, resaltó Giles Bertrand, embajador de la Unión Europea en Colombia.

El espíritu de responsabilidad compartida, dice Bertrand, es lo que ha llevado a la Unión Europea a continuar apoyando a Colombia en el manejo de la migración venezolana. Cada país ha apoyado al Gobierno Nacional en un área específica. La cooperación italiana, por ejemplo, se ha enfocado en la alimentación de migrantes, mientras que Irlanda ha atendido el fortalecimiento del sistema de salud. Ahora los objetivos son compartidos por todas las naciones europeas donantes: la regularización, la lucha contra la xenofobia y la integración económica.

La migración trae muchos aportes a Colombia en cuanto a diversidad culturar, un bono demográfico importante y, sobre todo, al mercado de trabajo y al sistema tributario. Más de 400.000 venezolanos aportan a los sistemas de seguridad social colombiano, según cifras oficiales. Ahora, cuando un migrante o una migrante emprende en el país, ese nuevo negocio le ofrece posibilidades de empleo a los colombianos.

“Europa cree en Colombia, pero no cree porque sí. Cree porque se está haciendo un trabajo enmarcado en la paz, los derechos humanos y articulado en políticas de Estado que vinculan al sector privado y cuentan con el apoyo internacional”, remarcó Lucas Gómez, gerente de la frontera de Colombia.

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Para Felipe Muñoz persiste la necesidad de lograr la unión entre el Gobierno Nacional, los líderes locales y la comunidad internacional para que trabajen hacia el mismo lado frente a la migración. El acompañamiento de instituciones como el BID también es importante. El viernes, durante el encuentro en Cúcuta, los representantes del BID señalaron que es necesaria una óptima coordinación de los recursos, pues todavía las donaciones no son tan altas como en otros fenómenos migratorios. Para los migrantes de Siria, los países receptores reciben US$3.000 por persona, mientras que en Sudán del Sur, los países reciben US$1.200 por cada migrante. Colombia, entre tanto, recibe no más de US$300 para atender los migrantes que llegan al país desde Venezuela.

“Muchos quizás se preguntan qué hace un banco acá. Nosotros vemos la migración como una oportunidad para el desarrollo, así que queremos coordinar recursos con los donantes”, señaló Ignacio Corlazzoli, representante del BID para Colombia.

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Pero para que estos beneficios sean más amplios y concretos es necesaria la regularización de los migrantes. Como señala Ana Durán, representante para las América de la Organización Internacional para las Migraciones, “más que un gesto de humanidad, la regularización es una muestra de que la migración ordenada, segura y regular es el gran paso para el desarrollo de un país”.

Por eso, la Unión Europea también realizó la entrega en Cúcuta de dos nuevas unidades móviles para la identificación y registro de personas migrantes, con el objetivo de que estas respalden la implementación del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV). Los vehículos, señalan las autoridades migratorias de Colombia, se moverán por zonas rurales y periurbanas para adelantar el registro biométrico, uno de los pasos para obtener el ETPV.

“El compromiso sigue intacto. Este encuentro es una oportunidad para visibilizar y reafirmar el compromiso de la Unión Europea con Colombia. Sí creemos en Colombia”, resaltó Bertrand.

👀 Vea también: Enrolamiento biométrico: la segunda fase del Estatuto para Migrantes Venezolanos 

Al evento también asistió el embajador de Alemania, Peter Ptassek, el director regional de ONU-Hábitat, Elkin Velásquez; el representante de la Oficina de la ONU para los Refugiados – ACNUR, Jozef Merkx, y representantes de la Cooperación Alemana para el Desarrollo – GIZ y la Organización Internacional para las Migraciones.

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Hay mensajes que a veces se olvidan, pero que son tan importantes que se debe hacer lo posible para tenerlos siempre presentes. Es lo que piensa Felipe Muñoz, jefe de la Unidad de Migraciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al mencionar cómo Colombia se ha convertido en un referente regional e incluso mundial frente al manejo de las migraciones. El caso colombiano ha sido un ejemplo en todo el continente, y Muñoz, quien fue gerente de la frontera colombiana, lo recuerda. Sin embargo, los colombianos aún no dimensionan la importancia de los procesos que se desarrollan en el país.

El trabajo de Colombia frente a la migración ha sido tan notable y ejemplar que la Unión Europea ha apoyado con grandes sumas de dinero al Gobierno Nacional para que continúe adelantando sus proyectos para la acogida e integración de los migrantes. El viernes, en un encuentro entre instituciones colombianas, organizaciones internacionales y los donantes europeos desarrollado en Cúcuta, el grupo de los veintisiete reafirmó que cree en Colombia al anunciar un nuevo apoyo presupuestario de 35.000 millones de pesos (8 millones de euros), el cual estará dirigido al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para que se promuevan los emprendimientos de migrantes y colombianos y colombianas para aumentar la empleabilidad.

“Colombia hizo lo que pocos países logra hacer: maximizar los beneficios de la migración tanto para los migrantes como para el propio país receptor”, resaltó Giles Bertrand, embajador de la Unión Europea en Colombia.

El espíritu de responsabilidad compartida, dice Bertrand, es lo que ha llevado a la Unión Europea a continuar apoyando a Colombia en el manejo de la migración venezolana. Cada país ha apoyado al Gobierno Nacional en un área específica. La cooperación italiana, por ejemplo, se ha enfocado en la alimentación de migrantes, mientras que Irlanda ha atendido el fortalecimiento del sistema de salud. Ahora los objetivos son compartidos por todas las naciones europeas donantes: la regularización, la lucha contra la xenofobia y la integración económica.

La migración trae muchos aportes a Colombia en cuanto a diversidad culturar, un bono demográfico importante y, sobre todo, al mercado de trabajo y al sistema tributario. Más de 400.000 venezolanos aportan a los sistemas de seguridad social colombiano, según cifras oficiales. Ahora, cuando un migrante o una migrante emprende en el país, ese nuevo negocio le ofrece posibilidades de empleo a los colombianos.

“Europa cree en Colombia, pero no cree porque sí. Cree porque se está haciendo un trabajo enmarcado en la paz, los derechos humanos y articulado en políticas de Estado que vinculan al sector privado y cuentan con el apoyo internacional”, remarcó Lucas Gómez, gerente de la frontera de Colombia.

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Para Felipe Muñoz persiste la necesidad de lograr la unión entre el Gobierno Nacional, los líderes locales y la comunidad internacional para que trabajen hacia el mismo lado frente a la migración. El acompañamiento de instituciones como el BID también es importante. El viernes, durante el encuentro en Cúcuta, los representantes del BID señalaron que es necesaria una óptima coordinación de los recursos, pues todavía las donaciones no son tan altas como en otros fenómenos migratorios. Para los migrantes de Siria, los países receptores reciben US$3.000 por persona, mientras que en Sudán del Sur, los países reciben US$1.200 por cada migrante. Colombia, entre tanto, recibe no más de US$300 para atender los migrantes que llegan al país desde Venezuela.

“Muchos quizás se preguntan qué hace un banco acá. Nosotros vemos la migración como una oportunidad para el desarrollo, así que queremos coordinar recursos con los donantes”, señaló Ignacio Corlazzoli, representante del BID para Colombia.

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Pero para que estos beneficios sean más amplios y concretos es necesaria la regularización de los migrantes. Como señala Ana Durán, representante para las América de la Organización Internacional para las Migraciones, “más que un gesto de humanidad, la regularización es una muestra de que la migración ordenada, segura y regular es el gran paso para el desarrollo de un país”.

Por eso, la Unión Europea también realizó la entrega en Cúcuta de dos nuevas unidades móviles para la identificación y registro de personas migrantes, con el objetivo de que estas respalden la implementación del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV). Los vehículos, señalan las autoridades migratorias de Colombia, se moverán por zonas rurales y periurbanas para adelantar el registro biométrico, uno de los pasos para obtener el ETPV.

“El compromiso sigue intacto. Este encuentro es una oportunidad para visibilizar y reafirmar el compromiso de la Unión Europea con Colombia. Sí creemos en Colombia”, resaltó Bertrand.

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Al evento también asistió el embajador de Alemania, Peter Ptassek, el director regional de ONU-Hábitat, Elkin Velásquez; el representante de la Oficina de la ONU para los Refugiados – ACNUR, Jozef Merkx, y representantes de la Cooperación Alemana para el Desarrollo – GIZ y la Organización Internacional para las Migraciones.

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