La xenofobia asoma de nuevo la cabeza entre los políticos de Colombia
La xenofobia no puede atribuirse solo a políticos de izquierda o derecha, pues representantes de ambas corrientes echan mano de explicaciones estigmatizantes, bien para justificar el desempeño u omisiones de su acción de gobierno o bien para ganar votos en las próximas elecciones regionales y municipales que tendrán lugar el 29 de octubre.
Txomin Las Heras Leizaola*
La xenofobia es intolerable en cualquiera de sus formas y en todos los contextos en que se presente, pero adquiere especial gravedad y peligrosidad cuando es enarbolada por personas u organizaciones con influencia pública pues estas legitiman este reprobable fenómeno social instrumentalizándolo para fines propios.
En días pasados hemos asistido en Colombia a varios casos de xenofobia por parte de prominentes ministros del gobierno nacional y un candidato a la alcaldía de Bogotá, quienes de manera premeditada y repetitiva han expuesto negativamente a la comunidad venezolana residente en el país asociándola con los problemas de seguridad que se están viviendo.
La primera declaración correspondió al ministro de la Defensa, Iván Velásquez, quien el pasado 8 de agosto, en el marco de un acto público ampliamente difundido por los medios de comunicación social, afirmó al referirse a los robos a camiones en las carreteras del país, especialmente en la Ruta del Sol, que los responsables son “migrantes que van caminando por las calles o inclusive hinchas de equipos de fútbol que se desplazan, de acuerdo con todos los datos que tiene la Policía Nacional”.
📝 Sugerimos: La Cruz Roja teme por su independencia en Venezuela, tras la destitución del director
Al día siguiente, el 9 de agosto, el ministro de Transporte, William Camargo, repitió, palabras más palabras menos, esa misma aseveración durante una entrevista en el programa Pregunta Yamid del noticiero CM&, que se transmite por Canal 1, lo que da a entender que se trata de un argumento que se está utilizando en el alto gobierno para explicar los problemas de seguridad que se están presentando. De más está decir que sin presentar estadísticas ni pruebas que permitan concluir que los asaltos en las carreteras son responsabilidad de ciudadanos venezolanos.
El 8 de agosto, el candidato a la Alcaldía de Bogotá Diego Molano publicó en su cuenta de la antigua red social Twitter, hoy conocida como X, unas declaraciones suyas a la cadena radial RCN señalando que “venezolanos delincuentes a la cárcel. No más cuento que la ley colombiana no les aplica…”. Días después, el 13 de agosto, con ocasión del debate entre candidatos al gobierno de la capital del país que tuvo lugar en el portal de la revista Semana, Molano reiteró el mismo concepto, lo que hace suponer que se trata de uno de los principales mensajes de su campaña.
Como vemos, la xenofobia no es un pecado que pueda atribuirse solo a políticos de izquierda o derecha, pues representantes de ambas corrientes echan mano de explicaciones estigmatizantes, bien para justificar el desempeño u omisiones de su acción de gobierno o bien para ganar votos en las próximas elecciones regionales y municipales que tendrán lugar el 29 de octubre.
📌Le puede interesar: Extorsión uniformada: los policías que extorsionan un barrio humilde de Caracas
En todos los casos comentados las manifestaciones xenófobas se han referido al problema de la seguridad, un asunto que hoy angustia en demasía a los colombianos y que según la última encuesta de Invamer ha superado como principal motivo de preocupación de la ciudadanía al de la economía y el desempleo. La inseguridad, con toda la carga de miedo e incertidumbre que conlleva, es tierra fértil para buscar chivos expiatorios a quienes culpar y mejor si forman parte de los sectores más vulnerables y desvalidos de la sociedad. Además, si son extranjeros mucho mejor pues así se reafirma el mejor de los conceptos que podamos tener de nuestra sociedad y nos convencemos de que los males solo vienen de afuera.
En el pasado reciente también hemos tenido expresiones xenófobas de nuestra clase política. Basta recordar el anuncio que en plena pandemia hizo el presidente Iván Duque acerca de que los extranjeros que no estuviesen regularizados no serían vacunados, aviso que felizmente no se cumplió, y las polémicas declaraciones en 2020 de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, atribuyendo a los migrantes venezolanos la situación de inseguridad en la ciudad, palabras que en su momento merecieron un amplio repudio en la opinión pública.
📰 También recomendamos: La hipótesis detrás de la macabra desaparición de cinco jóvenes en México
Precisamente, a raíz de una acción interpuesta por un ciudadano ante las afirmaciones de la alcaldesa López, la Corte Constitucional emitió la sentencia T-386/21 donde ordenó a la regidora bogotana a que se retractase y presentase excusas públicas al demandante “y a los migrantes venezolanos que residen en Bogotá y que se hayan sentido agraviados…”. Asimismo, el alto tribunal exhortó a la alcaldesa mayor “a que se abstenga de realizar declaraciones en las que vincule los problemas de seguridad de la ciudad con la nacionalidad de las personas que cometen hechos delictivos”. Los ministros Velásquez y Camargo, así como el candidato Molano, deberían de tomar nota de esto.
En momentos en que nos adentramos en la campaña electoral para elegir autoridades regionales y locales, bien valdría la pena rescatar el acuerdo que líderes de todos los partidos políticos adoptaron en marzo de 2019, con ocasión de las elecciones que entonces se avecinaban, donde se comprometieron ante la sociedad colombiana a eliminar todo lenguaje, discurso o práctica que incitase o promoviese la xenofobia contra los migrantes venezolanos. Fue una excelente experiencia que ayudaría a alejar los peligros que conllevan discursos estigmatizantes y de odio y promover, en su lugar, los de integración y hospitalidad. Es la hora de la responsabilidad.
* Investigador adscrito del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario y de la Bitácora Migratoria en alianza con la Fundación Konrad Adenauer, así como presidente de Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
La xenofobia es intolerable en cualquiera de sus formas y en todos los contextos en que se presente, pero adquiere especial gravedad y peligrosidad cuando es enarbolada por personas u organizaciones con influencia pública pues estas legitiman este reprobable fenómeno social instrumentalizándolo para fines propios.
En días pasados hemos asistido en Colombia a varios casos de xenofobia por parte de prominentes ministros del gobierno nacional y un candidato a la alcaldía de Bogotá, quienes de manera premeditada y repetitiva han expuesto negativamente a la comunidad venezolana residente en el país asociándola con los problemas de seguridad que se están viviendo.
La primera declaración correspondió al ministro de la Defensa, Iván Velásquez, quien el pasado 8 de agosto, en el marco de un acto público ampliamente difundido por los medios de comunicación social, afirmó al referirse a los robos a camiones en las carreteras del país, especialmente en la Ruta del Sol, que los responsables son “migrantes que van caminando por las calles o inclusive hinchas de equipos de fútbol que se desplazan, de acuerdo con todos los datos que tiene la Policía Nacional”.
📝 Sugerimos: La Cruz Roja teme por su independencia en Venezuela, tras la destitución del director
Al día siguiente, el 9 de agosto, el ministro de Transporte, William Camargo, repitió, palabras más palabras menos, esa misma aseveración durante una entrevista en el programa Pregunta Yamid del noticiero CM&, que se transmite por Canal 1, lo que da a entender que se trata de un argumento que se está utilizando en el alto gobierno para explicar los problemas de seguridad que se están presentando. De más está decir que sin presentar estadísticas ni pruebas que permitan concluir que los asaltos en las carreteras son responsabilidad de ciudadanos venezolanos.
El 8 de agosto, el candidato a la Alcaldía de Bogotá Diego Molano publicó en su cuenta de la antigua red social Twitter, hoy conocida como X, unas declaraciones suyas a la cadena radial RCN señalando que “venezolanos delincuentes a la cárcel. No más cuento que la ley colombiana no les aplica…”. Días después, el 13 de agosto, con ocasión del debate entre candidatos al gobierno de la capital del país que tuvo lugar en el portal de la revista Semana, Molano reiteró el mismo concepto, lo que hace suponer que se trata de uno de los principales mensajes de su campaña.
Como vemos, la xenofobia no es un pecado que pueda atribuirse solo a políticos de izquierda o derecha, pues representantes de ambas corrientes echan mano de explicaciones estigmatizantes, bien para justificar el desempeño u omisiones de su acción de gobierno o bien para ganar votos en las próximas elecciones regionales y municipales que tendrán lugar el 29 de octubre.
📌Le puede interesar: Extorsión uniformada: los policías que extorsionan un barrio humilde de Caracas
En todos los casos comentados las manifestaciones xenófobas se han referido al problema de la seguridad, un asunto que hoy angustia en demasía a los colombianos y que según la última encuesta de Invamer ha superado como principal motivo de preocupación de la ciudadanía al de la economía y el desempleo. La inseguridad, con toda la carga de miedo e incertidumbre que conlleva, es tierra fértil para buscar chivos expiatorios a quienes culpar y mejor si forman parte de los sectores más vulnerables y desvalidos de la sociedad. Además, si son extranjeros mucho mejor pues así se reafirma el mejor de los conceptos que podamos tener de nuestra sociedad y nos convencemos de que los males solo vienen de afuera.
En el pasado reciente también hemos tenido expresiones xenófobas de nuestra clase política. Basta recordar el anuncio que en plena pandemia hizo el presidente Iván Duque acerca de que los extranjeros que no estuviesen regularizados no serían vacunados, aviso que felizmente no se cumplió, y las polémicas declaraciones en 2020 de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, atribuyendo a los migrantes venezolanos la situación de inseguridad en la ciudad, palabras que en su momento merecieron un amplio repudio en la opinión pública.
📰 También recomendamos: La hipótesis detrás de la macabra desaparición de cinco jóvenes en México
Precisamente, a raíz de una acción interpuesta por un ciudadano ante las afirmaciones de la alcaldesa López, la Corte Constitucional emitió la sentencia T-386/21 donde ordenó a la regidora bogotana a que se retractase y presentase excusas públicas al demandante “y a los migrantes venezolanos que residen en Bogotá y que se hayan sentido agraviados…”. Asimismo, el alto tribunal exhortó a la alcaldesa mayor “a que se abstenga de realizar declaraciones en las que vincule los problemas de seguridad de la ciudad con la nacionalidad de las personas que cometen hechos delictivos”. Los ministros Velásquez y Camargo, así como el candidato Molano, deberían de tomar nota de esto.
En momentos en que nos adentramos en la campaña electoral para elegir autoridades regionales y locales, bien valdría la pena rescatar el acuerdo que líderes de todos los partidos políticos adoptaron en marzo de 2019, con ocasión de las elecciones que entonces se avecinaban, donde se comprometieron ante la sociedad colombiana a eliminar todo lenguaje, discurso o práctica que incitase o promoviese la xenofobia contra los migrantes venezolanos. Fue una excelente experiencia que ayudaría a alejar los peligros que conllevan discursos estigmatizantes y de odio y promover, en su lugar, los de integración y hospitalidad. Es la hora de la responsabilidad.
* Investigador adscrito del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario y de la Bitácora Migratoria en alianza con la Fundación Konrad Adenauer, así como presidente de Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.