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Las claves del discurso de Lula tras posesionarse como presidente de Brasil

Luiz Inácio Lula da Silva llegó para un tercer período presidencial. En medio de grandes retos económicos y una polarización rampante, le declaró la guerra a la desigualdad, la deforestación y otros males.

Redacción Mundo con información de agencias
01 de enero de 2023 - 11:57 p. m.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, se dirige  a  una multitud de seguidores tras su investidura hoy, desde el Palacio del Planalto hoy, en Brasilia (Brasil).
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, se dirige a una multitud de seguidores tras su investidura hoy, desde el Palacio del Planalto hoy, en Brasilia (Brasil).
Foto: EFE - Sebastiao Moreira
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Luiz Inácio Lula da Silva se posesionó como presidente de Brasil este 1.° de enero. El hombre de 77 años asumió el cargo por tercera vez, lo que consolida la convergencia de gobiernos de corte progresista en la región, junto con otros como el de Chile, con Gabriel Boric, y Colombia, con Gustavo Petro.

Lula, quien se posesionó junto con los gobernadores de los 27 estado del país, llega para tomar las riendas del país en medio de una difícil situación económica, derivada no solo de las consecuencias de la pandemia, sino de las dificultades que ha desatado la guerra en Ucrania a escala global.

Su política económica, luego del gobierno del derechista Jair Bolsonaro, quien por cierto viajó a los Estados Unidos y no asistió a la posesión, es de lo que más expectativa ha causado, pues, según analistas, el discurso y el gabinete del nuevo presidente han dado señales de políticas mixtas entre ortodoxia y heterodoxia.

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A continuación, algunas claves de sus primeras palabras como mandatario de los brasileños.

La desigualdad

Lula dio dos discursos: uno ante el Parlamento, en donde tomó posesión, y otro desde el palacio presidencial de Planalto, frente a cientos de miles de personas. Según la prensa internacional, unas 300.000 personas salieron a las calles a rodear la ceremonia a la que asistieron delegaciones de 68 países y 20 jefes de Estado, incluyendo el de Colombia, con quien, por lo demás, se dio un caluroso saludo y abrazo.

La desigualdad fue el centro de las palabras de Lula en ambos casos. “Nuestras primeras acciones apuntan a rescatar del hambre a 33 millones de personas y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños, que soportaron la más dura carga del proyecto de destrucción nacional que hoy se cierra”, dijo Lula ante el Parlamento.

Minutos después, ya con la banda presidencial que le fue impuesta por un grupo de ciudadanos, entre ellos, el cacique indígena y defensor de la Amazonia Raoni Matuktire, Lula rompió en llanto al hablar de la desigualdad que azota al país.

“Asumo el compromiso ante ustedes de combatir día y noche todas las formas de desigualdad en nuestro país: de renta, de género, de raza, en el mercado de trabajo, en la representación política, en la salud, en la educación”, dijo el nuevo presidente.

En el escenario, además del cacique Raoni, lo acompañaron una mujer negra que se dedica al reciclaje, un profesor, un joven con parálisis cerebral, un niño afro procedente de la periferia de São Paulo, una cocinera y un obrero metalúrgico.

El “gobierno de destrucción”

Lula no escatimó críticas para su antecesor, Jair Bolsonaro, quien no aceptó la derrota en las urnas y dejó el país dos días antes de la toma de posesión de Lula. Denominó esa administración un “gobierno de destrucción nacional”.

Hizo un énfasis particular en la gestión de la pandemia, que en Brasil dejó a casi 700.000 personas muertas. “Las responsabilidades por este genocidio han de ser investigadas y no deben quedar impunes”, dijo Lula, sin olvidar la “actitud criminal de un gobierno negacionista” liderado Bolsonaro.

Además, señaló las afrentas contra el medio ambiente, la institucionalidad y el tejido social. Para nadie es un secreto que Brasil acudió a las urnas en octubre pasado en medio de una polarización sin precedentes, en un mar de desinformación y noticias falsas.

El presidente recién posesionado se comprometió, además, a combatir la deforestación —una de sus banderas de vieja data— y promover la agricultura familiar, entre otros objetivos.

Integración latinoamericana

“Retomaremos la integración a partir del Mercosur, con la revitalización de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y otras instancias soberanas”, dijo Lula ante el Legislativo. Asimismo, aludió a la cooperación con el foro BRICS (que Brasil integra junto a Rusia, India, China y Sudáfrica), a los lazos con África y el mundo en desarrollo, sin descuidar sus relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

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Lula dijo que Brasil “romperá el aislamiento al que fue sometido en los últimos años”, durante la administración de Bolsonaro, y “volverá al mundo” con las banderas de la democracia y el combate del hambre y la pobreza.

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Por Redacción Mundo con información de agencias

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