Migrantes hacen largas filas para solicitar asilo en Estados Unidos en el puerto fronterizo del Chaparral, en Baja California (México).
Foto: EFE - Joebeth Terríquez
Después de promulgar una serie de nuevas medidas dirigidas a los inmigrantes indocumentados en Florida, el gobernador Ron DeSantis declaró que ahora el estado tenía “las leyes contra la inmigración ilegal más ambiciosas del país”. Según él, evitará que los contribuyentes de Florida “paguen la factura de la inmigración ilegal”. Los críticos de la ley advirtieron que tendría su propio precio y uno muy costoso para un estado que depende de cientos de miles de trabajadores indocumentados en la agricultura, la construcción y la hospitalidad.