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Colombia y Venezuela estuvieron al borde de una guerra en 1987 y la cercanía entre Bogotá y Washington ha provocado el debilitamiento de la cooperación militar con Caracas. Ahora que se dio a conocer que se restablecerían las relaciones militares entre los dos países suramericanos, recordamos algunos hitos en este relacionamiento, pasando por los conflictos alrededor de la delimitación de los límites fronterizos de finales del siglo XX, así como por los roces entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe Vélez.
Entre los años 70 y finales del siglo pasado, los conflictos más fuertes entre los dos países se dieron por temas de delimitación. Según Socorro Ramírez, doctora en Ciencia Política, citada en la entrevista La frontera entre Colombia y Venezuela no es como una cremallera, “luego del acuerdo para delimitar la línea limítrofe terrestre de 2.219 km, la negociación de áreas marinas y submarinas, que aún no se ha podido definir, generó tensión, en particular en torno al episodio de la corbeta Caldas”, hecho que casi desencadena la guerra entre los dos Estados. Si bien no se dio un conflicto bélico, a este suceso le siguieron varios episodios de altas tensiones.
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Y es que el conflicto armado interno que vive el país, además del narcotráfico, ha definido, en gran parte, las relaciones con Venezuela. Según se lee en el artículo Revisión sistemática de las relaciones en cooperación militar entre Colombia y los países del continente americano, “esta realidad ha generado que Colombia busque alianzas militares estratégicas para lograr una pacificación que bloquee la presencia de las guerrillas y del narcotráfico. Esto llevó a que políticas como el Plan Colombia y la Seguridad Democrática (entre 2002 y 2010) aumentaran las luchas fronterizas y se crearan problemas diplomáticos con Ecuador o Venezuela. Es decir, la exteriorización de la guerra interna”. Así, la relación cercana entre Colombia y Estados Unidos provocó el debilitamiento de las relaciones del país con sus pares sudamericanos a principios del siglo XXI.
En la primera década del 2000, por ejemplo, Colombia le reclamaba a Venezuela en las cumbres de Unasur que en su territorio albergaba terroristas, hecho que produjo tensiones diplomáticas y militares entre los países, que, posteriormente, se tradujeron en una contraposición ideológica. Tarak Barkawi, en su texto “Defense diplomacy” in north-south relations, lo explica así: la política regional se movía bajo la lógica de que Colombia, con la ayuda de Washington, quería frenar la Revolución Bolivariana de Chávez y Venezuela pretendía promover la caída del régimen de Seguridad Democrática de Álvaro Uribe. Así, de acuerdo con Juan Gabriel Tokatlian, esto llevó a que la cooperación entre Estados Unidos y Colombia se afianzara, mientras que Venezuela optó por buscar apoyo en Rusia.
Y hay otro factor: el ELN. Según lo afirmó Ramírez, se han dado dos momentos álgidos en las relaciones entre Bogotá y Caracas por ese grupo armado. “Uno tiene que ver con el momento en el que el Eln se consolidó en la frontera en Arauca y usó a Venezuela, de alguna manera, para buscar algún tipo de servicios, abastecerse o evadir la persecución militar del lado colombiano. Hay un segundo período en el que el Eln fue consolidando su presión, acción y presencia al otro lado de la frontera, en Táchira, Zulia, Apure, y fue jugando un papel más parecido al que jugaba en Colombia, de control de poblaciones y regulación de dinámicas territoriales”. No sin olvidar que, según lo afirmó, el ELN ha entrado a explotar los recursos en el arco minero del Orinoco, donde el gobierno de Nicolás Maduro tiene un alto interés, dada la reducción en la producción del petróleo y las sanciones estadounidenses.
A su modo de ver, “el Eln empezó a actuar como guerrilla binacional. A cada lado fue consolidando su base social, su control territorial y en algunas zonas en Venezuela juega unos papeles que lo hacen ver como aliado del gobierno. El Eln podría ser, en cualquier momento de conflicto entre Colombia y Venezuela, un factor complejo”.
En lo que respecta a las más recientes tensiones, Iván Duque, cuando aún ocupaba el cargo de presidente, acusó a Maduro de dar refugio a unos disidentes de las FARC y a organizaciones vinculadas a la droga, lo que el mandatario socialista negó, a la vez que denunció conspiraciones de Bogotá para derrocarlo, e incluso asesinarlo. Además, en marzo de 2021, unos combates en Apure entre militares venezolanos e irregulares colombianos, que el chavismo vinculaba al gobierno vecino, dejaron 16 uniformados muertos y miles de civiles desplazados. Las fuerzas colombianas denunciaron, igualmente, violaciones a su territorio por parte de militares venezolanos. En agosto de ese mismo año detuvieron a dos soldados acusados de cruzar armados de forma irregular.
*Con información de AFP.
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