Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El proyecto de legalización de la marihuana en Uruguay instaló visiones antagónicas entre médicos que afirman que provocará una caída en el consumo de drogas duras con otros que consideran que banaliza los efectos nocivos del cannabis.
Raquel Peyraube, médica experta en drogas y asesora de la Presidencia en el proyecto, considera que la ley tiende a "disminuir el consumo de drogas más peligrosas".
"Se le atribuye a la marihuana ser la puerta de entrada para otras drogas, eso no es cierto (...) en todo caso si hay una droga de puerta de entrada sería el alcohol, no la marihuana", aseguró a la AFP.
La regulación de un mercado ya existente le sacará el control al narcotráfico, afirmó la profesional, que admite de todas formas que "inicialmente puede ser que haya un aumento" del consumo.
En la vereda opuesta, el psiquiatra Pablo Trelles, con más de 20 años de experiencia en el tratamiento de jóvenes en contexto crítico, advierte sobre la posibilidad de que vastos sectores se vuelvan consumidores "solo porque no se ha analizado y se han banalizado los riesgos que tiene esta ley para la salud pública".
Trelles está en "total desacuerdo" con la ley impulsada por el presidente José Mujica, que convertirá al país en el primero del mundo en el que el Estado asume el control y la regulación del mercado de cannabis.
"Cuando se avala esta ley el mensaje que usted le envía a toda la población es que es una droga, pero es menos mala que otras drogas y por lo tanto pasible de ser consumida", aseguró a la AFP.
Niños y adolescentes, talón de Aquiles de la ley
Uno de los aspectos más criticados de la ley -que permite el autocultivo, clubes de membresía y venta en farmacias de 40 gramos mensuales de marihuana por usuario a residentes en el país- es la creencia de que expone a los menores al consumo de la sustancia.
"En algún momento se ha jerarquizado el presunto efecto beneficioso y no lo perniciosa que es esta droga para la salud, en particular de los más chiquitos y desprotegidos, aquellos que hoy viven en los denominados asentamientos", remarcó Trelles, preguntándose cómo se controlará "el narcomenudeo".
Cecilia Idiarte, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría, subrayó que "cada vez comienza a edades más tempranas el inicio del consumo, hay niños de 8 o 9 años que están consumiendo, quizás en los contextos más críticos. Y el peligro es que cuanto más precoz es el inicio del consumo es mayor la posibilidad de dependencia".
En el mismo sentido, la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia, Beatriz De León, destacó que el consumo de la sustancia en población vulnerable puede adelantar el inicio de la esquizofrenia, provocar episodios depresivos y trastornos de angustia, entre otros.
Fue a raíz de la preocupación de las sociedades de psiquiatría -que aclaran que no se manifiestan ni a favor ni en contra del proyecto pero quieren informar sobre los riesgos de fumar cannabis- que los legisladores incorporaron artículos sobre la prevención del consumo y que prohíben la publicidad de la droga, indicó De León.
Apertura al uso medicinal del cannabis
Como las corrientes médicas a nivel mundial, los profesionales uruguayos se dividen entre quienes veneran los efectos medicinales del cannabis y aquellos que consideran un peligro resaltar sus virtudes dejando de lado los efectos nocivos de la droga.
Para Peyraube, "la legalización es un camino sin retorno" que abre las puertas al uso medicinal de la planta, que según la profesional ha tenido resultados en varias patologías y a bajos costos.
Pero Idiarte sostiene que estudios realizados por la cátedra concluyeron que "los efectos medicinales de la marihuana no son mayores que sus riesgos".
"Igualmente no se puede descartar como medicinal después de que otras indicaciones hayan sido probadas" pero siempre va a estar el riesgo de la dependencia, opinó.
Para Trelles, con la aprobación de la ley "desde el punto de vista terapéutico el Estado se convierte en un enemigo".
Advirtió además que se desestimó la falta de recursos en salud "para sostener las consecuencias que en el mediano plazo va a tener este consumo".
A las críticas, Peyraube, responde: "No le exijamos a esta ley más de lo que le exigimos a cuarenta años de fracaso" en políticas de droga.