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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la firma de un contrato con Boeing para el desarrollo y fabricación del F-47, una nueva generación de aviones de combate que reemplazará a los F-22, en servicio desde hace aproximadamente dos décadas.
El anuncio se realizó en el despacho oval de la Casa Blanca, donde Trump, acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró que la aeronave “no tiene comparación en el mundo” y que será “casi invisible”, además de contar con mayor maniobrabilidad y potencia. También destacó que podrá operar junto con múltiples drones, una capacidad inédita en los aviones de combate actuales.
“Los enemigos de Estados Unidos nunca lo verán venir”, dijo Trump.
El F-47, un nuevo paso en la supremacía aérea
El programa de reemplazo del F-22 había sido suspendido en 2024 durante el mandato del expresidente Joe Biden debido a sus elevados costos. Sin embargo, un estudio reciente de la Fuerza Aérea de EE. UU. concluyó que la superioridad aérea sigue siendo una necesidad estratégica.
El general de división Joseph Kunkel explicó que, tras analizar diversas opciones, la mejor alternativa seguía siendo la iniciativa de aviones de nueva generación conocida como NGAD (Next Generation Air Dominance), en la que se enmarca el desarrollo del F-47.
El F-22, introducido en 2005, es conocido por su tecnología furtiva y su gran maniobrabilidad. Aunque aún se desconocen detalles técnicos específicos del F-47, Trump aseguró que su tecnología de sigilo será superior y que incorporará avances significativos en velocidad y adaptabilidad operativa. Estas características lo harían más eficaz en entornos de combate altamente disputados. Además, dijo que costará menos.
Según The New York Times, en la imagen se observaba una nariz triangular y achatada, un tren de aterrizaje delantero y una cabina negra de acabado reflectante.
Detalles de la aeronave y armamento
En cuanto a su armamento, ni el presidente ni el jefe del Estado Mayor ofrecieron detalles. La Fuerza Aérea aún no ha revelado la capacidad interna que tendrá el nuevo caza. Sin embargo, según recogió Infobae de expertos en la materia, “todos los aviones furtivos actualmente en servicio comparten una característica común: para reducir su firma de radar, las armas se almacenan en compartimentos internos”.
Esto quiere decir que hay limitaciones en la cantidad de misiles o bombas que se pueden transportar, como sucede con el F-22, originalmente concebido para el combate “aire-aire”.
Otro modelo, el F-35, posee mayor versatilidad al poder portar armas de forma interna o externa, dependiendo del nivel de sigilo requerido.
Un impulso para Boeing
La adjudicación del contrato a Boeing representa una gran oportunidad para la empresa, que ha atravesado una crisis en el último año debido a problemas de calidad en su producción y una huelga prolongada que afectó sus fábricas principales. Tras el anuncio de Trump, las acciones de Boeing en la Bolsa de Nueva York subieron un 4,78 %, alcanzando los 181,09 dólares por acción.
El gobierno no ha revelado el costo exacto del proyecto por razones de seguridad, pero estimaciones previas de la Oficina de Presupuesto del Congreso en 2018 indicaban que los aviones de nueva generación podrían alcanzar un costo de hasta US$300 millones por unidad.
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