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Lo que se sabe (y lo que no) de los cuatro adolescentes desaparecidos en Ecuador

En medio de una manifestación de familiares y vecinos, se les está exigiendo a las autoridades ecuatorianas respuestas sobre el paradero de los menores de edad. Hay varias preguntas alrededor de lo sucedido, entre ellas el rol de unos militares. Un abogado dice que esto podría ser un caso de desaparición forzada.

23 de diciembre de 2024 - 09:01 p. m.
Imagen de referencia de soldados ecuatorianos en Guayaquil. La desaparición de cuatro menores de edad involucraría a miembros del Ejército.
Imagen de referencia de soldados ecuatorianos en Guayaquil. La desaparición de cuatro menores de edad involucraría a miembros del Ejército.
Foto: EFE - Carlos Durán Araújo
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El ministro de Defensa de Ecuador, Gian Carlo Loffredo, confirmó este lunes que los cuatro menores desaparecidos el pasado 8 de diciembre, en la ciudad de Guayaquil, fueron previamente aprehendidos por una patrulla militar, en una zona donde presuntamente ocurría un robo, y que después los mismos uniformados los dejaron marchar.

El jefe de la cartera explicó a la emisora Radio City que existe un informe según el cual una patrulla con 16 miembros se encontraba de regreso, tras haber dejado un camión en la aduana de Guayaquil, cuando observaron a ocho personas que estaban presuntamente robándole a una mujer.

“Se bajan los miembros de la patrulla, neutralizan y aprehenden a tres personas. Una cuarta es entregada por la ciudadanía. Esta es, lamentablemente, la manera en que aprehenden a estos cuatro chicos”, apuntó el titular de Defensa. El ministro agregó que sobre lo que ocurrió después de esa detención a los niños, que tienen entre 11 y 15 años, se puede “simplemente inferir, imaginar”, lo ocurrido.

“Pongámonos a pensar, son menores de edad, no han hecho nada muy grave, es decir, no hay muertos, no hay heridos, no hay armas. En estas circunstancias, probablemente, nadie iba a poner una denuncia”, continuó Loffredo, quien expresó que “no estuvo bien” que los uniformados dejaran libres a los niños sin entregarlos a la Policía.

Los militares dejaron marchar a los menores en la zona de Taura, a unos 30 kilómetros de Guayaquil, en donde se ubica una de las principales bases de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Preguntado por el contacto que estableció un padre con uno de sus hijos, quien le indicó que los militares los habían golpeado y dejado desnudos, y que no los encontraron cuando la Policía llegó al lugar donde dijeron que estaban, el ministro señaló que, en el momento de la desaparición, “los niños ya no estaban bajo la custodia de los militares, estaban libres y en contacto con su padre”.

En ese momento “estaban dentro de una vivienda, en la cual hay un testigo que es quien les da el teléfono para que hagan las llamadas dentro de una casa”. Esa misma persona es quien luego vemos que por boca del padre le dice “la mafia, como se autodenominan algunos grupos criminales en Ecuador, se los llevó”, continuó.

“Nada que hayan hecho o hayan dejado de hacer estos niños justifica que alguien los desaparezca, esto es inaceptable”, dijo al agregar que el rol de las Fuerzas Armadas es colaborar con la Policía y ayudar a encontrar a los menores. Además, comentó que deben dar todas las facilidades a la Fiscalía General del Estado para las investigaciones, en las que ya han declarado 12 de los 16 militares.

Anotó que esta madrugada se realizó una segunda instrucción en la cual el fiscal ha requerido los vehículos en los que se transportó a los menores, así como ciertas prendas de los miembros de la patrulla. Loffredo ha pedido que se instaure de inmediato un tribunal de disciplina militar, que se encargará de “investigar y sancionar las acciones o inacciones que hayan cometido los miembros de la patrulla”.

El funcionario se disculpó por “la falta de prontitud en las declaraciones”, tras varios días de la desaparición, pero sostuvo que más malestar habría generado emitir “mentiras o imprecisiones”. “No puedo ser impreciso, y menos irresponsable, al momento de emitir una declaración. Es por eso que tengo que esperar a tener información que esté corroborada y contrastada”, concluyó. Por su parte, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, reiteró este lunes que no se encubrirá “a nadie” en el caso de los cuatro menores desaparecidos: “Nosotros vamos a defender nuestros principios y el principio de la justicia, la justicia social, es uno de los esenciales”.

Protestas por la desaparición de los menores en Ecuador

“¿Dónde están los cuatro?”, ese fue el clamor de decenas de personas que llegaron este lunes hasta los exteriores de la Fiscalía Provincial del Guayas para exigir respuestas por la desaparición de los menores de edad. “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, fue uno de los cánticos que más sonaron en la manifestación realizada en el centro de la ciudad de Guayaquil, a la que también llegaron con carteles y fotos los padres, vecinos, organizaciones defensoras de derechos humanos y otras personas que quisieron solidarizarse con la familia.

Según los allegados, hombres vestidos de militares los detuvieron cuando estaban caminando cerca de un centro comercial y se los llevaron hacia Taura. Allí pudieron comunicarse con uno de los menores, quien les dijo que fueron golpeados. Tras alertar a la Policía del hecho, no volvieron a saber de ellos. “Queremos respuestas inmediatas de nuestros hijos. A los cuatro se los llevaron y a los cuatro los tienen que regresar con vida”, dijo Luis Arroyo, padre de Ismael y Josué. Lenin Pachito, vecino de las familias de los menores desde hace más de 40 años, también llegó hasta el sitio para mostrar su rechazo a lo sucedido: “Son buenos niños. Solamente (estaban) en sus estudios y jugaban su deporte. Son niños tranquilos, inocentes”.

“Es una desaparición forzada”: abogado de las familias de los niños desaparecidos

Fernando Bastias, abogado del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) y de dos de las tres familias, lamentó que este caso se esté utilizando “como un tema político y electoral”, y aseguró que existen “indicios” de una “evidente participación de los militares desde el inicio, que es la detención arbitraria y tortura de los cuatro chicos”. Señaló, además, que este caso nunca debió investigarse por secuestro, sino como una desaparición forzada.

“Inicialmente, los familiares denunciaron la participación de militares en esta desaparición, pero la Fiscalía investigó por secuestro. Eso es un mal procedimiento conforme a los estándares internacionales de derechos humanos y la Fiscalía debe hacerse cargo de haber tenido una demora de más de una semana y media. Recién ayer el expediente se envió al fiscal especializado”, agregó el representante legal, quien añadió que el CDH ha logrado identificar “varios casos de ejecución extrajudicial, desapariciones forzadas, tortura y usos arbitrarios de la fuerza ejercidos por militares en barrios populares”.

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