Imagen de referencia.
Foto: El Espectador - Gustavo Torrijos Zuluaga
El reclutador del cartel se coló en el campus disfrazado de conserje y luego se centró en su objetivo: un estudiante de segundo año de química.
El reclutador le explicó que el cartel estaba reuniendo personal para un proyecto y que habían oído hablar bien del joven.
“‘Nos contaron que eres bueno en lo que haces’”, recordó el estudiante que le dijo el reclutador. “‘Tú dices si te interesa’”.
En su afán por construir imperios de fentanilo, los grupos delictivos mexicanos están recurriendo a una reserva de talento poco habitual: no sicarios ni...
Por Natalie Kitroeff y Paulina Villegas | The New York Times
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