Los comunistas se rebelan contra Maduro en Venezuela
Dos movimientos que tradicionalmente habían apoyado a la Revolución Bolivariana protestaron este jueves por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de suspender a las directivas de sus partidos, tal como hiciera con los opositores, para las elecciones de noviembre. Dicen que se está configurando un “fraude”.
El partido venezolano Tupamaro, de tendencia comunista y tradicional aliado del chavismo, pidió este jueves ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el fin del “robo” judicial que considera que ha hecho ese alto tribunal por no ponerse “del lado de la burguesía y los reformistas”.
"Venimos a manifestar nuestro desacuerdo con esa decisión porque ni siquiera fuimos notificados ni tuvimos derecho a la defensa. Nosotros hemos sido consecuentes en la lucha revolucionaria, tenemos más de 30 años de lucha (...) hemos sido consecuentes en la defensa de la patria, en la defensa de la revolución", dijo a periodistas el responsable de la organización del partido, Ares Di Fazio.
La decisión a la que se refiere Di Fazio la adoptó este martes el TSJ, que suspendió a la directiva del partido Tendencias Unificadas Para Alcanzar el Movimiento de Acción Revolucionaria Organizada (Tupamaro) y nombró en su lugar una dirección ad hoc, tal y como ha hecho con otras formaciones de marcado carácter opositor.
La nueva junta directiva podrá utilizar la tarjeta electoral, el logo, símbolos, emblemas, colores y cualquier otro concepto propio de la organización con fines políticos, como es el caso de las elecciones legislativas previstas para el próximo 6 de diciembre.
Di Fazio recordó que el movimiento dio el salto de la clandestinidad a la lucha política legal por llamado de Hugo Chávez, líder de la revolución bolivariana, que se rodeó de varios movimientos tradicionales de izquierdas.
Alrededor de la sede judicial se manifestaron decenas de militantes tupamaros que portaban banderas del partido y de Venezuela.
Los simpatizantes tupamaros gritaron consignas en las que subrayaban su carácter de movimiento antiimperialista y aseguraron que no van a permitir lo que consideran la "usurpación" de su partido.
Por eso, aseguraron que su partido es "un movimiento de lucha" y no solo una organización política.
"Jamás hemos vacilado en procurar buscar cualquier mecanismo que nos lleve a la unidad de los revolucionarios", aseguró Di Fazio.
Sin embargo, explicó, esta semana se pronunció el TSJ "justamente cuando está el proceso de postulaciones" para las elecciones legislativas del 6 de diciembre a las que no comparecerá la oposición por considerarlas "un fraude".
Por su parte, el popular comunicador venezolano y militante tupamaro Oswaldo Rivero, conocido como "cabeza de mango", aseguró que su organización "ha venido denunciando la infiltración que hay en este proceso revolucionario".
"Estamos con la revolución pero tenemos posturas críticas, observaciones en diferentes áreas en lo político, social y económico", explicó.
A ellos se unió un reducido número de militantes del Partido Comunista de Venezuela (PCV), otro de los tradicionales aliados del chavismo desde su nacimiento que ha roto su alianza con el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de cara a las elecciones parlamentarias.
El PCV, nacido en 1931 y, por tanto, el partido más antiguo de Venezuela de los que todavía hoy existen, rechazó formar parte de la coalición que gravita alrededor del PSUV al considerar que el Gobierno de Nicolás Maduro ha puesto en marcha “una política de ajuste macroeconómico burgués”.
El partido venezolano Tupamaro, de tendencia comunista y tradicional aliado del chavismo, pidió este jueves ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el fin del “robo” judicial que considera que ha hecho ese alto tribunal por no ponerse “del lado de la burguesía y los reformistas”.
"Venimos a manifestar nuestro desacuerdo con esa decisión porque ni siquiera fuimos notificados ni tuvimos derecho a la defensa. Nosotros hemos sido consecuentes en la lucha revolucionaria, tenemos más de 30 años de lucha (...) hemos sido consecuentes en la defensa de la patria, en la defensa de la revolución", dijo a periodistas el responsable de la organización del partido, Ares Di Fazio.
La decisión a la que se refiere Di Fazio la adoptó este martes el TSJ, que suspendió a la directiva del partido Tendencias Unificadas Para Alcanzar el Movimiento de Acción Revolucionaria Organizada (Tupamaro) y nombró en su lugar una dirección ad hoc, tal y como ha hecho con otras formaciones de marcado carácter opositor.
La nueva junta directiva podrá utilizar la tarjeta electoral, el logo, símbolos, emblemas, colores y cualquier otro concepto propio de la organización con fines políticos, como es el caso de las elecciones legislativas previstas para el próximo 6 de diciembre.
Di Fazio recordó que el movimiento dio el salto de la clandestinidad a la lucha política legal por llamado de Hugo Chávez, líder de la revolución bolivariana, que se rodeó de varios movimientos tradicionales de izquierdas.
Alrededor de la sede judicial se manifestaron decenas de militantes tupamaros que portaban banderas del partido y de Venezuela.
Los simpatizantes tupamaros gritaron consignas en las que subrayaban su carácter de movimiento antiimperialista y aseguraron que no van a permitir lo que consideran la "usurpación" de su partido.
Por eso, aseguraron que su partido es "un movimiento de lucha" y no solo una organización política.
"Jamás hemos vacilado en procurar buscar cualquier mecanismo que nos lleve a la unidad de los revolucionarios", aseguró Di Fazio.
Sin embargo, explicó, esta semana se pronunció el TSJ "justamente cuando está el proceso de postulaciones" para las elecciones legislativas del 6 de diciembre a las que no comparecerá la oposición por considerarlas "un fraude".
Por su parte, el popular comunicador venezolano y militante tupamaro Oswaldo Rivero, conocido como "cabeza de mango", aseguró que su organización "ha venido denunciando la infiltración que hay en este proceso revolucionario".
"Estamos con la revolución pero tenemos posturas críticas, observaciones en diferentes áreas en lo político, social y económico", explicó.
A ellos se unió un reducido número de militantes del Partido Comunista de Venezuela (PCV), otro de los tradicionales aliados del chavismo desde su nacimiento que ha roto su alianza con el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de cara a las elecciones parlamentarias.
El PCV, nacido en 1931 y, por tanto, el partido más antiguo de Venezuela de los que todavía hoy existen, rechazó formar parte de la coalición que gravita alrededor del PSUV al considerar que el Gobierno de Nicolás Maduro ha puesto en marcha “una política de ajuste macroeconómico burgués”.