Los dos exchavistas que quieren contar todo lo que saben de Nicolás Maduro
¿Qué saben Rafael Ramírez, exdirector de la estatal petrolera venezolana PDVSA, y Hugo Carvajal, jefe de inteligencia de Hugo Chávez? Los dos quieren contar los supuestos secretos del círculo del poder venezolano.
En 22 años de Revolución Bolivariana, la lista de chavistas que dejaron de serlo es larga. Las principales desbandadas del bando oficialista se han presentado en tres momentos claves: el golpe de Estado de 2002, la reforma constitucional de Hugo Chávez en 2007 y la muerte del comandante bolivariano en 2013, siendo el más grande de ellos.
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En 22 años de Revolución Bolivariana, la lista de chavistas que dejaron de serlo es larga. Las principales desbandadas del bando oficialista se han presentado en tres momentos claves: el golpe de Estado de 2002, la reforma constitucional de Hugo Chávez en 2007 y la muerte del comandante bolivariano en 2013, siendo el más grande de ellos.
Hay nombres claves en ese listado: Luis Miquilena, incondicional de Chávez; Raúl Baduel, compadre y amigo de filas; Jorge Giordani, cerebro del modelo económico chavista, y Luisa Ortega, la exfiscal tachada de “ser más chavista que Chávez”. Por estos días suenan con fuerza dos nombres: Hugo Carvajal, detenido en España, y Rafael Ramírez, refugiado en Italia.
El costo de dejar de ser chavista no es el mismo para todos. Dependiendo del cargo que ocuparon, de la cercanía con Chávez o de cómo fue la salida pueden ser víctimas de persecución judicial o política. “Los chavistas por cercanía u oportunidad, tienen un costo de salida más alto por los beneficios que recibieron y su participación en actos de corrupción los hace acreedores de procesos judiciales por los cuales tendrían que ir a la cárcel o retornar parte de las fortunas que adquirieron durante estos años”, explicaba en este diario Ronal Rodríguez, del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.
¿Qué sabe Rafael Ramírez?
Pero vamos a concentrarnos en dos casos: el primero, el de Rafael Ramírez, exministro de Energía y Petróleo de Venezuela, exdirector de PDVSA, excanciller y exembajador. Su lealtad con Chávez lo convirtió en uno de los funcionarios más cercanos, a punto de que Chávez lo contempló en su lecho de enfermo como su sucesor, pero se decantó por Maduro, porque Ramírez tenía “un ego muy grande”, según dice la prensa venezolana.
Tras la muerte de Chávez, en 2013, Maduro lo nombró vicepresidente para el Área Económica. En un congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Ramírez propuso subirle el precio a la gasolina y eliminar el control de cambios, propuestas que molestaron al elegido de Chávez, que lo nombró embajador en Naciones Unidas.
Maduro bloqueó cualquier intento de investigación de la gestión de Ramírez hasta 2017, cuando este, molesto por haber sido sacado del círculo de poder y cada vez menos importante para los planes de Maduro, lo acusó en su página web de “saqueo, robo, aprovechamiento de la cosa pública, irresponsabilidad, corrupción e improvisación en la gestión gubernamental”.
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Al diálogo venezolano le falta una parte clave
La guerra se desató y a los pocos días Tarek William Saab, fiscal venezolano, acusó a Ramírez de encabezar una estructura criminal marcada por una red de sobornos. También fue señalado de la quiebra de la estatal de petróleos, PDVSA, entre otros delitos, pues al ser una ficha clave manejó contratos, programas, redes y tenía mucho poder (e información clave). La Fiscalía venezolana había solicitado la detención y extradición de Ramírez por “malversación, blanqueo de capitales y asociación delictiva”.
El exministro de Energía y Petróleo terminó refugiado en Italia, y Maduro comenzó una cruzada jurídica para lograr su extradición. Esta semana, Roberto De Vita, abogado de Ramírez, informó que no sería enviado a Caracas.
“La Corte de Apelaciones rechazó la petición de extradición hecha en 2020 por Venezuela y además reconoció que nadie puede ser extraditado a ese país suramericano porque viola los derechos humanos”, explicó De Vita en declaraciones a la AFP.
Se trata de una sentencia importante, ya que la justicia italiana cambió completamente de posición después de que Ramírez obtuviera en julio el estatus de refugiado y fuera considerado un perseguido político.
El exministro considera que fue víctima de falsas acusaciones por ser un opositor importante y dice tener documentación que mandaría a Maduro y sus secuaces a “La Tumba”, la más temida prisión de Venezuela en donde han terminado varios opositores.
Los secretos de Hugo Carvajal
El caso de Hugo Carvajal puede ser más complicado para Maduro, pues será extraditado a Estados Unidos, que lo reclama por narcotráfico y por tener nexos con la guerrilla colombiana de las Farc. Este militar fue durante más de diez años el jefe de inteligencia de Hugo Chávez, sabía e informaba sobre todo lo que ocurría en las Fuerzas Armadas.
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¿Quién es quién en los diálogos de Venezuela?
En 2008 fue incluido en la Lista Clinton, que elabora el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, porque supuestamente “proporcionó asistencia militar a las actividades del narcotráfico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), una organización narcoterrorista”, y ofrecieron “protección y documentos de identificación a guerrilleros y narcotraficantes de Colombia en territorio venezolano”.
Continuó siendo los ojos y oídos de Maduro, quien en 2014 lo designó cónsul de Venezuela en Aruba, en donde fue detenido a petición de EE. UU. Diosdado Cabello, su gran amigo, logró que lo liberaran luego de varios días y regresó a Caracas. En 2016 fue elegido diputado de la Asamblea Nacional, pero en 2019 reconoció a Juan Guaidó como presidente interino y el chavismo comenzó a buscarlo.
Como todo un maestro del escape, se le fugó a Maduro con un nombre falso hasta que fue detenido en España por petición de EE. UU., que lo reclama por haber planeado, presuntamente, el envío de 5,6 toneladas de cocaína desde Venezuela a Estados Unidos. Según los cargos que le imputan en la petición de extradición, Carvajal habría sido miembro entre 1999 y 2019 de una organización venezolana de narcotraficantes conocida como el cartel de los soles.
Se escabulló también de las autoridades españolas en 2019; durante dos años se escondió usando pelucas y disfraces, pero hace unas semanas fue detenido de nuevo y será enviado a EE. UU. Pidió estatus de refugiado, pero los abogados consideran que no le darán este beneficio.
Dicen que conoce todos los secretos de Diosdado Cabello y de Maduro, y esa información sería oro en manos de Washington, que ha buscado un cambio de gobierno en Venezuela, pero sin éxito.
Ahora Carvajal promete que contará todo lo que sabe del terrorismo internacional de ETA y las Farc y manifestó su preocupación por las relaciones del gobierno venezolano de Nicolás Maduro y el grupo terrorista libanés Hezbolá.
Ya en 2019 había prometido tal información que nunca entregó. Hoy promete lo mismo para evitar ser enviado a EE. UU., pero el Tribunal Supremo de España rechazó sus argumentos y ultima detalles para que el llamado Pollo Carvajal entregue información clave en una corte de Nueva York.
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