La gente se para en una fila que se extendía alrededor de la cuadra para ingresar a una feria de trabajo celebrada en el Centro Comunitario Judío (JCC) en Nueva York.
Foto: AFP - JOHN MOORE
Mientras que el sector privado en Estados Unidos siente el alivio del fin de dos años del fenómeno de la “gran renuncia”, que dejó millones de vacantes laborales en el aire, la contraparte del sector público no puede decir lo mismo y se sigue enfrentando a una escasez crónica de empleados, uno de los efectos de la pandemia por covid-19.