Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hay pocas certezas sobre lo que ocurrió la noche del 7 de julio en la residencia presidencial de Haití. El informe forense de Jovenel Moïse revela que su asesinato fue salvaje e incluso hubo tortura: 12 balas, una de ellas en el ojo, así como el cráneo fracturado son las huellas que los asesinos dejaron. Dice la prensa haitiana que al presidente se le quitó un ojo porque, según los rituales vudú que se practican en la isla, a los muertos se les extrae un ojo para evitar que “sigan mirando desde el más allá”.
Y aunque las autoridades han avanzado en las investigaciones, cada vez se suman más nombres a la lista de sospechosos sobre el magnicidio. Hasta ahora, se sabe que los autores intelectuales planificaron el crimen durante una reunión en un hotel de Santo Domingo, República Dominicana. Hay fotos del encuentro en donde estarían los responsables financieros y los cerebros del asesinato.
La policía detuvo a 23 personas, incluidos los 18 exmilitares colombianos que formaron parte del comando asesino y cinco ciudadanos estadounidenses de origen haitiano; 24 agentes de la seguridad presidencial tienen medidas cautelares. Estas son las principales figuras del magnicidio:
Christian Emmanuel Sanon
El domingo 11 de julio, el jefe de la policía haitiana, Léon Charles, dijo que tres hombres habían sido detenidos como presuntos autores intelectuales del asesinato de Moïse, pero ese día solo dio el nombre de uno: Christian Emmanuel Sanon, de 63 años, un médico y pastor de origen haitiano que vive hace muchos años en Florida, Estados Unidos. Según las investigaciones, Sanon entró en contacto con una empresa venezolana de seguridad llamada CTU con base en EE. UU. a fin de reclutar a los miembros del comando que supuestamente perpetró el magnicidio.
“Entró en Haití a principios de junio. Lo acompañaban algunos de los mercenarios que inicialmente debían velar por su seguridad. La misión cambió cuando a uno de los atacantes se le presentó una orden judicial para traer al presidente”, según informó Charles. Al parecer, Sanon fue contactado por los mercenarios cuando la Policía Nacional de Haití bloqueó el avance del comando que acababa de cometer el crimen.
Le puede interesar: La trama del asesinato del presidente de Haití
Durante una redada en la residencia de Sanon, dicen, la Policía encontró seis cartucheras, unas veinte cajas de balas y una gorra de la DEA, algo que, sugieren, lo vincula al asesinato porque los sicarios que asaltaron la casa de Moïse se hicieron pasar por agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA). Ahora está bajo custodia.
Antonio Intriago
Los colombianos detenidos en Haití, y señalados de presuntamente participar en el asesinato, dijeron que fueron contratados por la empresa CTU Security ubicada en Miami, y dirigida por el venezolano Antonio Enmanuel Intriago Valera, informó el Miami Herald el 12 de julio.
“La CTU de Intriago está registrada formalmente como Unidad Contra el Terrorismo Federal Academy LLC, y fue incorporada en Florida en 2019 bajo su nombre, y ha presentado informes anuales en los dos años sucesivos”, informó el diario estadounidense. Una fuente que dice haber conocido a Intriago en Venezuela, le informó a ese medio que el hombre era conocido por proporcionar armas de fuego, repuestos para armas de fuego y equipo militar y policial, como chalecos antibalas.
Los registros de licencias del estado muestran que Intriago está autorizado para brindar servicios de seguridad y portar un arma de fuego. “Un hombre de múltiples contactos, el misterioso venezolano que en ocasiones se hace llamar Tony vendió equipos de seguridad al Departamento de Policía de Sweetwater. Intriago también suministró productos a compañías de seguridad privada en América Latina y su página de Instagram muestra que su empresa capacitó a posibles fuerzas de seguridad” se lee en una publicación del Nuevo Herald.
Walter Veintemilla
Dirige una pequeña empresa de servicios financieros en Miramar, Florida, llamada Worldwide Capital Lending Group, y las autoridades haitianas lo acusaron de ayudar a financiar el plan de asesinato. El Washington Post informó el 15 de julio que Christian Emmanuel Sanon se reunió con varias personas, incluidos Antonio Intriago y Walter Veintemilla, en Fort Lauderdale el 12 de mayo para discutir el futuro gobierno del país una vez que Moïse ya no estuviera en el poder, con Sanon convirtiéndose en el nuevo primer ministro de Haití.
Worldwide Investment Development Group y CTU Security reunirían una fuerza de seguridad privada para proteger a Sanon hasta que se convirtiera en presidente de Haití, según un borrador de un documento sin firmar obtenido por The Post. “En última instancia, Sanon les reembolsaría sus servicios utilizando los activos del país, según el borrador del contrato que circuló el 22 de junio”, se lee en la publicación del diario estadounidense.
Léon Charles y la policía de Haití
El director general de la Policía de Haití (PNH), Léon Charles, es el cerebro de la operación de búsqueda de los asesinos de Moïse. Tiene una estrecha relación con Estados Unidos, país que le entrega miles de millones de dólares en ayuda a Haití y con el que tiene un acuerdo de cooperación muy sólido en materia de lucha antinarcóticos y otros crímenes. Se dice que fue EE. UU. el que le entregó a Charles la ubicación del comando armado que entró a la mansión presidencial el 7 de julio.
Charles trabaja con miembros del FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos en la investigación. Ha sido un férreo defensor de la inocencia del hoy exprimer ministro Claude Joseph, quien fue señalado como el cerebro del magnicidio. Charles ha defendido desde el comienzo la teoría de la culpabilidad de los colombianos.
Charles llegó al cargo en 2020, luego de haber sido embajador de Haití ante la Organización de Estados Americanos. Había estado al frente del organismo en 2004, justo después de la caída del presidente Jean-Bertrand Aristide. Tiene una cercana relación con Washington, pues fue ministro consejero en la representación diplomática haitiana en Estados Unidos. Eso le ha hecho merecedor de la confianza de varios sectores del gobierno estadounidense.
Le puede interesar: Magnicidio en Haití: el laberinto de los militares colombianos detenidos
No obstante, la Policía de Haití ha estado envuelta en mala gestión, corrupción y falta de presupuesto. El cuerpo, creado en 1995, tiene cerca de 10.000 miembros distribuidos en diferentes frentes, pero se le señala de ser poco efectiva frente al crimen que azota al país, particularmente secuestros y pandillas.
Dimitri Hérard
Jefe de Seguridad del presidente asesinado y uno de los principales sospechosos que ya fue capturado. Según la Policía de Colombia, se encontraron recientes registros de viajes de Hérard al país. Estaba a cargo de la seguridad de Moïse y su familia. Se negó a comparecer ante el Tribunal que investiga el crimen. Según dice en carta enviada a los investigadores, “la Inspección General de la Policía le aplicó una medida cautelar y por eso no podía acudir a la citación”.
Era el jefe de otros dos responsables de la seguridad del mandatario fallecido: el inspector Amazan Paul Eddy, encargado del CAT Team, un cuerpo especializado en seguridad personal, y el comisario Jean Laguel, coordinador general de la seguridad presidencial, que tampoco quiso presentarse a rendir declaración.
Investigadores en Haití sospechan de estos hombres porque la noche del magnicidio no opusieron resistencia al comando armado, que entró y salió sin ninguna oposición por parte de este cuerpo entrenado para cuidar al mandatario, quien había denunciado un complot para asesinarlo. La explicación de algunos de los detenidos es que los mercenarios llegaron disfrazados como agentes de la DEA y tenían ordenes de dejarlos pasar. De acuerdo con la Policía de Haití, 24 miembros de este cuerpo tienen medidas cautelares.
Joseph Felix Badio
De acuerdo con Jorge Luis Vargas, director de la Policía Colombiana, el cerebro de la operación para matar al presidente haitiano es Joseph Felix Badio, un exfuncionario de Haití quien habría dado la orden a los mercenarios para matar a Moïse. Los datos más recientes, entregados por la prensa local, señalan que este hombre es ingeniero de profesión y trabajó durante 10 años con el gobierno de Haití.
Le puede interesar: Colombia insiste en visitar Haití para asistir a los colombianos detenidos
Era miembro del Ministerio de Justicia de Haití y en 2012 se unió a la Unidad Anticorrupción (ULCC), donde se desempeñó como coordinador de operaciones de campo del Servicio General de Inteligencia. Salió el 17 de mayo de 2021, fue despedido por conductas antiéticas y pedir sobornos, según documentos. No se fue tranquilo, luego de ser acusado de “serias violaciones” interpuso una demanda contra el comisionado del gobierno de Puerto Príncipe.
John Joël Joseph
Este hombre entró a la ecuación luego de la captura de Emmanuel Sanon, dice el Director de la policía de Haití que es una de los cerebros de la operación. Es un exsenador y político del partido del expresidente René Préval, opositor del partido de Moïse; este hombre hoy está fugitivo.
Aparece relacionado en la reunión de Santo Domingo y en su casa, según las autoridades, fueron encontradas armas y pistolas además de un AR-15. “Aviso de búsqueda contra John Joel Joseph, Joseph Felix Badio, y Rodolphe Jaar. Nótese bien: peligrosos y armados”, alertó la publicación de la PNH en redes sociales.
Informaciones de la prensa haitiana señalan que Badio y Jaar ayudaron a Sanon a rentar los vehículos en los que se movían los mercenarios en Puerto Príncipe.
Rodolphe Jaar y Marky Kessa
Según la policía haitiana, Jaar utiliza el alias de “Whiskey” y fue encausado en 2013 junto con otros dos hombres en una corte federal del sur de Florida por cargos de asociación ilícita para contrabandear cocaína desde Colombia y Venezuela hacia Haití, para luego enviarla a Estados Unidos. Se declaró culpable y fue sentenciado a 46 meses en prisión, según los registros judiciales.
En su audiencia de sentencia en 2015, el abogado de Jaar le dijo al tribunal que su cliente había sido un informante confidencial para el gobierno estadounidense durante varios años antes de ser encausado. Marky Kessa, alcalde de Jacmel (sur), también aparece en una fotografía durante la reunión en Santo Domingo, en donde se habría planeado el magnicidio. Era rival político de Moïse
Duberney Capador
El exsargento Duberney Capador, uno de los tres colombianos abatidos en el operativo de captura que siguió al magnicidio de Moïse, tenía una vida con dos perfiles: de un lado estaba el hombre dedicado al campo, que vivía entre gallinas y junto a su madre en Quindío, como relata su familia; del otro estaba el exsoldado entrenado en paracaidismo y contraguerrilla que en secreto reclutaba mercenarios, según indica la Policía de Colombia.
A Capador lo acusan de reclutar el equipo que asesinó al presidente haitiano a través de un grupo de WhatsApp, llamado “Esfuerzo Principal” en donde se hizo llamar “Don Manuel”. La Policía dice que hizo la mayoría de contactos cuando se encontraba en la Brigada 30 del Ejército en Chiquinquirá (Boyacá). Allí se ganó la confianza de algunos militares a quienes les hizo una oferta laboral: viajar a Puerto Príncipe para supuestamente proteger al presidente Moïse. Todo, decía, lo pagaría la empresa CTU. En el fondo, dicen las autoridades colombianas, él sabía que la misión era asesinar a Moïse y tenía una fuente al interior de la casa de Moïse que le informaba todas las actividades del mandatario.
Su hermana, Yenny Capador, dice que él fue contratado por una empresa de seguridad para trabajar en Haití, e insiste en que limpiará el nombre de su hermano. Horas después del asesinato de Moïse, Capador recibió un mensaje de su hermano en el que este le decía que las cosas “se estaban complicando” y que les estaban disparando. A pesar de enviarle varios mensajes, nunca recibió respuesta.
Los detalles sobre la implicación de Capador en el asesinato de Moïse, y sobre su vida en general, han salido a cuentagotas.
Germán Rivera
Al igual que Duberney Capador, Germán Rivera parecía saber que la misión de los mercenarios colombianos no era proteger a Moïse, sino deshacerse de él. Rivera, hermano del capitán en retiro Alejandro Rivera García, es un teniente retirado de la Policía que habría servido como enlace entre los colombianos y los haitianos ya capturados, y los mercenarios y la empresa CTU Security, con sede en Miami, a través del representante Arcángel Pretelet.
Según su testimonio, los mercenarios habrían recibido un pago de 2.700 dólares mensuales, mientras que a él y a Capador le pagarían 12.000 dólares por ser los coordinadores de los equipos. El mismo Rivera fue quien recibió una supuesta orden de captura contra Moïse, de manos de Gabriel Pérez Ortiz, otro representante de CTU, con la que se esperaba detener al mandatario, según las autoridades colombianas.
Sus declaraciones son claves, pues él estuvo en varias reuniones preparatorias para la operación, por lo que las autoridades estudian todo su testimonio. Su otro hermano, Jonathan, también habría estado al tanto de todo el proceso, pero él logró escapar de Puerto Príncipe tras el magnicidio.
Claude Joseph
Uno de los protagonistas del crimen ha sido Claude Joseph, primer ministro interino en el momento del asesinato del presidente, quien llegó al cargo el 14 de abril de este año tras la renuncia de Joseph Joute. El funcionario se vio involucrado luego de que se destaparan versiones que afirmaban un presunto plan para secuestrar al presidente Moïse para tomarse el poder y dejar como presidente Joseph. La versión se hizo fuerte a partir de las investigaciones que adelantan las autoridades haitianas y los investigadores del FBI. Además, luego del asesinato Joseph, afirmó que ocuparía temporalmente el cargo y hasta anunció el estado de sitio en el país, dando muestras de querer mantenerse en el poder.
Le puede interesar: Ariel Henry asume el mando de Haití en medio del caos
Sin embargo, con el correr de los días el funcionario decidió dar un paso al costado, por ahora, y conservar el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cultos. Esto, además, porque en medio del tira y afloje para ver quién ocupada el cargo hubo una presión conjunta de los embajadores de varios países, entre ellos Francia y Estados Unidos, así como de emisarios de la OEA y la ONU. The Washington Post logró hablar con Joseph, quien afirmó: “Todos los que me conocen saben que no estoy interesado en esta batalla, ni en ningún tipo de toma de poder. El presidente era un amigo para mí. Sólo me interesa que se haga justicia con él”.
Joseph Lambert
El estadista Joseph Lambert llegó a la presidencia del Senado de Haití el pasado 12 de enero. Tras el magnicidio de Moise, el funcionario entró en escena porque la mayoría de los senadores lo nombraron presidente provisional, mientras se resuelven las investigaciones. Sin embargo, a pesar de su voluntad para asumir el cargo, el momento de su investidura se ha demorado por diferentes factores. Hace unos días publicó en Twitter: “Los senadores han decidido aplazar la ceremonia de investidura prevista para esta tarde. Quieren estar presentes para participar activamente en la investidura. Hay una necesidad urgente de reconstruir la esperanza en nuestro país”.
De hecho, el documento que tramitó el Senado afirmó: “El restablecimiento de la seguridad y la celebración de elecciones creíbles en el plazo más breve razonable son las dos prioridades del Gobierno provisional”, afirma el documento”.
Luego, también a través de su cuenta personal, Lambert afirmó: “Me reuní con la delegación estadounidense y juntos apreciamos la resolución del Senado que me eligió como Presidente provisional de la República. Hemos concertado una cita esta noche para los siguientes pasos que se darán”. Pero poco después dijo: “Estoy indignado. El primer Ministro designado Ariel Henry admite que el Ministro, Claude Joseph, lo denunció ante la delegación estadounidense. Los insultos graves, las invectivas, las calumnias y los menoscabos han hecho el menú. ¡Ah! esos imberbes”.
Ariel Henry
Luego de varios días en los que sonó su nombre reiteradamente, Ariel Henry no solo fue elegido primer ministro, sino que ya asumió el cargo este miércoles. “Una de mis tareas prioritarias será devolverle a la población la certeza de que haremos todo lo posible para restablecer el orden y la seguridad. Este es uno de los principales temas a los que el presidente de la República quería que me dedicara, porque él entendía que era un paso necesario para atender su otra preocupación, que es la organización de elecciones creíbles y honestas”, declaró el nuevo líder.
Le puede interesar: Una reunión, el rastro que dejaron los sospechosos del magnicidio en Haití
Un día antes del asesinato de Moise, este lo había elegido para el puesto, pero nunca llegó a juramentarlo, por lo que la decisión estuvo enredada durante los caóticos días posteriores al magnicidio. Henry, de 71 años y uno de los excirujanos más importantes del país, que además ha sido varias veces ministro, se reunió con Claud Joseph y se acordó que él sería el nuevo primer ministro. En los últimos días prometió trabajar por el “consenso” en el país caribeño, asolado por la pobreza, la inseguridad y la corrupción.
En un discurso emitido en televisión el pasado lunes por la noche, Henry dijo querer “lanzar un solemne llamamiento a la unidad nacional, a la unión de nuestras fuerzas y a la cooperación de todos, para frenar esta carrera del país hacia el abismo, para remontar la pendiente y proteger a nuestro país de los múltiples peligros que lo amenazan”. Según el nuevo primer ministro, “la existencia misma de la nación de Haití está actualmente en peligro”.
Su función en el país ha sido destacada tras haber estado en Francia 19 años. Según la BBC, entró por primera vez en la escena política a principios de la década de 2000 “como una figura importante del movimiento opositor Convergencia Democrática, que luchaba para expulsar del poder al entonces presidente Jean-Bertrand Aristide”. En el 2006 asumió la dirección del Ministerio de Salud, y fue clave en la estrategia sanitaria tras el terremoto de 2010. También dirigió la respuesta a la epidemia de cólera en 2012 y más tarde, en 2016, asumió los ministerios de Asuntos Sociales y del Trabajo y el del Interior y de Comunidades Territoriales.