Los papeles de Donald Trump: un caso penal teñido con tintes políticos
El también precandidato republicano deberá responder el próximo martes en un juicio sin precedentes por siete cargos penales relacionados con la extracción de documentos clasificados al final de su mandato en 2021 y la poca cooperación para devolverlos.
Hugo Santiago Caro
Es la segunda imputación de cargos federales que recibe Donald Trump por procesos relacionados con su manejo primero como candidato (por sobornos a una actriz pornográfica con presuntos dineros de su campaña de 2016, legalmente los cargos son falsificación de registros empresariales en Nueva York), y luego como presidente de Estados Unidos (el caso de los papeles). Si bien ya era el primer expresidente que pasaba por este proceso, una segunda imputación deja en total incertidumbre la situación política y legal del exmandatario.
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Es la segunda imputación de cargos federales que recibe Donald Trump por procesos relacionados con su manejo primero como candidato (por sobornos a una actriz pornográfica con presuntos dineros de su campaña de 2016, legalmente los cargos son falsificación de registros empresariales en Nueva York), y luego como presidente de Estados Unidos (el caso de los papeles). Si bien ya era el primer expresidente que pasaba por este proceso, una segunda imputación deja en total incertidumbre la situación política y legal del exmandatario.
Cabe recordar que no solamente corren en curso estas dos investigaciones, pues ya fue encontrado culpable de agresión sexual contra una mujer en Nueva York y aún está en curso una pesquisa por intentar impedir que se le fuera dada la victoria en Georgia a Joe Biden en las elecciones pasadas.
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“Técnicamente, los cargos actuales podrían conllevar una pena de cárcel, aunque las penas de cárcel son muy poco probables para los altos funcionarios del gobierno”, explica Dorian Kantor, profesor de Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana.
El caso por el que Trump está citado en una corte de Miami el próximo martes fue creciendo y empeorando por su negligencia en todo el proceso. De hecho, uno de los siete cargos por los que deberá responder es el de retención intencionada, citado en virtud de la Ley de Espionaje.
Varios de los papeles encontrados por el FBI en la casa Mar-a-Lago del expresidente en Florida incluían información sensible sobre China e Irán, incluidos los informes sobre los programas de misiles iraníes, como citó el Washington Post. Kantor explica que este cargo, que puede ser el más grave en esta investigación, no llega al nivel de espionaje, pero es un cargo grave.
Trump fue sumando y sumando cargos por su comportamiento durante la investigación. Ante la negligencia para devolver los documentos, cuando fueron solicitados por el Archivo General de Estados Unidos, el Departamento de Estado tuvo que interferir y por ello sumó el cargo de conspiración para obstruir la justicia.
Mientras que Trump alegaba, aun siendo presidente, que tenía la potestad de llevarse los documentos que él quisiera -lo cual no es cierto y va en contra del Presdiential Records Act, la regulación del Archivo General para los mandatarios- fue sumando cargos como haber realizado declaraciones falsas sobre el proceso. También la Fiscalía ha determinado que le mintió a su exabogado sobre el proceso, Evan Corcoran, llevándolo a dar pasos errados en su defensa al expresidente durante el proceso y por lo cual terminó declarando en marzo por el caso en Nueva York.
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En paralelo su exvicepresidente, Mike Pence, quien también tuvo en su contra investigaciones por extracción de documentos, cooperó con facilidad y la investigación concluyó en breve. La misma actitud tuvo el presidente Joe Biden, quien enfrenta investigaciones similares, pero cuya defensa ha mostrado una actitud de total cooperación.
“Si Trump hubiera cooperado, se habría evitado los problemas que tiene ahora de mala gestión de los documentos, pero otro cargo es la obstrucción de la investigación y la devolución de los documentos. El gobierno pidió repetidamente a Trump que devolviera los documentos, a lo que él hizo caso omiso”, continúa Kantor.
Por ahora Trump sigue planeando su defensa y es esperado el martes a las 3:00 p. m. Cambió todo su equipo de defensa, una movida que según Kantor, no es nueva en sus procesos judiciales. “Económicamente, la defensa de Trump puede ser lucrativa, pero políticamente viene con peligros para aquellos que se asocian con él. Además, los informes indican que ha habido tensiones dentro de su equipo legal con respecto a la estrategia de defensa que deben seguir”, cuenta.
Sin embargo, todo el caso sigue siendo manejado por Trump en un juego político. Mientras que Biden y Pence, que también son precandidatos presidenciales, han manejado campaña e investigación por separado, el hecho de que Trump se adelantara a una información oficial por parte del Departamento de Estado sobre la imputación de cargos obedece completamente a una estrategia política y a la postre, electoral.
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“Estamos en la mitad de una campaña presidencial en la cual Trump se presenta, al menos en las encuestas, como el candidato líder por parte del Partido Republicano. También es posible que gane las elecciones presidenciales y muchos analistas han dicho que todas estas acusaciones criminales lo único que hacen es fortalecerlo. Ahí se abren otras preguntas más complejas. Si fuera elegido presidente, tiene la potestad de perdonar a cualquier persona por cargos criminales podría eventualmente perdonarse a sí mismo, si es elegido presidente ahí, digamos sin precedentes en la historia”, explica Juan Carlos Botero, decano de Ciencias Jurídicas de la Universidad Javeriana.
El panorama es totalmente incierto. Kantor y Botero concuerdan en que cualquier otro caso, el sistema acusatorio norteamericano buscaría por cualquiera de los casos una condena contra el acusado. Sin embargo, al tratarse de un expresidente, de un personaje con tanto poder y con un historial judicial tan convulso, el desenlace del juicio es difícil de establecer por la falta de precedentes. De igual forma, está aún por determinarse cuál será la influencia en las primarias republicanas y en las elecciones presidenciales de 2024, en la que todos los caminos parecen indicar, será una carrera de Trump contra el presidente Biden, quien busca su reelección.
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